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¿Quién decide la suerte de Venezuela?

¿Quién decide la suerte de Venezuela?

 

domingo, 20 de septiembre de 2020
10:24:19 pm 

Aunque la trama está en evolución, por el momento, algunos partidos de la oposición en Venezuela decidieron no participar en las próximas elecciones parlamentarias del 6 de diciembre. En tanto, otros defienden su derecho a participar y se alejan de la propuesta unitaria de Juan Guaidó. 

Definitivamente, si la democracia ejerciera sus artes sin violencia, sin injerencia extranjera, entre venezolanos seguramente encontrarían el espacio del diálogo y la paz. 

Ciento diez dirigentes de la oposición al gobierno venezolano, han sido indultados por éste, faltando tres meses para las elecciones del 6 de diciembre a la Asamblea Nacional (AN, Parlamento). 

Un acto cívico retador, sólo comprensible en plenitud democrática. "Todo evento electoral es un intercambio, un diálogo entre los potenciales elegidos. Somos los venezolanos quienes decidimos a quienes elegimos o no elegimos", indicó en conferencia de prensa, el ministro de Comunicaciones e Información, Jorge Rodríguez. 

“Los ataques contra el país —agregó— conforman una agresión multiforme contra todos los habitantes dentro del actual contexto de la pandemia por Covid-19, y en ese sentido, es necesario el esfuerzo de todos los sectores”. 

Lo que viene, es un proceso trascendental para Venezuela, que no puede darse el lujo de la no presencia masiva, ni el abstencionismo de cara al proyecto político de la nación, para elegir a quienes legislan en los siguientes cinco años. 

Si bien en 2015, ejercieron su derecho más de 19.496.296 de votantes habilitados por el Consejo Nacional Electoral (CNE), para escoger a los 167 diputados a la Asamblea Nacional (AN), se notó la abstención de 2 millones de votantes tendentes a favor del gobierno bolivariano.

La Asamblea Nacional es uno de los cinco poderes públicos de Venezuela, que analiza y define las leyes para proteger el bienestar general y la seguridad social. Demasiado importante.

Entrevistado por teleSUR en el 2015, Nicanor Moscoso dijo que “las elecciones parlamentarias en Venezuela se realizaron bajo uno de los sistemas electorales más seguros del mundo, en especial de América Latina”. El expresidente del Tribunal Supremo Electoral de Ecuador y entonces presidente del Consejo de Expertos Electorales de Latinoamérica (Ceela), también respaldó las declaraciones del expresidente estadounidense Jimmy Carter, quien calificara al sistema electoral venezolano, como “uno de los más transparentes y seguros del mundo”. Estuvieron presentes 3.900 observadores nacionales y más de 130 acompañantes internacionales, invitados por el CNE y los partidos políticos. 

Definitivamente, si la democracia ejerciera sus artes sin violencia, sin injerencia extranjera, entre venezolanos seguramente encontrarían el espacio del diálogo y la paz. 

Ciento diez dirigentes de la oposición al gobierno venezolano, han sido indultados por éste, faltando tres meses para las elecciones del 6 de diciembre a la Asamblea Nacional (AN, Parlamento). 


Un acto cívico retador, sólo comprensible en plenitud democrática. "Todo evento electoral es un intercambio, un diálogo entre los potenciales elegidos. Somos los venezolanos quienes decidimos a quienes elegimos o no elegimos", indicó en conferencia de prensa, el ministro de Comunicaciones e Información, Jorge Rodríguez. 

“Los ataques contra el país —agregó— conforman una agresión multiforme contra todos los habitantes dentro del actual contexto de la pandemia por Covid-19, y en ese sentido, es necesario el esfuerzo de todos los sectores”. 

Lo que viene, es un proceso trascendental para Venezuela, que no puede darse el lujo de la no presencia masiva, ni el abstencionismo de cara al proyecto político de la nación, para elegir a quienes legislan en los siguientes cinco años.  

Si bien en 2015, ejercieron su derecho más de 19.496.296 de votantes habilitados por el Consejo Nacional Electoral (CNE), para escoger a los 167 diputados a la Asamblea Nacional (AN), se notó la abstención de 2 millones de votantes tendentes a favor del gobierno bolivariano. 

La Asamblea Nacional es uno de los cinco poderes públicos de Venezuela, que analiza y define las leyes para proteger el bienestar general y la seguridad social. Demasiado importante. 

Entrevistado por teleSUR en el 2015, Nicanor Moscoso dijo que “las elecciones parlamentarias en Venezuela se realizaron bajo uno de los sistemas electorales más seguros del mundo, en especial de América Latina”. El expresidente del Tribunal Supremo Electoral de Ecuador y entonces presidente del Consejo de Expertos Electorales de Latinoamérica (Ceela), también respaldó las declaraciones del expresidente estadounidense Jimmy Carter, quien calificara al sistema electoral venezolano, como “uno de los más transparentes y seguros del mundo”. Estuvieron presentes 3.900 observadores nacionales y más de 130 acompañantes internacionales, invitados por el CNE y los partidos políticos. 

¿Qué hay en juego? 

Venezuela es un rico lecho de recursos naturales, cuyo control subyace como objetivo de la política hostil del gobierno de los Estados Unidos. 

“Hay dos elementos: están los recursos naturales con los que Venezuela ya está destinada a estar en el epicentro de los acontecimientos, pero si a eso le sumamos un proceso revolucionario, nacionalista, independentista (…) es la fórmula perfecta para que la élite estadounidense trate por todos los medios de derrocarnos”, argumentó en la Conferencia Magistral “Geopolítica de los Recursos Naturales de Venezuela” el ministro de Relaciones Exteriores, Jorge Arreaza. 

Las acciones emprendidas por la Casa Blanca durante los últimos años, abarcan distintas vertientes guerreristas, “incluyendo el asedio diplomático, comunicacional y económico, así como diversos ataques a los servicios públicos de la nación”, agregó. 

Medidas coercitivas y restrictivas impuestas desde Washington, inhabilitan el derecho del gobierno de Venezuela a movilizar sus activos. “Diariamente la banca de la Unión Europea, la banca internacional impide, neutraliza y boicotea el derecho que tenemos a los bienes y servicios”, declaró el ministro de Desarrollo Minero Ecológico, Gilberto Pinto. 

Igualmente, destacó una zona de 114.000 kilómetros cuadrados aproximadamente ubicada en el estado Bolívar, bajo cuyo subsuelo yace una de las más importantes reservas de oro del planeta y otros minerales: el potencial mineral del Arco Minero del Orinoco. 

¿Qué esperar? 

Si hasta ahora, las evidencias indican la profundización de una crisis diseñada fundamentalmente desde EE.UU, no esperemos nada mejor. 

Por el contrario, la plaza sitiada con las sanciones económicas impuestas al legítimo gobierno del presidente Nicolás Maduro, los intentos de asesinato, el estímulo a la desestabilización interna, la “ayuda humanitaria” a través de la frontera y el consorcio mediático para demeritar el proceso político de Venezuela, hablan por sí solas. Se trata del asedio inmoral contra un gobierno soberano. 

Un proceso electoral en ciernes en Estados Unidos, agravará la magnitud de los compromisos del presidente Donald Trump, para desestabilizar a Venezuela. No faltan los agoreros sobre la tragedia anunciada. El llamado “Grupo de Lima”, existe para actuar contra la República Bolivariana de Venezuela. Esos, los que se abrogan el derecho a no reconocer procesos políticos, sistemáticamente validados por el pueblo venezolano. 

En la cita de Lima a inicios del 2020, cancilleres de 13 naciones del área, comenzaron el año emitiendo acusaciones injerencistas contra Venezuela, con una declaración sino dictada, muy conveniente para Washington. Para los trámites, les sirvió la Organización de Estados Americanos (OEA). Son miembros: Argentina, Brasil, Canadá, Chile, Colombia, Costa Rica, Guatemala, Honduras, Panamá, Paraguay, Perú y Venezuela, considerando que reiteran su reconocimiento y respaldo a la Asamblea Nacional de Venezuela y al diputado opositor autodenominado “presidente encargado”, Juan Guaidó. 

Tenían la delirante intención de no permitir que el presidente Nicolás Maduro, elegido democráticamente electo asumiera su mandato constitucional. Con observadores internacionales respetados, obtuvo el 68 por ciento de los votos, en un proceso donde la oposición participó en igualdad de condiciones. Es desgastante la guerra avisada. 

¿Y ahora qué? 

Hace año y medio que la arrogancia imperial, hizo creerle a Juan Guaidó su delirante ambición. Entonces presidente de la Asamblea Nacional de Venezuela se autoproclamó “presidente interino” de Venezuela, con el previsto reconocimiento del gobierno de Donald Trump y los países aliados. 

En 2019, el ministro de Comunicación e Información venezolano, Jorge Rodríguez, reveló que Juan Guaidó, encabeza una red que controla parte de los activos venezolanos sancionados por Estados Unidos, ascendentes a  116.000 millones de dólares. 

Aunque la trama está en evolución, por el momento, algunos partidos de la oposición en Venezuela decidieron no participar en las próximas elecciones parlamentarias del 6 de diciembre. Son 27 partidos opuestos al actual gobierno del presidente Nicolás Maduro. En tanto, otros defienden su derecho a participar y se alejan de la propuesta unitaria de Guaidó. 

“Nadie acepta imposiciones de un régimen en agonía. Desde la unidad rechazamos la farsa, ahora debemos movilizar esa mayoría que quiere vivir con dignidad", dijo el diputado opositor Juan Guaidó, en su cuenta de Twitter. 

Maniobras 

En medio de la pandemia mundial, hay otros esfuerzos que no son ni de salud, ni de paz. 

Desde Washington no existe intención de bajar el tono en el área. Esos amagos de guerra que justifican su maquinaria armamentista y tienden la necesaria cortina de humo, nublan la imagen de lo que sucede al interior de su gran nación. 

El jefe del Comando Sur, almirante Craig Faller, ha declarado a la agencia AP que, en cuanto a Venezuela, no se darán por vencidos. La táctica les funciona en un escenario con un plan golpista, una oposición en pataleo y un Juan Guaidó capaz de pedir una intervención militar extranjera. 

