La TV es el medio de comunicación más importante en Cuba
6:30: 22 p.m.
Considera Luis Lacosta, experimentado escenógrafo y director de arte.
“Lego un trabajo de más de 50 años con logros y deficiencias, como toda obra humana, pero hecha con amor y entrega de mis experiencias acumuladas. Espero sea útil”, afirma Luis Lacosta en el libro La verdad de lo invisible.
Este reconocido director de arte e inspector de la televisión cubana ha participado en numerosos proyectos de la televisión y el cine cubanos. Nació en la Ciudad de La Habana, el 9 de julio de 1942.
Según ha contado, le debe sus inicios en el medio televisivo a la amistad que sus padres tenían con un agente de la pasta Gravi, a través de este, el pequeño Lacosta apareció cepillándose los dientes por varios meses delante de las cámaras de CMQ Televisión para anunciar dicho producto de higiene bucal.
Desde ese momento sintió la necesidad de trabajar en los departamentos de escenografía, que dirigía en esa época el escenógrafo, y maestro de esa especialidad en Cuba, Luis Márquez.
Precisamente, desde 1957, otra vez por mediación de sus padres y de Enrique Santisteban, Lacosta comenzó a colaborar con el grupo que dirigía Márquez. De ese modo conoció de cerca la especialidad de escenografía, en el taller de 23 y L.
Aprendió cómo hacer los círculos, los tonos, la preparación de las mezclas, el trabajo con las tonalidades, pues el blanco no se podía utilizar en TV. Poco a poco se convirtió en asistente y, más tarde, en escenógrafo.
Tuvo la oportunidad de participar en programas como El Circo, y otros dramatizados que se realizaban en vivo, entre ellos: Conflictos Humanos, Historia de tres hermanas y Teatro. Luego se unió a los equipos de los espacios Testigos del misterio, Frente a la calle, Cabaret Regalías, El Cuento, Contacto, Mi salsa.
“Pasé ocho años en ese proceso de formación. Era el momento de la televisión en vivo. Se hacían varios sets y cuando la cámara estaba filmando, paralelamente estábamos montando el otro en que se iba a continuar, mientras pasaban los comerciales, y la cámara volvía al set anteriormente preparado. Así sucesivamente, cuantos necesitara el programa.
"Había programas que podían utilizar uno solo y otros varios sets. Hay que señalar que usábamos zapatillas de goma para que no se sintieran las pisadas, también los muebles tenían rueditas de goma, lo que permitía moverlos sin hacer ruido. Así fue como empecé en la TV cubana”, cuenta Lacosta en el libro citado.
Trayectoria en el cine
Al triunfo de la Revolución, en 1959, le escribió una carta a Alfredo Guevara para solicitarle trabajar como escenógrafo en el Instituto Cubano del Arte e Industria Cinematográficos (Icaic).
En 1962 fue trasladado de CMQ Televisión al Icaic. Aprendió con los escenógrafos Roberto Miqueli y Pedro García Espinosa el trabajo en el set de cine, diferente de la televisión.
Participó en la filmación de la película El otro Cristóbal (1962), primera coproducción del Icaic con Francia, dirigida por Armand Gatti; después, en la cubano-soviética Soy Cuba (1963), de Mijail Kalatozov y con Tomás Gutiérrez Alea.
Luego de hacer escenografía del primer largometraje del director Manuel Octavio Gómez, La salación (1969), pudo preparar la de muchos filmes, documentales y musicales con grandes directores del cine cubano.
Ha trabajado en más de 80 largometrajes, más de 100 documentales y cortos de ficción. Como los filmes más significativos en mi carrera enumera a: Los días del agua, El hombre de Maisinicú y Retrato de Teresa, por sus complejidades, actuaciones y directores, que cuando llegaban al set a dirigir a los actores se encontraban siempre con todas las decoraciones listas para comenzar.
También ha realizado más de treinta telefilmes para la televisión cubana y con directores independientes. Sus preferidos en el cine han sido: Manuel Octavio Gómez y Pastor Vega; en la televisión: Delso Aquino, director de los telefilmes: La luna en el agua, La casa del anticuario, El eclipse, Operación casting, Inevitable y Mejilla con mejilla.
