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LA TECLA CON CAFÉ

La música en el lente de Arianna Domínguez

La música en el lente de Arianna Domínguez

 

2:10:38 p.m.

“Siete Miradas” es la propuesta de Arianna Domínguez, joven fotógrafa cubana, para acercarnos al quehacer del Lyceum Mozartiano de La Habana, el entorno que lo acoge y su gente. 

Valiéndose del ensayo fotográfico, la también pianista inauguró este viernes en la sala de la Sociedad Civil “Patrimonio, comunidad y medio ambiente”, siendo esta la primera de las actividades del Festival Mozart-Habana 2016. 

Las siete pantallas digitales de la galería contienen en su conjunto más de 80 fotografías de artistas, conciertos, ensayos, detalles del macro-mundo de la música, sus intérpretes e instrumentos; del barrio y las personas que conviven en el entorno del Lyceum; del público, los talleres y conciertos infantiles organizados por la institución. 

Sobre sus inicios en el campo de la música y su posterior vocación hacia la fotografía, “el arte de fijar las sombras en el vacío”, Habana Radio conversó con Domínguez, quien reconoce su formación inicial en el mundo de la música desde los 7 años, pero… “siempre he tenido una inclinación por las artes plásticas, y la fotografía, desde un inicio, me conmovió de manera especial”. Confiesa que le asustaba empezar de cero a estudiar la materia tras graduarse, que se sentía “mayor” —pese a sus solo 30 años— para cambiar el rumbo de su profesión. 

 

Pero los amigos, la familia, y todo aquel que encontró talento en sus efímeras aproximaciones, incitaron a Arianna a tomar un camino que ya se vislumbraba como el correcto: “Hace alrededor de dos años comencé a hacer fotos como una demente, y para llevar tan poco tiempo haciéndolo, tengo mucho trabajo acumulado. Es lo que hago actualmente, paralelamente a mi trabajo como pianista”. 

Graduada de la especialidad de Piano del Instituto Superior de Arte (ISA) en el año 2013, se ha presentado en conciertos y recitales en diversas salas del país, junto a la Orquesta Sinfónica de Matanzas bajo la dirección del maestro Enrique Pérez Mesa, y en la Basílica Menor del Convento San Francisco de Asís, junto a la Orquesta del Instituto Superior de Arte (ISA) adjunta al Lyceum Mozartiano y bajo la dirección del maestro Jorge Rotter. 

“Mi primera inquietud ha sido confeccionar un testimonio gráfico de mis vivencias y experiencias como músico y espectador, que he pasado a ser a partir de que tomé la cámara y dejé el instrumento”, explica Arianna Domínguez. La oportunidad de exponer sus “Siete Miradas” vino de la mano del maestro Ulises Hernández, director del Mozarteum, organizador del Festival. “Así pude reflejar, como fotógrafa mis experiencias en torno al trabajo de esta institución”. 

Las siete series que componen la muestra se basan casi todas en retratos, algunos originales por la cercanía de la autora y los intérpretes. Fotografías que la propia Arianna califica de “inusuales”, por ofrecer ángulos que el público no alcanza a mirar en cada presentación. “Conozco la forma del instrumento, la disposición de los solistas, de los músicos en la orquesta”, confiesa. 

“El artista” coloca a los intérpretes como los protagonistas de los ensayos y conciertos del Lyceum. “El público” es una sesión que según Domínguez evidencia: “lo más atractivo visualmente puede tener lugar fuera del escenario, en la audiencia, como parte del suceso musical”. “Playground” se enfoca en los talleres y conciertos infantiles que vinculan a los niños de la comunidad y aquellos de las diferentes escuelas de música de La Habana. 

 

Mientras, “El entorno que nos acompaña” y “Postales de mi camino” apuestan por las visuales fuera del espacio de conciertos para narrar las historias del barrio donde está enclavado el Lyceum, las personas que conviven con él, y la ruta camino a ese sagrado templo de las artes que Arianna memorizó, como la partitura de algún concierto de Maurice Ravel. 

Por su parte, “Closeup” y “Detalles” atraviesan el velo de la distancia que separa a los concertistas de su público. Se acerca con sendas series a las manos escurridizas sobre las blancas y negras, y la geografía perfecta que da vida al sonido dentro de los instrumentos, entre clavijas, cuerdas. 

“La exposición es eso: siete visiones y puntos de vista diferentes de lo que es la vida del Lyceum Mozartiano de La Habana en un año trabajo, entre ensayos, conciertos, grabaciones y talleres”, resume Arianna. Es por eso que se mantendrá hasta el 23 de octubre en la Sala de la Diversidad, con sede en Amargura no. 60. Ese día culminarán también las presentaciones del Festival Mozart-Habana, pero la vida del Instituto, indetenible en su misión, continuará motivando a esta joven artista del lente. 

Arianna Domínguez ha elegido la fotografía en lugar de los sonidos para hacer vibrar a los espectadores de su arte. Ha participado en varias exposiciones colectivas con el Taller de Fotografía de la Unión de Escritores y Artistas de Cuba (UNEAC) que imparte su mentor, Chino Arcos. También ha realizado sesiones fotográficas para diferentes artistas, como Ivette Cepeda y la compañía Habana Clásicos, con quienes desarrolla su carrera de pianista. Y recientemente fue contratada por la Sony Music Records para registrar la última producción discográfica de la instrumentista norteamericana Simone Dinnerstein. 

Puede entonces que el dedo sobre el obturador no suene tan bello como cuando acaricia el teclado, pero Arianna Domínguez piensa entregarle al arte de las luces y las sombras la misma pasión que durante 20 años solo dedicó al piano. “Siete Miradas”, su primera exposición personal, quizás sea el primer día del resto de su vida como fotógrafa. 

(Fuente: HR)

 

 

 

 

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