El despliegue lo dio a conocer el propio presidente estadounidense Donald Trump, al decir que cuenta con el apoyo de otras 22 naciones. El montaje incluye la supuesta implicación en el narcotráfico de Nicolás Maduro y otros líderes de la Revolución bolivariana. 

El secretario de Estado, Mike Pompeo, ya había ofrecido 15 millones de dólares por información que condujese a la captura del presidente venezolano y otra cantidad por dirigentes de su Ejecutivo. 

Todo esto ocurre, mientras el 83 por ciento de los venezolanos —según encuesta de la empresa Hinterlaces —expresa claramente que las medidas coercitivas aplicadas por Estados Unidos (EE.UU.) contra Venezuela, los afectan directamente. 

En un escenario democrático 

"Sin duda alguna, las elecciones del 6D son una oportunidad para rectificar y elegir una Asamblea Nacional plural, que se dedique a redactar leyes en favor de nuestro pueblo y del país, que controle al Ejecutivo, apruebe el presupuesto de la Nación y que colabore con la reinstitucionalización del país", enfatiza el CNE venezolano cuando da a conocer el registro electoral preliminar para los comicios parlamentarios. 

 Más de 25 organizaciones políticas nacionales y 40 regionales participarán para elegir la nueva Asamblea Nacional de Venezuela. Los partidos firmantes son Bandera Roja (BR), Cuentas Claras (CC), Electores Libres (EL), Frente Democrático Participativo (FDP), Independientes por la Comunidad Nacional (IPCN), Juan Bimba, Min Unidad, Movimiento Republicano (MR), Opina y Partido Democrático Unidos Paz y la Libertad (PDUPL). 

También Poder Laboral (PL), Procomunidad, Progreso Social (PS), Solidaridad Independiente (SI), Unidad Democracia Renovadora (Unidad DR), Unidad Democrática (UDEMO), y Unidad Visión Venezuela (UViVzla). 

Algunos representantes de partidos políticos habilitados por el Poder Electoral han decidido abstenerse y continuar un derrotero subversivo. Quizá sea el ala más radical de la oposición venezolana. El llamado G4 (Voluntad Popular de Leopoldo López, Primero Justicia de Henrique Capriles, Acción Democrática y Un Nuevo Tiempo) se plantean el boicot y movilización de 200.000 voluntarios durante los comicios del 6 de diciembre próximo. 

Indulto 

El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, concedió el indulto de los opositores, "en aras de promover la reconciliación nacional y la búsqueda de paz". "La intención principal es que los asuntos de Venezuela los resolvemos los venezolanos y que se resuelvan por las vías pacíficas, electorales y democráticas", dijo el ministro de Comunicaciones e Información, Jorge Rodríguez. Esta acción surge de la recomendación de la Comisión de Justicia, Paz y Tranquilidad Pública. 

Definitivamente, si la democracia ejerciera sus artes sin violencia, sin injerencia extranjera, entre venezolanos seguramente encontrarían el espacio del diálogo y la paz. Los siglos de los siglos muestran la historia de una realidad diferente y deberían prepararse para todo lo que traiga el viento. 

(Fuente: TeleSURtv)

Cuando pase la Covid-19 el capitalismo será más despiadado y cruento

Cuando pase la Covid-19 el capitalismo será más despiadado y cruento

 

domingo, 21 de junio de 2020
12:28:29 am
 

No hay un sistema que sustituya al capitalismo, pero sí habrá un retraimiento, una reducción de la globalización. 

La pandemia no significa el final de la globalización, será un capitalismo mucho más despiadado y cruento por el colapso de miles de empresas, coincidieron dos expertos mexicanos durante el conversatorio virtual Derecho internacional, ciberseguridad y pandemia, organizado por la Facultad de Derecho de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM). 

“La crisis de Covid-19 no significa que la globalización se revierta, sino que el capitalismo se fractura: se paralizan las cadenas de producción nacionales, pues es esencial el movimiento constante de personas y mercancías, bases también de toda pandemia”, asegura el doctor en ciencias políticas y experto en seguridad nacional, Emilio Vizarretea Rosales. 

Señala Vizarretea Rosales que el mundo va hacia una recesión global no vista desde la Gran Depresión, en la que el impacto potencial en la política económica resultará profundo y en diferentes direcciones. Y cuestiona: ¿se verá el sistema político de China como una solución a la crisis o la causa? 

Autor del libro Repensar México, una introducción a la defensa y seguridad nacional, el catedrático advirtió que grandes empresas repensarán dónde y cómo producen, pues  “el coronavirus se reproduce en la vida que se ha construido: sobrepoblación, turismo masivo, urbes inmensas, viajes constantes, cadenas de suministros lejanas, desigualdad social, reparto de riqueza inequitativo y sistemas de salud públicos colapsados”. 

“[Habrá] una reindustrialización de Europa y Estados Unidos debido a problemas en las cadenas de suministro, pues mucho se fabrica en China, se refina en la India y termina en farmacias u hospitales europeos”, afirmó. 

El catedrático de la UNAM refiere que el coronavirus deja a su paso letal mascarillas, distancia social y muerte. “Y cuanto más dure la crisis mayor será el daño económico y social. México y el mundo no volverán a ser iguales, y habrá dolor por largo tiempo”.

 

Al comparar la crisis actual con el crash financiero de 2008, que pasó de un crecimiento alto y una moderada inflación a otro crecimiento anémico y con deflación, dice que se observa en el horizonte una recesión superior a la que se dio en 2008-2009.

 

“¿Cómo responderán las nuevas generaciones, cuya única vivencia del capitalismo es una crisis? ¿Saldrán a las calles? No lo sabemos aún”, considera el también experto en Fuerzas Armadas, y acota: que el bienestar mundial será mayor si los países optan por la cooperación, la ayuda y la solidaridad en la crisis, si comparten información y avances científicos en lugar de la  confrontación que prevalece durante la pandemia. 

Con sistemas de salud colapsados, emergencia climática, depresión social mundial, la pandemia vive el presente y el futuro, lo cual suena complejo e incierto, estima Vizarretea Rosales.

 

Dice que se aspira a una recuperación de la pandemia en dos años, pero aclaró que solo es una espera inimaginable en millones de hogares. “Desde luego que muchas cosas cambiarán, la psicología del inversor, los negocios y el consumo, entre otros”, afirma. 

Advierte que “nada será revolucionario, sino todo urgente”: higiene prioritaria, normas de limpieza obligatorias, reglas estrictas, compras online, evitar centros comerciales, como ocurrió con la epidemia del Síndrome Agudo Respiratorio Grave (SARS, en inglés), que costó 40 000 millones de dólares de la economía del planeta en 2008. 

“Otras narrativas hablan de telemedicina, monitorización del paciente en casa y medicinas personalizadas que eviten despilfarro de medicamentos, más trabajo en casa, auge de pagos electrónicos, mayores controles en las fronteras, seguros caros y complejos, educación y medicina a distancia y menos convenciones y viajes transoceánicos. Aunque es poco probable que cambie el deseo de consumir y viajar, quizás por un tiempo”, subraya el catedrático. 

Habla de la emergencia climática: “el cambio climático y la naturaleza parecen beneficiarse en el mundo, por lo que se requiere movilizar recursos para poner la salud y el trabajo de las personas primero, alejar las economías de la dependencia de combustibles fósiles y el crecimiento infinito que alimenta el desastre”. 

Acusa el inepto manejo de la pandemia por parte de algunos gobiernos, Estados Unidos entre ellos, tanto en sus primeras etapas, como la falta de pruebas o exámenes médicos y en sus fases posteriores, como la carencia de una política nacional unificada, lo cual podría ser “¿el comienzo del fin del dominio estadounidense o, mostrará la creatividad y resiliencia del país y del dólar?”

Se refiere a la depresión social y los atentados a la libertad de las personas como consecuencia de la crisis del coronavirus en el mundo.  “Hay riesgo de caer en depresión social mundial, por distanciamiento, confinamiento. Una palabra cacofónica lo muestra: cacooning, es la tendencia a estar más tiempo en casa, socializar menos fuera y hacer de tu hogar tu fortaleza”.

Considera que será necesario evaluar dilemas, con implicaciones a largo plazo, proceso en el que las nuevas tecnologías ayudarán a prevenir y evitar contagios, a organizar nuestras vidas y la actividad económica, buscar equilibrio entre privacidad y seguridad, para evitar un control que manipule a las personas o ponga en peligro sus libertades.

Vizarretea Rosales lamenta que a pesar de que la pandemia es un tema de seguridad de salud global, no se ha logrado el acuerdo internacional necesario para lograr medicamentos o vacunas que puedan contenerla.

“Las políticas de seguridad nacional están en un proceso de intervención de países y organismos internacionales: Estados Unidos contra la Organización Mundial de la Salud, la OPEP (Organización de Países Exportadores de Petróleo) en proceso de acuerdos, apoyos limitados y recesión mundial, por ejemplo”, apunta.

Explica que la incertidumbre de la pandemia, con datos duros limitados, hace que las acciones globales, internacionales, nacionales y locales sean limitadas y de escaso impacto.

Respuestas a las amenazas post-Covid-19

Por su parte, Gerardo Rodríguez Sánchez de Lara, catedrático de la Universidad de las Américas (UDLA), al participar en el Seminario Internacional Respuestas ante las nuevas amenazas a la seguridad nacional 2020, organizado por el Centro de Estudios Estratégicos del Ejército del Perú, cuestiona cómo será el manejo global de las amenazas del coronavirus.

—Desde la ciencia política y a partir del modelo de inteligencia estratégica colaborativa, propuesto por el Foro Económico Mundial de Davos, el catedrático plantea diversas cuestiones y respuestas a temas globales de afectación por la pandemia: nivel de desarrollo, geometría política, forma del régimen, sistema de gobierno, cambio climático y manejo de crisis.


—¿Influye el nivel de desarrollo de los países?