Asimismo ha trabajado en programas televisivos (cuentos, teatros y telefilmes) con grandes directores: Eugenio Pedraza Ginori, Loly Buján, Antonio Vázquez Gallo, Charlie Medina, Marlon Brito, Tony Lechuga, Yaima Pardo, Raúl Villarreal, Gaspar Arias, Sergio Doré, Jorge Ignacio Vaillant, Roberto Garriga, Joaquín M. Condal, Manolo Rifart, Fernando Castell, Julio Fuentes, Víctor Torres, Julio Pulido, entre otros muchos.
Un director de arte experimentado
Convencido de que todo director de arte debe conocer de Arquitectura, Literatura, Historia del arte u otras especialidades afines, Lacosta estima que tal especialista es la mano derecha del director y nunca debe dejar de estudiar y escuchar a personas con gran experiencia en este campo.
Por ejemplo, su desempeño en la Dirección de arte en el telefilme La caza del anticuario (2009) recibió un Premio en esa especialidad. “Fue un trabajo muy difícil de realizar, pues necesitábamos un gran lugar donde pudiéramos ambientar la casa de un “anticuario”, que tuviera “características especiales”, donde éste también se dedicaba a realizar reducciones de personas, conservándolas en botellas, estuvimos en busca del local y cuando lo encontramos, junto con el escenógrafo, tuvimos que reajustar su interior para crear un desnivel y de este modo ubicar detrás de la venta de antigüedades el lugar donde este individuo reducía a las personas”, ha comentado al respecto Lacosta.
Otras experiencias similares pudo tener con los telefilmes: La luna en el agua, El eclipse, Mejilla con mejilla (2012), todos del destacado director Delso Aquino.
Yo recomendaría ver Los heraldos negros, de Charlie Medina. Otro trabajo con el que me sentí muy satisfecho, donde hubo una labor muy cuidadosa tanto del realizador como del director de fotografía. Mi labor en este caso fue muy unida a ellos. A veces se dificulta mucho encontrar los interiores, en este caso el director fue el que sugirió una casa que tenía lo que necesitábamos, solamente era necesario una buena ambientación, según los requerimientos de los personajes.
Reconocimientos
Luis Lacosta no es dado a hablar de sus méritos, mas ha merecido muchísimos durante más de cincuenta años dedicado al arte: Medalla Alejo Carpentier, Condición Artista de Mérito del ICRT 2012, Medalla Raúl Gómez García, Medalla Calixto García Iñiguez, Orden por la Cultura Nacional de la República de Cuba, Premio Caracol por el filme Túpac Amaru (1985), Premio de Espectáculos (1985) del Ministerio de Cultura de Cuba, Premio en los Festivales de la Radio y la Televisión en los años 1985 y 1986, Premio de Diseño del Ministerio de Cultura por la obra de danza Dador (2001).
Le fueron entregados los diplomas Tomás Gutiérrez Alea y Nicolás Guillén, de la Uneac, así como por el aniversario 50 del Icaic.
Desde hace años realiza para la televisión tráileres (avances) cortos para anunciar todos los estrenos de filmes cubanos y extranjeros que se exhiben en los cines del país. Ha realizado trabajos escenográficos en teatro y eventos internacionales en países como España, Rusia, Argentina, México, Austria, Checoslovaquia, Polonia, Nicaragua, entre otros.
Otras labores
Entre 1990 y 1995 fue el director técnico del Centro Pro Arte Lírico, pudo viajar con varias óperas y zarzuelas por distintos países. Ha trabajado como jurado en eventos nacionales e internacionales. Durante seis años formó parte del grupo musical de Compay Segundo, atendiendo la imagen y las escenografías en Cuba y el exterior.
Se mantiene como director de arte de algunos telefilmes para la TV cubana. Su trabajo más reciente es A solas, telefilme para jóvenes donde también actúan experimentados artistas como Patricio Wood y Paula Alí. Es el director de arte del humorístico A otro con ese cuento, que sale al aire cada domingo por Cubavisión.
(Fuente: TVCubana)
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