—No, países desarrollados tienen la tasa más alta de contagios y fallecimientos. Estados Unidos es el gran perdedor en el manejo de esta crisis, Gran Bretaña, Francia, España e Italia; desarrollo no significa un buen manejo de los indicadores de esta pandemia y hay países desarrollados que sí la contuvieron, Japón, Alemania, Suiza y Australia.

—¿Influye la geometría política?

—No, Argentina y México que tienen gobiernos de izquierda, tienen resultados diferenciados. Argentina está haciendo un muy buen trabajo lo que no estamos viendo en México.


—¿Influye la forma del régimen, democrático y autoritario?

—Pensamos que China es un país más autoritario, ¿controló?, Pues no; hay casos exitosos de democracias que lograron contener la pandemia: Alemania, Japón, Suiza y Australia. 

—¿Influye el sistema de gobierno, federal o central?


—Estamos viendo países federales que están teniendo problemas con sus autoridades locales: Estados Unidos, México y Brasil, pero hay países como Alemania y Argentina que, aunque son federales, están haciendo un buen trabajo.

—¿Por qué hay Estados que están haciendo un mejor manejo de la crisis?

—[Depende de] la fortaleza de los sistemas de bienestar, inclusive, en México constantemente el gobierno actual recrimina a las administraciones anteriores por el colapso de las instituciones de salud federales y estatales.

Sánchez de Lara explica que el Foro Económico Mundial de Davos trata de responder con un modelo matemático a estas preguntas que se hacen los tomadores de decisiones de política y economía y cómo van a ser evaluadas, y también cuáles son las respuestas, de cómo prevén que saldrán mejor, cómo detener mejor la expansión infecciosa de Covid 19. 

El Foro Económico Mundial de Davos previno como una décima amenaza de probabilidad que surgiera una pandemia, pero la predicción no estuvo dentro de las cinco amenazas que normalmente atienden los consejos de seguridad nacional de los Estados y las empresas en el mundo, señala el catedrático.

Sánchez de Lara, maestro en políticas públicas comparadas en Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales (Flasco), reflexiona y plantea algunas alternativas para enfrentar la crisis pospandemia, y los nuevos riesgos, amenazas, vulnerabilidades que el mundo está viviendo a partir de 2020 y la covid-19.

“Amanecimos en 2020 con una de las peores pandemias que haya vivido la historia de la humanidad, de la mano con una recesión económica global que no sabemos hasta cuándo se llegará a detener, con una crisis del sector energético global con una lucha entre la Federación de Rusia y Arabia Saudita que está afectando a países productores de petróleo como México”, sostiene.

Considera que la guerra económica entre Estados Unidos y China, ya no es solo una guerra comercial de subir aranceles, sino una guerra económica que incluye una lucha entre las monedas, por el surgimiento de la criptomoneda China.

Y la pandemia traerá recesión económica, aumentará los niveles de pobreza y desigualdad según todos los estudios de Naciones Unidas, de la Cepal (Comisión Económica para América Latina y el Caribe), la OCDE (Organización de Cooperación y Desarrollo Económicos), entre otros, y esto claramente causará tensiones sociales.

Todos los países tendrán como reto mejorar la definición de sus agendas de riesgo de seguridad nacional. Organismos regionales como la OTAN (Organización del Tratado del Atlántico Norte y la OEA (Organización de Estados Americanos), o  internacionales como el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas, tendrán que retomar el tema de pandemias, mejorar la cooperación para encontrar vacunas de manera más rápida, producir medicamentos que reduzcan las vulnerabilidades de los países.

¿Hasta qué punto los ciberataques pueden llegar a ser una amenaza para los sistemas de salud?, se pregunta Sánchez de Lara.

Están aumentando los ciberataques a hospitales, hay varias empresas que se dedican a monitorear ciberataques a través del Big Data y sí se han encontrado brechas de seguridad por ejemplo que están teniendo de manera extraordinaria acceso a expedientes médicos. Entonces, sí es una preocupación.

Por ello, plantea que los hospitales públicos y privados tienen que ser considerados infraestructuras estratégicas, porque ya se ha demostrado que se pueden desconectar, por ejemplo, aparatos a través de internet a los que están conectados enfermos, sobre todo los de muy alta especialidad. Sugiere que se incorporen como tema de seguridad nacional y se protejan como infraestructuras críticas.

“También estamos viendo un aumento de los ciber fraudes, [a partir] de la construcción de identidades sintéticas. Muchos de los hackers ya estaban en confinamiento y ahora tienen la posibilidad de atacar a más personas que están trabajando desde su casa”, apunta Sánchez de Lara.

Muchas empresas tuvieron que trasladar sus operaciones a las casas de sus trabajadores y ahí se están abriendo muchas brechas de seguridad. Entonces, sí es un tema que preocupa a agencias como Interpol, la OEA, a su área de ciberseguridad, entre otras.

(Fuente: ContraLínea/José Reyez)

 

 

 

Lenin Moreno contra las cuerdas

Lenin Moreno contra las cuerdas

 

sábado, 05 de octubre de 2019
3:18:26 p.m. 

La declaración de Estado de Excepción que Lenín Moreno Garcés ordenó este jueves en Ecuador termina de mostrar su conversión total a nivel político: fue antecedida de una serie de protestas y movilizaciones contra el alza en el precio de los combustibles, dispuesto tras la quita del subsidio estatal, lo que provocó el fastidio en amplios sectores sociales que eligieron las calles para manifestar su descontento. 

Antes el Fondo Monetario Internacional había pedido la implementación a la brevedad de otras dos medidas ortodoxas, las reformas laborales y tributarias, para así desembolsar unos 4200 millones de dólares.


Moreno, que se mostró como un alumno ejemplar de Donald Trump en el encuentro que el Jefe de Estado norteamericano tuvo con algunos mandatarios de nuestra región en el marco de la Asamblea General de la ONU, viene de retirar el busto de Néstor Kirchner de la sede de la Unión de Naciones Sudamericanas que lleva el nombre del ex presidente argentino en Mitad del Mundo.

Antes, había sido pieza clave en el lanzamiento de Prosur, el esquema integracionista que pretende reemplazar a la Unasur y es solo un maquillaje sin sede, funcionarios ni atribuciones.

Como se ve en el artículo tres del Estado de Excepción, Moreno suspende "en todo el territorio nacional el ejercicio del derecho a la libertad de asociación y reunión", lo cual "consiste en limitar la conformación de aglomeraciones en espacios públicos durante las 24 horas del día".

Este decreto, que tiene dos meses de rigor a partir de la firma del Jefe de Estado, tuvo su fatídico estreno en las inmediaciones del Palacio de Carondelet el mismo jueves, con una represión policial que incluyó detenciones arbitrarias y ataques a los periodistas allí presentes (dos cronistas de El Comercio fueron golpeados, lo que se puede testificar en diversos videos en redes sociales).

 

Luego Moreno se desplazó hasta Guayaquil. "La tarea de mi presencia es evitar que aquellos que saquearon el país sigan saqueando el Ecuador" dijo allí Lenín, intentando sin pruebas mezclar lo que sucedía en las calles de esa ciudad /—además de movilizaciones genuinas, hubo desbordes con saqueos a comercios incluidos— con el gobierno de Rafael Correa (del cual él fue funcionario de alto rango, vale decir, hasta el último día, y al cual valoraba como "el mejor gobierno de la historia de Ecuador").

La derecha sudamericana enfrenta un momento de serias convulsiones que sobrepasan Ecuador: Argentina se precipita a un fin de mandato de Mauricio Macri con alarmantes índices de pobreza y una impagable deuda con el propio FMI; Paraguay está en recesión económica; Perú naufraga en una disputa fraticida entre el Ejecutivo y el Legislativo, que hizo que este último quede disuelto; Brasil se prende literalmente fuego mientras Bolsonaro cae en su popularidad y Lula permanece detenido injustamente en Curitiba; Colombia asiste a una escisión de las FARC ante un acuerdo de paz que se debilita, entre otros datos que dan cuenta del complejo momento que viven los gobiernos conservadores en la región.

Sin embargo, el caso ecuatoriano amerita especial tratamiento: Moreno tiene una fuerza social, política y electoral escasa, casi irrelevante, y para gobernar debe apoyarse en los sectores más conservadores del país, tanto a nivel político como económico.

Del otro lado, el correísmo muestra músculo: en las últimas elecciones conquistó dos de las tres gobernaciones más importantes del país (Pichincha y Manabí). Hay un líder, en el extranjero, que aún tiene la capacidad de aglutinar a un segmento no menor de la población de ese país ante el ajuste en curso: este elemento puede ser significativo a mediano plazo. Por último, la decisión de Moreno tiene que ver con un dato inequívoco de la política ecuatoriana: las calles le toman el pulso a los gobiernos que deciden ajustar a la población.Le pasó a Jamil Mahuad, que contaba con el mismo asesor con el que cuenta Moreno: Jaime Durán Barba, que tiene un 2019 para el olvido, visto y considerando además la estruendosa derrota de Mauricio Macri en las PASO de Argentina. Por este dato histórico, que tiene que ver con la tradición de un pueblo decidido a salir a las calles para confrontar los abusos del poder, y por la debilidad estructural del gobierno de Moreno, habrá que prestar atención al día a día de una crisis que acaba de empezar y nadie sabe como puede terminar.

El converso está contra las cuerdas y todos los actores políticos y económicos del país notan su debilidad. La huelen. Moreno, que dejó de ser Lenín hace ya mucho tiempo, vive sus horas más complicadas.

Correa culpa a Moreno de la "crisis moral" que vive Ecuador y llama a convocar a elecciones

El expresidente de Ecuador, Rafael Correa, acusó a su sucesor, Lenín Moreno, de ocasionar la "crisis moral" que padece el país sudamericano, luego de que el actual mandatario decretara un Estado de excepción para intentar contener las protestas ciudadanas contra el duro paquete de medidas económicas aplicado por su Administración.

"Esto demuestra la crisis moral que vive la Patria, por culpa del peor Gobierno en la historia. Ecuador tiene mecanismos constitucionales para superar tanta conmoción: artículos 130,2 y 148. ¡Que se vayan todos! Llamen a elecciones. Recuperemos la paz", señaló Correa a través de su cuenta de Twitter.

El artículo 130 de la Carta Magna, aludido por Correa, permite cesar al presidente en caso de "grave crisis política y conmoción interna", lo que obligaría a convocar elecciones.

El artículo 148 otorga facultades presidenciales para disolver el Parlamento y convocar comicios anticipados por la misma razón.

El expresidente de Ecuador calificó como "traidor" a Moreno, a quien acusa de encabezar el "peor Gobierno en la historia" del país sudamericano. 

El expresidente de Ecuador, Rafael Correa, acusó a su sucesor, Lenín Moreno, de ocasionar la "crisis moral" que padece el país sudamericano, luego de que el actual mandatario decretara un Estado de excepción para intentar contener las protestas ciudadanas contra el duro paquete de medidas económicas aplicado por su Administración.

"Esto demuestra la crisis moral que vive la Patria, por culpa del peor Gobierno en la historia. Ecuador tiene mecanismos constitucionales para superar tanta conmoción: artículos 130,2 y 148. ¡Que se vayan todos! Llamen a elecciones. Recuperemos la paz", señaló Correa a través de su cuenta de Twitter.

El artículo 130 de la Carta Magna, aludido por Correa, permite cesar al presidente en caso de "grave crisis política y conmoción interna", lo que obligaría a convocar elecciones. 

El artículo 148 otorga facultades presidenciales para disolver el Parlamento y convocar comicios anticipados por la misma razón.


El exmandatario, quien vive exiliado en Bélgica luego de que el Gobierno de Moreno abriera un proceso judicial en su contra, también criticó la manera en que Guillermo Lasso, ex candidato perdedor en dos ocaciones a la presidencia de la República, salió "en defensa" del actual Jefe de Estado y de las medidas económicas, que implican un importante incremento al precio de los combustibles.

El expresidente Correa también arremetió contra los medios ecuatorianos, a los que acusó de proteger a Moreno. "El país renacerá. Recuperaremos la patria, pero nunca olviden a todos los que nos llevaron a esta situación tan desastrosa, empezando por la prensa", acusó.

Moreno fue vicepresidente de Correa durante la mayor parte de su administración al frente de Ecuador. Sin embargo, ambos rompieron relaciones y se convirtieron en enemigos políticos una vez que el actual mandatario acusara a su antecesor de diversos actos de corrupción.

(Fuente: RT/Cubadebate/Juan Manuel Karg*)

* Es Politólogo Universidad de Buenos Aires (UBA) y Analista Internacional.

El conflicto Cuba-EE.UU. desde el umbral del siglo XXI (II Parte, final)

El conflicto Cuba-EE.UU. desde el umbral del siglo XXI (II Parte, final)

 

sábado, 01 de junio de 2019
7:36:24 a.m.

Por el Dr. C. Esteban Morales Domínguez*


La agresividad de la Política

 

En lo que a la agresividad se refiere, esta ha sido una constante, excepto dentro de la administración de James Carter en general, aunque del resto de las administraciones, incluso hasta hoy, ninguna ha logrado superar la agresividad desplegada por las administraciones de Einsehower y Kennedy.[18] 

 

Incluso, con posterioridad a los años sesenta, el factor militar ha estado como “Espada de Damocles” pendiente sobre Cuba, pero no se ha concretado en una invasión, aunque los más criminales sabotajes contra bienes y personas han sido contenidos permanentes de la agresividad desplegada. Como para confirmar que el compromiso de no invadir a Cuba, no ha significado que no haya sido constantemente agredida.

Si cada administración ha tratado siempre de imprimir su sello en la política hacia Cuba, casi todas las administraciones han mantenido la agresividad como factor permanente de ese sello.

Dentro de esa constante, la importancia de la administración Carter es que resulto un precedente importante para cualquier perspectiva de negociación del conflicto entre Cuba y Estados Unidos.

Durante la administración Reagan también, paradójicamente, a pesar de su agresividad, se negociaron dos de los asuntos más importantes; migración y el conflicto en África Austral. Pero Reagan no fue más allá de los aspectos puntuales de interés según el momento, incluso, tomándose el trabajo de aclarar, que tales negociaciones no representaban nada más allá en cuanto a las relaciones entre ambos países.[19]

Sin embargo, el período de Carter, más allá de los aspectos negociados, representó un punto de inflexión en el conflicto. Se negociaron asuntos particulares, pero a diferencia del período de Reagan, también se trabajó por mejorar el contexto político y en particular de confianza, dentro del cual se negociaba.[20]

La experiencia de las negociaciones entre los dos países evidenciaba que se puede llegar a ciertos acuerdos en asuntos puntuales, pero si el contexto político que rodea esas negociaciones es negativo y no es superado, los acuerdos finalmente se afectan. Razón por la cual, solo sobrevive hasta hoy, de los acuerdos de 1977, el del establecimiento de las Oficinas de Intereses, firmado el 1 de mayo de 1977 y puesto en practica el 1 de septiembre del mismo año.

Sin dudas, en 1977, durante la administración Carter, se tenía una comprensión bastante precisa de cómo podrían arreglarse las cosas entre los dos países. [21]

                           

Junto a la negociación de asuntos puntuales de la agenda; aguas territoriales, pesca y otros, se daban también pasos moderados y recíprocos, cuya importancia consideramos era la creación de un clima de confianza y distensión.

La administración Carter representó la excepción, al desplegar una política dirigida a cambiar el sentido de las relaciones entre ambos países. Las conversaciones celebradas entre ambos gobiernos durante su mandato, en los años 1977 a 1980, evidenciaron el interés de ambas partes por encontrar puntos de coincidencia estratégicos, mientras se realizaban negociaciones puntuales sobre todo aquello en lo que se podía avanzar.[22]

Pero aunque esa administración represento un punto de inflexión en las relaciones entre ambos países. No obstante, los condicionamientos que trataba de imponer Estados Unidos relativos a la actividad internacional de Cuba, finalmente dieron al traste con la posibilidad de continuar avanzando en un mejoramiento de las relaciones. [23]

Hasta ahora, esa fue la única administración norteamericana durante la cual hubiese sido posible mejorar las relaciones entre ambos países. Pero esa posibilidad quedó frustrada. [24]

El foco de la política

Si observamos sintéticamente hacia donde ha mirado la política norteamericana sobre Cuba, a lo largo de estos casi cincuenta años de confrontación entre ambos países, nos podemos percatar de que el foco de esa política ha variado según diferentes períodos históricos.

Durante todo el periodo colonial, la actividad de Estados Unidos se concentro en dos aspectos fundamentales:

1) Evitar a toda costa que Cuba pudiera pasar a otras manos .Debía mantenerse bajo el control de España.

2) Acosar España para que le vendiera la Isla o le concediera la Autonomía.
De 1953 a 1959, para todo el periodo, Estados Unidos se concentró en la dinámica interna de la sociedad cubana. Hasta diciembre de 1958, mientras más avanzaba la lucha de las fuerzas revolucionarias contra la dictadura de Fulgencio Batista, haciendo evidente su triunfo, mas la administración de Einsenhower incrementaba el apoyo a la dictadura.

Cuba no representaba, desde el punto de vista de su política exterior ningún interés para la administración de turno. Podemos percatarnos que tal política se desplegó en dos períodos fundamentales; a) un primer período dentro del cual se trató de penetrar al moviendo revolucionario con agentes de la CIA, que mantuvieran al tanto a la administración norteamericana de lo que estaba sucediendo, mientras se apoyaba a la dictadura , y b) un segundo período en el que habiéndose percatado de que Batista no podría resistir el empuje de las fuerzas revolucionarias, la administración se concentró en la búsqueda de una “alternativa plausible”, que le permitiera sustituir a Batista por una junta cívico–militar, dar un golpe de Estado o realizar una invasión militar. [25] 

  

De 1959 a 1965, periodo en que las administraciones de Einsenhower, (1953-1961), John F. Kennedy (1961-1963) y el primer período de Lindon B. Jhonson (1963-1969), se concentraron en la situación interna de Cuba. 

Particularmente Einsenhower, lo hizo bajo el principio básico de que “…si no le había sido posible frustrar la toma del poder por parte de las fuerzas revolucionaria, al menos impedirían que esas fuerzas se consolidaran en el poder…”, para lo cual esa administración se concentró en desplegar todas las acciones imaginables para lograr sus objetivos. [26]

Dentro de ese período, y ya bajo la administración de J.F. Kennedy, se continuaron profundizando las acciones internas, la ejecución de la invasión de Girón, el Plan Mangosta, las bandas contra revolucionarias, junto a la crisis de octubre, que fue el resultado del interés y despliegue de todas las acciones dirigidas a invadir a Cuba en gran escala.

Tales acciones contra revolucionarias internas se prolongaron con posterioridad al asesinato de Kennedy, hasta la derrota de la contrarrevolución interna en 1965.

El foco de la política norteamericana hacia la dinámica interna cubana, se comportaba como una cuestión de prioridad, lo cual no quiere decir que no se prestara para entonces, atención por parte de Estados Unidos, al impacto externo que la revolución cubana podía tener, especialmente en América Latina. Razón por la cual, por medio del llamado libro blanco, particularmente, fue desplegada una ardua y agresiva campaña, dirigida a proclamar a Cuba como incompatible con el sistema interamericano y expulsarla de la OEA en 1962, justificándolo con la incompatibilidad entre su régimen marxista-leninista y el sistema interamericano.

Sin embargo, todo ello actuaba como un complemento de la agresividad, pues lo fundamental, el carácter agresivo de esa política, estaba en la actividad contrarrevolucionaria armada interna, cuyo objetivo fundamental era aplastar sangrientamente el régimen revolucionario de Cuba.

De 1965-1986. Durante estos años que abarcan la parte final de la administración de Lyndon Jonson (1963-1969) hasta el comienzo de los dos últimos años de la administración de Ronald Reagan (1981–1988), es decir, hasta 1986, el activismo revolucionario externo de la revolución cubana, determinó que la política norteamericana, sin dejar de prestar atención a los asuntos internos de Cuba, se concentrara fundamentalmente en su presencia internacional. Las administraciones de Nixon (1969-1974) Ford (1974-1977) y Carter (1977-1981), fueron particularmente agresivas, en cuanto a seguir muy de cerca el activismo internacional de Cuba.

Prestando mayor atención a este foco externo de la política. Aunque Carter combino esa agresividad, con la busqueda de un modo de entenderse con Cuba.

La participación del Che en Bolivia, y la de Cuba en África, esta ultima reforzada a partir de 1975, la ayuda cubana a los movimientos de revolucionarios en Centro América y su activismo en el Movimiento de los Países no Alineados y el Grupo de los 77, determinaron que el foco de la política en esos años se concentrara en la presencia internacional de Cuba. La Isla, a partir de comienzo de los años setenta, avanzaba, incluso económicamente y su situación interna no tenia atractivos particulares para tratar de desestabilizarla desde dentro.


Comenzaron así los condicionamientos que se le exigían a Cuba para tener buenas relaciones con Estados Unidos, consistente en:

  • Romper sus conexiones con la URSS.[27]
  • Dejar de ayudar a los movimientos revolucionarios en general y en Centro América en particular.
  • Retirar sus tropas de África.

Por supuesto, que tales condicionamientos representaban también un aceptación tácita de que la revolución cubana era un proceso que presentaba un alto nivel de consolidación en lo interno, por lo que los esfuerzos fundamentales para derrocarla, se consideraba había que realizarlo en el plano de su accionar internacional.

Tales condicionamientos de la política, han perseguido siempre a Cuba en sus relaciones con Estados Unidos, aunque fueron particularmente agudos a partir de la segunda etapa de la participación de Cuba en África.

Coincidentemente con el conflicto en Centro América, el liderazgo cubano en el Movimiento de los Países No Alineados y el fortalecimiento de la colaboración con la Unión Soviética. [28]

De 1986 al 2008. El comienzo de la segunda mitad de los años ochenta, marcó un período nuevo en la confrontación entre Cuba y Estados Unidos.[29] Acontecimientos tales como:

  

  • El paulatino proceso de derrumbe del campo socialista y la caída de la URSS en 1991.
  • La crisis económica cubana, que comenzando oficialmente en 1989, ya había venido avanzando desde 1987, a partir de las dificultades que comenzaban a manifestarse en el intercambio económico externo de la Isla, especialmente con el Campo Socialista y la URSS en particular.
  • Las causas 1 y 2 por corrupción y narcotráfico, que estallaron en medio de la crisis económica de 1989.
  • Las múltiples dificultades socioeconómicas internas que afectaron seriamente el nivel de vida de la población cubana.
  • La combinación entre las llamadas causas 1 y 2 y la situación provocada por la crisis económica interna, en particular, producían una valoración en las esferas de la política de Estados Unidos hacia Cuba, que no daban oportunidad ninguna de que la Isla lograría sobrevivir a tal situación. Se consideraba en las esferas políticas de la administración (concluía su mandato Ronald Reagan y comenzaba George Bush padre) que en Cuba habían dos crisis internas, que se retroalimentaban mutuamente, una crisis económica considerada como irreversible y una crisis en la esfera política, que tocaba a los más altos niveles del poder en la Isla.

A partir de entonces, se concebía que el momento por el que Cuba atravesaba, fuera el más idóneo de los últimos 30 años, para producir el derrocamiento de la Revolución.

Entonces, la negativa dinámica interna de la sociedad cubana comenzó a ser el pivote sobre el cual comenzaron a girar casi todas las acciones de la política norteamericana, apoyándose esta en las medidas siguientes:

  • Reducir a su mínima expresión la posibilidad de que Cuba hallara nuevos socios y mercados en el entorno internacional. Impidiendo a toda costa su reinserción económica internacional.
  • Aprobar la llamada Ley Torricelli, en 1992, que al mismo tiempo que eliminaba el comercio de Cuba con filiales de empresas norteamericanas en terceros países, logrado durante los años ochenta, proveía los pasos, mecanismos e instrumentos para hacer avanzar la llamada “Subversión pacífica interna”. [30]
  • Se desataba una feroz campaña dirigida a demostrar que las más altas autoridades cubanas estaban enroladas en el narcotráfico, tratando de demeritar totalmente las fuertes medidas tomadas por el gobierno y el liderazgo político de la Revolución. [31]
  • Ajustar la política norteamericana a la situación de emergencia que significaba el potencial derrumbe de la revolución cubana, fenómeno que debía producirse bajo el modelo de la Rumania de Ceacescu. [32]
  • Mientras que la Ley Torricelli llegó en 1992 para frustrar el comercio internacional de Cuba, el paquete legislativo de la llamada Ley Helms Burton, tenía como objetivo esencial, frenar toda posibilidad de que Cuba articulase e hiciera avanzar las relaciones con el capital extranjero. [33]
  • Al mismo tiempo, se adoptaban las medidas necesarias para revitalizar a la contrarrevolución interna, bajo el modelo de la llamada “subversión pacífica interna”. Los temas de derechos humanos, democracia y economía de mercado, tomaban un papel central en las exigencias que se hacían y aún se hacen a Cuba.
  • Con el advenimiento de la administraron de George Bush- hijo, y el derribo de las Torres Gemelas del World Trade Center, Cuba pasaba a formar parte del grupo de los 60 “rincones oscuros del mundo”, acusada de participar en el terrorismo y por tanto, objeto de la mas agresiva estrategia desatada por la política norteamericana., que solo recuerdan la agresión a Vietnam o la Crisis de Octubre.
  • En el 2004, la denominada Comisión Powell producía el “Documento” que orientaba como debía producirse la transición de la Isla, viéndose este posteriormente reforzado por la intervención de Condolizza Rice. Otros intentos ya se habían hecho. Pero estos documentos cuentan con un denominado “Anexo Secreto” y con la intención de acelerar el llamado Proceso de la Transición de Cuba hacia el pluripartidismo, la democracia liberal y la economía de mercado, bajo una estrategia de “Cambio de Reginmen” en Cuba.[34]

A partir de entonces, se ha adueñado y fortalecido dentro de la política norteamericana una visión, que pone los asuntos de la dinámica interna de la sociedad Cubana en el centro de las acciones, mecanismos e instrumentos para derrocar a la revolución.

Existe entonces un inventario de asuntos, tal vez cambiante hacia el futuro, sin los cuales el conflicto entre Cuba y Estados Unidos se nos haría hoy incomprensible. Tales asuntos a nuestro entender son: los siguientes:

1) El papel determinante que la dinámica interna de la sociedad cubana continuará desempeñando en la política de Estados Unidos contra Cuba.

2) La insistencia de Estados Unidos por perseguir la proyección externa de la política cubana, donde quiera y de cualquier signo con que ésta sea desplegada por el liderazgo político de La Isla, junto a la continua actividad de Estados Unidos por desprestigiar a la [35] revolución cubana. [36]

3) La continúa actividad encaminada a la eliminación física del máximo líder de la revolución cubana.

4) El continúo trabajo de los formuladores de política hacia Cuba, dentro de las administraciones norteamericanas, por mantener a nivel de instrumentos, de todos los dispositivos e instituciones, una matriz agresiva, única, de política para tratar a Cuba. Promovida también a nivel internacional, en correspondencia con el proceso de internacionalización del conflicto entre ambos países.

5) El accionar para endurecer continuamente la política de bloqueo contra Cuba, por medio de la persecución de los viajes, las sanciones y multas financieras, los obstáculos a las inversiones y de las relaciones comerciales. Es cierto que la Helms-Burton quito al Presidente la potestad de manejar la política de bloqueo, trasladándola al congreso; pero, la administración puede tomar medidas punitivas, como ha tenido lugar con el endurecimiento de las condiciones del comercio, la restricción a las remesas y los viajes en ambas direcciones.

6) La continúa alianza entre las administraciones norteamericanas y los sectores de la derecha cubano-americana, por hacer del congreso de los Estados Unidos, un instrumento de permanente legislación contra Cuba.

7) El permanente interés por profundizar el carácter transnacional de la agresividad económica contra Cuba.

 8) El continuo accionar de las administraciones norteamericanas por mantener y fortalecer a los sectores de extrema derecha de la llamada comunidad cubana en Estados Unidos, brindándoles todas las facilidades que les permitan, siempre agredir a la revolución cubana, tanto dentro de los Estados Unidos, como en el extranjero, conectándolos con la llamada disidencia interna en Cuba.

9) Mantener una permanente actividad de propaganda contra la revolución cubana, principalmente desde los dispositivos de mal llamadas Radio Martí y TV Martí.

 10) Estados Unidos se esfuerza continuamente por mantener una coordinación ideológica y política con sus aliados, especialmente los europeos, que más allá de las discrepancias respecto a la política hacia Cuba, existente en el campo económico, los mantenga articulados a una estrategia política para subvertir a Cuba. Reforzando este mecanismo con la articulación de una política contra Cuba, dentro de la cual un grupo de ex países socialistas, que liderados ahora por los Checos mantenga una perenne labor de hostigamiento contra Cuba a nivel internacional. [37]

La revolución cubana, lucha y tendrá que continuar luchando contra todos los escenarios anteriormente esbozados, tomando en consideración además, que Estados Unidos se ha propuesto restaurar su hegemonía y sobre todo, recuperar los espacios perdidos en su histórico traspatio, y que Cuba ocupa un espacio destacado dentro de esa estrategia agresiva.

Algo han cambiado las cosas desde que comenzó este conflicto, pero la agresividad continua, aunque la maquinaria no haa a logrado funcionar como Estados Unidos la diseño. Cuba se ha defendido.  Estados Unidos diseño política contra Cuba para un mundo, que si cambiaba a Cuba no le daría tiempo a sobrevivir para verlo. Pero resulta que hoy, es Estados Unidos el que está aislado con su política hacia la Isla. Cuba, por su parte, avanza, incrementando su capacidad de defenderse de manera integral. [38]

 No obstante, hoy la permanente tozudez de Estados Unidos por armarse, mantener la llamada guerra contra el terrorismo y haber activado recientemente la Cuarta Flota, para que se pasee por los mares del hemisferio, son el síntoma más evidente de cuáles son las intenciones de la extrema derecha norteamericana hacia el futuro inmediato. Esperamos que los desafíos que tienen ante sí, que son muchos y disímiles, los haga reflexionar acerca de la necesidad de rectificar el rumbo.

Al ganar la presidencia en el 2008, el candidato demócrata Barak Obama, se abre una nueva incógnita, acerca de cómo este podrá manejar la política hacia Cuba. [39]

Citas:

[19] Se trata solo de asuntos puntuales, que no representaron nada para el mejoramiento de las relaciones entre ambos países, las que eran particularmente tensas entonces. Siendo ese un momento en que se percibió como cercana la posibilidad de una invasión a Cuba.
[20] No obstante desde 1977 Fidel Castro tenia la preocupación de que las realidades políticas de Estados Unidos, a pesar de la actitud de Carter, impedirían normalizar las relaciones entre ambos países. 
[21] Ver: Memorando, Robert Pastor, a Zbigniew Brzesisnky, Consejo de Seguridad Nacional, 8 de marzo de 1977, Washington DC.
[22] Cuba y Estados Unidos negociaron hasta el mismo año de 1980.Ver: Conversaciones, entre Petter Tarnoff y Fidel Castro, 16 y 17 de enero de 1980.Dpto. de Estado Washington DC.
[23] Ver: Memo, Brezezinsky al Presidente Carter, Titulado: La URSS y Etiopia…31 de marzo de 1978, Anexo Clave, Washington D.
[24] Ver: Memo, 19 de marzo de 1977.Washington DC.
[25] Desde siempre Estados Unidos le “saco las castañas del fuego “a las elites políticas en Cuba, de aquí la confianza que siempre tuvieron de que en Cuba no podría ocurrir nada, que cuestionara el poder de Estados Unidos de mediar siempre de una manera exitosa.
[26] Ver. Cuba Socialista, No. 25, pp. 3-6
[27] Esta exigencia era una falacia basaba en la apreciación de que Cuba era u satélite de la URSS, usándola para desacreditar a Cuba. Sin embargo, ellos sabían que Cuba tenía una política exterior propia.Ver: Nota Confidencial. Memorando de Análisis Presidencial, NSC-6, 23 de mayo de 1978, firmado por Zbiniew Brzezinsky, punto 5.
[28] A Estados Unidos le preocupaba especialmente la colaboración militar entre Cuba y la URSS en Africa.
[29] Para ampliar ver: Revista Economía y Desararollo ¾, La Habana, Cuba 1996, pp. 91-111.
[30] El comercio de Cuba con las Filiales no representaba no mas de un 15 %, pero se trataba de productos que o llegaban tarde, o no era posible obtenerlos en el mercado socialista. Se dice que la llamada Ley Torricelli encerraba el eclecticismo, de que al mismo tiempo que eliminaba el comercio, inducía medidas de acercamiento que permitieran desplegar el llamado Carril II.
[31] Las fuertes medidas adoptadas por Cuba contra ante el fenómeno del narcotráfico, con el fusilamiento de altos oficiales de las FAR y del MININT eran demeritadas; Se acusaba a los lideres de la Revolución de estar enrolados en el delito y se desataba una fuerte campaña dirigida a desacreditar a Cuba.
[32] El derrumbe debía sobrevenir y se llenaron los hoteles de periodistas que lo esperaban. Rumania era el modelo que se avizoraba; el periodista norteamericano-argentino, Andrés Openhaimer, publicaba entonces, “La Hora final de Castro “.
[33] Pero la llamada Helms-Burton llegaba mas bajo el síndrome del temor de que en 1996 ya la economía cubana había salido de la crisis económica, comenzaban a llegar las inversiones extranjeras y había que frenar a toda costa el proceso de reinserción económica de Cuba .De aquí que las amenazas contenidas en el capítulo del Trafico, para sancionar a los potenciales inversionistas y la amenaza de negar las visas a los empresarios extranjeros que negociaran con Cuba, formaban el contenido esencial de esta ley, especialmente promovida por la derecha cubano-americana y alentada su firma, dentro de la administración Clinton, a partir de la provocación que trajo como consecuencia el derribo de las avionetas de Hermanos al Rescate  el 24 de febrero de 1996.
[34] Con tales medidas, la agresividad de la política norteamericana hacia Cuba ha retornaba a los peores momentos que es posible recordar y la Isla volvia a estar amenazada de sufrir una agresión militar por parte de Estados Unidos.
[35] A diferencia de lo que ocurrió en otras administraciones, la actual de geor5ge Bush- hijo, no permite la más mínima disidencia respecto a la política hacia Cuba, habiendo logrando crear un dispositivo dentro del cual todos actúan en la misma dirección contra la Isla. 
[36] La política norteamericana no ve con buenos ojos la labor humanitaria de Cuba en el mundo, comportándose ante ella, prácticamente, como algo amenazante para la hegemonía de Estados Unidos. De aquí los múltiples obstáculos que pone para que Cuba pueda desplegar esa labor.
[37] Los aliados de Estados Unidos, no lo siguen en la política de o tener relaciones economizas con Cuba. Esos son los casos particulares de Canadá, Inglaterra y otros, pero si comparten la estrategia norteamericana de hostigar a Cuba para hacerla cumplir los condicionamientos en terminas dé derechos humanos, pluripartidismo y las llamadas elecciones libres.
[38] Los procesos que tiene lugar en América Latina han venido en auxilio de Cuba, que ya no esta sola. Estados Unidos tiene que emplear sus fuerzas en muchas direcciones, ya no las puede concentrar todas en Cuba.  

[39] Ver del Autor, Dossier La Jiribilla, diciembre del 2008.

* Esteban Miguel Morales Domínguez. Miembro titular de la Academia de Ciencias de Cuba. Economista y Politólogo, Doctor en Ciencias Económicas, e Investigador en la Universidad de La Habana. Profesor de Economía Política de la Facultad de Economía. Licenciado en Economía. 

Ver I Parte:  El conflicto Cuba-EE.UU. desde el umbral del siglo XXI (I Parte)

El conflicto Cuba-EE.UU. desde el umbral del siglo XXI (I Parte)

El conflicto Cuba-EE.UU. desde el umbral del siglo XXI  (I Parte)


martes, 28 de mayo de 2019
5:09:58 p.m.  

Por el Dr. C. Esteban Morales Domínguez*

El conflicto entre Cuba y Estados Unidos no comenzó en 1959, como particularmente muchos ideólogos de ese país pretenden hacernos creer.
Ese conflicto comenzó desde el siglo XIX (1805-1823), cuando las administraciones norteamericanas comenzaron a formular políticas para poner en cautiverio preventivo a la nación que un día emergería de la entonces colonia de España. [1]

Es de sobra conocido que desde esa época Estados Unidos ya había diseñado la política a seguir con Cuba. Esta última tenía como núcleo esencial apoderarse de la Isla, conjuntamente con la Isla de Pinos y demás cayos e islas adyacentes, haciendo de ellas una extensión del territorio continental de la emergente nación norteamericana. Cuba, según la concepción geográfica de las elites de poder norteamericanas de la época, era el resultado de la sedimentación de las arenas del Mississippi.

  

Tales ideas estuvieron siempre presentes, con muy limitadas excepciones, formaron parte del pensamiento de los Padres Fundadores de la nación norteamericana, por lo cual la lucha que Cuba ha tenido que librar por más de 200 años para llegar a ser una nación independiente, no ha sido entonces solo contra una clase política o un conjunto de administraciones, sino más que ello, contra una cultura política dominante, dentro de la cual, el archipiélago cubano, siempre aparece como parte del territorio continental de la nación norteamericana .Por lo cual, resulta entonces aparecer como legitimo todo lo que se haga por recuperarla. 

Mientras Estados Unidos no lograra cumplir con las aspiraciones expresadas en la llamada “Doctrina de la Fruta Madura”, como corolario complementario de tal teoría, Cuba debía permanecer en las manos de España y ese principio primó en lo adelante en el comportamiento de ese país respecto a La Isla, guiando la actitud de los políticos norteamericanos, dentro de los acontecimientos que tuvieron lugar en Cuba durante todo el período colonial.

A organizar esta política se dedicaron casi todas las administraciones norteamericanas, desde Thomas Jefferson (1801- 1809), hasta William Mc Kinley (1897-1901) y Teodoro Roosevelt (1901-1909), que fueron los que finalmente lograron coronarla, con el tirunfo de apoderarse de la Isla.[2] Mientras ello no tuvo lugar. ¿Qué hicieron entonces las administraciones norteamericanas durante el periodo colonial? 

 

a) Trataron de comprar la Isla de Cuba a España en no menos de seis ocasiones. 

 b) Desarrollaron una política hacia Cuba, dirigida a sustituir a España en las relaciones económicas con la Isla, de modo que ésta pasó a tener una relación neocolonial con Estados Unidos, antes de dejar de ser colonia de España. 

 c) Se opusieron denodadamente a que Cuba quedara enrolada en los procesos independentistas de América Latina. Recordemos los frustrados esfuerzos de Simón Bolívar en 1826. [3] 

 d) Después de formular la política de la “fruta madura, con su corolario correspondiente, diseñaron la “Doctrina Monroe”: “América para los americanos”. A modo de afianzar su posición frente a las intenciones de Inglaterra especialmente. 

 e) Colaboraron abiertamente con España para evitar los intentos de los independentistas cubanos desde el territorio de los Estados Unidos, denunciando las actividades de los patriotas y frustrando expediciones, entre otros. 

 f) Presionaron sobre España para que ésta concediera la autonomía a Cuba. Como un modo de crear las condiciones internas en la Isla, para su posterior anexión. 

 g) Una vez iniciada la Guerra de Independencia en Cuba, desconocieron sistemáticamente a las instituciones independentistas en Cuba; el Ejército libertador, la Asamblea, etc. A tal punto llego ese desconocimiento, que prefirieron donar el dinero para el licenciamiento del Ejército Libertador, antes que reconocer a la Isla concediéndole un empréstito. 

 h) Inventaron el incidente de la voladura del acorazado Maine para intervenir en la Guerra Cubano-Española. Pues todo parece indicar que se trato de un autogolpe, o al menos obra de un descuido irresponsable y programado. 

 i) Manipularon la llamada Resolución Conjunta, aprobada por el Congreso norteamericano, convirtiéndola en un simple instrumento de intervención. [4] 

  j) Se inventaron una guerra que les permitió tratar a sus colaboradores, el Ejército Libertador, como enemigos y a los españoles, autonomistas y burócratas de la administración colonial, como aliados. A las tropas cubanas que colaboraron no les seria permitido entrar en Santiago de Cuba, que después se enterarían de esa infamia. 

k) El Tratado de Paris, por medio del cual España abandonaba a Cuba, se firmo sin la presencia de los Patriotas Cubanos.

l) Engañaron, manipularon, extorsionaron y se aprovecharon de las debilidades, sobre todo, filo anexionista de gente como Tomás Estrada Palma, Gonzalo de Quesada y otros, para finalmente licenciar al Ejército Libertador y disolver el Partido Revolucionario Cubano. Estrada palma, cobro el favor, accediendo a la presidencia de la Isla, a pesar de ser ciudadano norteamericano. 

m) Finalmente, implantarían la funesta Enmienda Platt, imponiendo el tipo de relaciones que debían existir con la Isla.

Los Estados Unidos sin embargo, no lograron anexarse a Cuba; la tozudez de España de no venderles la Isla todas las veces que se lo propusieron y las consecuencias que dejaron tres guerras de independencia en la conciencia y el cuerpo de la nación, le impidieron lograr que Cuba pasara a ocupar un lugar similar al de Puerto Rico.

Comienza a modificarse el escenario

Resultó algo diferente, cuando Estados Unidos formulaba su política para arrebatarle La Isla a España, a cuando a partir de 1898 tomó el control de Cuba, diseñando una república conveniente a sus intereses, a lo que tuvo lugar a partir de 1959, cuando una revolución nacional liberadora, agraria y antiimperialista tomó el poder en Cuba, comenzando a variar el modelo de república y de relaciones, que Estados Unidos había diseñado y aplicado por más de 60 años. 


Ahora se trataba de que la república comenzaba a remodelarse así misma a partir de una voluntad popular interna, en la que por demás, Estados Unidos no sólo perdía su capacidad de influir en los destinos políticos de la Isla, sino que perdía claramente la capacidad de facturar en Washington los asuntos importantes, e incluso, no importantes de la vida nacional cubana. Tratándose entonces de algo mucho más allá de lo que las elites políticas de ese país estaban en condiciones de entender y sobre todo de aceptar.

Estados Unidos frente a la Revolución Triunfante

Comenzaba un período nuevo para Cuba en sus relaciones con Estados Unidos. La revolución cubana triunfó en 1959,  al final del segundo mandato de la administración de Dwight E. Einsenhower (1953-1961). Todos los instrumentos de la Guerra Fría, inaugurada por el famoso memorando NSC-68 de George F. Kennan, las reminiscencias de la llamada “Doctrina Truman” y otros legados recibidos por la administración Eisenhower, matizaron el panorama político de la época.[5]

Einsenhower había apoyado al régimen del dictador Fulgencio Batista, desde que asumió la jefatura de Estados Unidos en 1953; por lo cual, no estaba en condiciones de entenderse con la Cuba que emergía a partir de enero de 1959.

Es por ello, que el advenimiento del triunfo revolucionario no conllevó un nuevo diseño de la política norteamericana hacia Cuba, sino su total continuidad; dado que el equipo presidencial que había fracasado tratando de hallar una alternativa para frustrar la toma del poder por las fuerzas revolucionarias, era el mismo que tenía entonces que entenderse con la Cuba de Fidel Castro.

Eso explica que la política agresiva desplegada en 1958, para sustituir al Dictador Fulgencio Batista, por un “candidato plausible”, ahora se empleaba con la pretensión de eliminar al máximo líder de la revolución Cubana; y que el núcleo rector de tal política fuera entonces, “si no pudimos evitar que tomaran el poder, al menos podemos evitar que lo consoliden”.[6]

Luego, la actividad contrarrevolucionaria de Estados Unidos contra Cuba había comenzado antes del triunfo de la revolución cubana y entre 1959-1961, se caracterizó por el diseño y puesta en práctica de un conjunto concepciones y acciones, entonces dirigidas a evitar a toda costa la consolidación de la toma del poder político por parte de las fuerzas revolucionarias en Cuba.

Tales pretensiones políticas y acciones agresivas, abarcaron un espectro tan amplio que, casi 50 años después, prácticamente no hay nada nuevo que diseñar o poner en práctica para agredir a Cuba, que ya no haya sido puesto en práctica por la administración de Einsenhower en esos años [7].

Es decir, la esencia de la matriz política que las administraciones norteamericanas, han continuado aplicando contra Cuba hasta hoy (excepto en la administración deJames Carter) surgió con la administración de Dwight E. Einsenhower [8].

La política de Kennedy

Hacia el comienzo de la administración de J.F. Kennedy, ya se puso de manifiesto que con Cuba nada cambiaría. Durante la campaña, el nuevo presidente, había calificado a los contrarrevolucionarios como “luchadores por la libertad”, pidiendo apoyo para ellos y asumiendo los planes de invasión heredados de Einsenhower.

La CIA entonces asumió un astuto juego para liderar los planes de invasión y enrolar a Kennedy lo más posible en ellos, tratando de que el presidente se viese finalmente obligado a lanzar los Marines contra Cuba. A su vez, el 3 de enero de 1961, el gobierno norteamericano rompía relaciones con la Isla, lo cual era una aspiración también heredada de la administración anterior.

Kennedy, no solo siguió las acciones diseñadas por su antecesor, sino que también aporto el llamado “libro blanco”, donde se situaba a Cuba como un “satélite de la URSS”, como “revolución traicionada” y “peligro presente en el hemisferio”, continuando junto a ello la política de sabotajes, ataques piratas y planes de asesinatos de los líderes de la revolución. [9]

La invasión de Girón, a pesar del factor sorpresa, finalmente fue un rotundo fracaso para la administración de Kennedy; acontecimiento que le permitió al presidente comprobar que sus preocupaciones respecto a las instituciones de su gobierno no eran infundadas, y hasta que punto había sido mal asesorado, e incluso engañado, por sus colaboradores más cercanos.

Girón fue una derrota de Estados Unidos en su confrontación con la revolución cubana, un descalabro para el aparato institucional, en particular el de defensa, agravado esto por la visión idílica que Kennedy tenía de la CIA. La estructura de poder vertical no funcionó, como tampoco funciono la intención del presidente de que el Pentágono fiscalizara la preparación de la invasión, por haber sido esto siempre obstruido por la CIA.

Entonces, si el plan de la invasión de Girón había sido asumido por el presidente como una herencia, la derrota se convertía en una fuerte humillación personal, de la cual Kennedy sentía que debía desquitarse. [10]

La dirección cubana, como resultado del descalabro sufrido por Kennedy, estuvo siempre consciente de que algo muy serio y en gran escala se preparaba contra Cuba; que los preparativos avanzaban y que las fechas de una posible invasión armada, apoyándose en el ejército norteamericano, coincidían con los días finales del mes de octubre de 1962.En esta ocasión, la sorpresa de Girón no funciono, Cuba se preparaba para lo que sabia se avecinaba. [11]

La llamada entonces “Operación Mangosta”, el plan subversivo más grande puesto en marcha contra Cuba, después de Girón, funcionaba como un instrumento de ablandamiento, que debía preparar las condiciones para la operación en gran escala. [12]

Por tanto, consideramos, que no haber estado precedidos de esos peligros mortales que se cernían sobre la Isla, los cohetes nucleares de alcance medio, nunca habrían emergido como una alternativa para la defensa para Cuba. Ni aún con la aspiración de buscar el equilibrio estratégico; pues el precio a pagar por el peligro de los cohetes en Cuba, solo era asimilable sobre la base de que ellos sirvieran para equilibrar el poderío nuclear estratégico del campo Socialista con el de Estados Unidos, pero al mismo tiempo, para desempeñar un fuerte papel disuasivo – defensivo, frente a las entonces claras y comprobadas intenciones de Estados Unidos de invadir a Cuba en gran escala. [13]

Lo que comúnmente se le llama Crisis de los Misiles, entonces, no comenzó ni duró el tiempo que los cohetes permanecieron en Cuba, al decir de Robert Kennedy 13 dias, sino que se prolongo mas allá, y fue la consecuencia de la acumulación de todos los actos de agresión que Estados Unidos había desplegado contra Cuba.

Constituyó un error moral, ético y político estratégico de la Dirección Soviética, dejar a Cuba al margen de la negociación con Estados Unidos, para la retirada de los cohetes. De no haberlo hecho así, ello hubiera servido a la URSS para fortalecer su posición frente a Estados Unidos.

Además de lograr quedar bien con su aliado estratégico, aunque fuera un País pequeño, tal y como correspondía a las relaciones entre Cuba y la URSS, y a la confianza que la dirección cubana había depositado en ellos. Como si fuera poco, habría sido posible vencer a Estados Unidos en la confrontación política producida por la crisis. [14] Dado que tanto políticamente, como moralmente, cuba tenía el pleno derecho a contar con las armas necesarias para su defensa, aunque se tratara de cohetes nucleares, y estuviesen a noventa millas del territorio de estados unidos.

De haber prevalecido la concepción cubana, esgrimida desde el principio, por Fidel castro, tanto respecto a la instalación de los cohetes, de no hacerlo en secreto, como sobre los términos y el momento en que debió negociarse su retirada, la conclusión de la crisis de octubre hubiese servido de base para resultados de fondo en el desenvolvimiento ulterior de la confrontación Cuba-Estados Unidos. [15] Evitando así que Kennedy sacara el mayor provecho de esa confrontación.

Los indicios de que percepciones se tenían sobre la conclusión y los acontecimientos políticos que llevaron a la crisis de octubre, no podemos definirlos en su totalidad. Sin embargo, todo parece indicar que J.F Kennedy era lo suficientemente inteligente como para darse cuenta de que él no había sido el triunfador en esa crisis, sino que Kruschov era el que la había perdido.

Pensamos que J.F. Kennedy fue lo suficientemente agudo como para percatarse, poco tiempo antes de ser asesinado, que las experiencias de la confrontación con Cuba, habían sido lo suficientemente aleccionadoras como para tratar de buscar un nuevo modo de entenderse con La Isla.

Habían transcurrido casi cinco años de ardua, agresiva y peligrosa confrontación entre ambos países. Los ingentes esfuerzos de Einsenhower por derrocar a la revolución desde la cuna; las bandas contra revolucionarias operando dentro de Cuba, la invasión de Girón, la feroz campaña internacional por desacreditar a Cuba y excluirla del hemisferio, el feroz bloqueo económico, la Operación Mangosta y la crisis de octubre, no habían sido suficientes. Casi todo había sido probado para destruir a la revolución cubana. ¿Qué más se podía hacer, sino tratar de explorar la posibilidad de convivir con un país socialista a noventa millas de las costas de Estados Unidos?

Al parecer, eso pensaba J.F. Kennedy cuando envió al periodista Jean Daniel a conversar con Fidel Castro. Entrevista que se estaba celebrando en La Habana, precisamente, el fatídico momento del 22 de noviembre de 1963, en que como resultado de una conspiración, J.F. Kennedy era asesinado en Dallas.


¿Buscaba entonces Kennedy, realmente, un nuevo modo de entenderse con Cuba, aceptando la existencia de la revolución cubana, o exploraba entonces sobre el modo de fraguar una nueva estrategia política contra Cuba, sin dejar de lado el objetivo esencial de derrocar a la Revolución? Sobre ese particular, no tenemos una reflexión por parte de Fidel Castro, y ya el presidente Kennedy no nos lo podrá esclarecer.Tal vez la desclasificación de los documentos de su asesinato nos aporten algo en el futuro. [16]

No obstante, lo cierto es que el gesto de Kennedy quedó como un antecedente, de lo que otra administración demócrata, la de James Carter (1977-1981), retomaría más tarde.

Sin dudas, los años 1959-1963, dejaron un conjunto de acontecimientos que marcaron pautas insoslayables para el análisis de la confrontación entre Cuba y Estados Unidos. Pareciendo, como si la muerte de Kennedy hubiese truncado la posibilidad de comenzar una etapa nueva, que finalmente, por razones obvias, no sabemos lo que pudo haber producido. [17]

Sintetizar lo que ocurrió después, no puede entrar en el breve espacio de que disponemos para este ensayo. Sin embargo, cinco parámetros básicos o constantes históricas, nos ayudaran a comprender, al menos de modo general, que fue lo que tuvo lugar. Estas constantes, a mi entender, son las siguientes:

1) La agresividad, ha sido siempre la constante fundamental del conflicto entre ambos países.

2) Cada administración norteamericana ha querido siempre imprimir su sello en la política hacia Cuba.

3) El foco de la política (interno o externo) siempre ha sido un factor importante al momento de determinar el tipo de medidas e instrumentos utilizados dentro de la confrontación.

4) Siempre que Estados Unidos ha tenido algo de su interés a negociar con Cuba, se rompe el bloqueo ideológico y ambos van a la mesa de negociaciones.

5) Siempre que la extrema derecha de la llamada Comunidad Cubana, considera o percibe que se está produciendo algún acercamiento entre ambos países, actúa para eliminar toda posibilidad de mejoramiento de las relaciones.

En la segunda parte y final nos referiremos sintéticamente a algunas de estas constantes.

Citas:

[1] Se conoce que desde los años del comienzo de Estados Unidos como nación, cuando aun eran solo 13 colonias en la Costa este, ya se producían incursiones que trataban de ocupar territorio en la Isla.
[2] Tal vez con la excepción de Abraham Lincoln, sobre el cual, se desconoce que personalmente haya sostenido tal actitud respecto a Cuba. 
[3] Se conoce de los esfuerzos del Libertador Simón Bolívar, al calor del Congreso de 1826 por enrolar a Cuba en los procesos de la Independencia Latinoamericana.
[4] El 19 de abril de 1898; pero en ella, mientras se consignaba la entrada de las tropas norteamericanas, sin embargo, no decían cuando se irían. Lo cual la convirtió en un instrumento de manipulación casi perfecto.
[5] Para ampliar sobre este aspecto, ver: Carlos Alzogaray, “Crónica de un Fracaso Imperial “, Editorial Ciencias Sociales, 2000, pp.47-69.
[6] Eisenhowrer se caracterizo siempre por el aquello de “Gatica Maria Ramos, la que tira la piedra y esconde la mano”. Siempre interesado en tener la posibilidad de desmentir si se le acusaba de algo De el se conoce el termino de las llamadas “razones plausibles”.
[7] Para ampliar ver: Esteban Morales, Revista Cuba Socialista No. 25, 2002, pp.4-6.La invasión por Playa Girón, fue diseñada por la administración de Eisenhower; Kennedy la recibió como herencia.
[8] En el breve espacio de que disponemos, solo podremos caracterizar a muy grandes rasgos tal continuidad de política, según las administraciones .Sintetizando los aspectos más relevantes.
[9] Para ampliar, ver Esteban Morales, Cuba Socialista No. 25, pp. 9-10.
[10] Para ampliar, ver Esteban Morales, Cuba Socialista No. 25, pp. 12-13-
[11] Para ampliar sobre esto ver: Esteban Morales “Crisis de los Misiles o Crisis de Octubre” .Revista Contracorriente No. 20, 2004.
[12] Para ampliar, ver Esteban Morales, Cuba Socialista No. 25, pp. 15-20
[13] Para ampliar, ver Esteban Morales, Cuba Socialista No. 25, pp. 24-26
[14] Para ampliar Ver: Esteban Morales: ¿Crisis de los Misiles o crisis de octubre? Revista Contracorriente No. 20, La Habana, Cuba, 2004, pp.20-24
[15] Para ampliar Ver: Esteban Morales, “Crisis de los Misiles o Crisis de Octubre “, Revista Contracorriente No. 20, 2004, La Habana, Cuba, pp.20-22.
[16] Fidel Castro ha hablado sobre este asunto .Incluso tuve la oportunidad de participar junto a Senador George .Macgover, y los profesores Fred Holbord y Richard Wallace en una conversación en 1985, en la que el jefe de la Revolución se refirió a la Crisis de octubre, a una insistencia de sus interlocutores, pero no dijo nada al respecto. Fidel Castro siempre ha tratado con mucho respecto a J.F.Kennedy. Para ampliar ver: Ignacio Ramonet. “Cien Horas con Fidel “. Tercera Edición. Publicaciones del Consejo de Estado, La Habana, 2006, pp.307-329.
[17] Cualquier análisis del Conflicto Cuba- Estados Unidos se hace incomprensible sino se va a esos tumultuosos e iniciales años.


La “victoria” comercial de Trump con China costará a los Estados Unidos

La “victoria” comercial de Trump con China costará a los Estados Unidos


miércoles, 27 de febrero de 2019
5:43:32 a.m. 

El presidente de los EE. UU. Probablemente se conformará con concesiones menores en una negociación de alto nivel, esta vez con consecuencias a largo plazo. 

Donald Trump cree que está a punto de anotar otra gran victoria en el comercio, esta vez con China. El progreso en las conversaciones con Pekín, afirma, ha sido tan “sustancial” que retrasó el inminente plazo del 1 de marzo y es probable que se dirija a una cumbre con el presidente de China, Xi Jinping, para finalizar un acuerdo tan esperado.

Sin embargo, esta última “victoria” se perfila como una victoria típica de Trump: mucho, mucho más humo que fuego. Y las posibles consecuencias podrían ser costosas: un daño a largo plazo para la credibilidad de los Estados Unidos con China y, más ampliamente, dentro de todo el orden económico mundial.

Hasta ahora, los negociadores de Trump parecen haber avanzado en las compras a gran escala de productos estadounidenses por parte de los chinos para reducir el déficit comercial, algunas medidas de apertura del mercado para las empresas estadounidenses, el compromiso de no manipular el yuan, y quizás una mejor protección de la propiedad intelectual de los Estados Unidos.

No obstante, el progreso se ha dado en áreas que pueden significar poco para China, como la reducción del déficit comercial, o que ya están en línea con la política china general, como en la mejora de los derechos de propiedad intelectual. Hasta el momento, la delegación china parece haber esquivado hábilmente las concesiones que forzarían cambios fundamentales en la agenda política central de Beijing y en el sistema económico dirigido por el estado. Por supuesto, las conversaciones aún están en curso, por lo que son posibles nuevos avances.

Pero, como Trump parece cada vez más decidido a cerrar un trato, son cada vez más improbables. Eso significa que el acuerdo comercial de China seguirá con toda probabilidad un patrón demasiado familiar: Trump habla en grande pero se conforma con poco.

El año pasado, vendió un acuerdo de libre comercio revisado con Corea del Sur como “nuevo” cuando los cambios eran cosméticos. Más allá de un par de ajustes sin sentido en el comercio de automóviles, Trump logró chantajear a Seúl para que impusiera un cupo a las exportaciones de acero a los Estados Unidos.

Las revisiones en el reemplazo del Tratado de Libre Comercio de América del Norte son más sustanciales, especialmente en el comercio de automóviles, lácteos y digital. Pero el pacto revisado, el Acuerdo Estados Unidos-México-Canadá, no es un cambio de juego.

Como lo explicó Claude Barfield, académico residente del American Enterprise Institute, hay “grandes secciones del antiguo TLCAN que no se tocaro” en la actualización, y el nuevo acuerdo “realmente no afectará los flujos comerciales”. La mezquindad parte con la que Trump trató a los aliados de Corea del Sur, Canadá y México en las negociaciones comerciales fue lo suficientemente mala para la reputación de Washington. Las consecuencias del acuerdo con China podrían ser mucho más graves.

En primer lugar, la estrategia de Trump de hablar en voz alta y llevar un bastón pequeño solo hará que sea más difícil negociar con China en el futuro. Su ascenso reforzará la percepción entre los líderes chinos de que pueden sobrevivir a los políticos estadounidenses elegidos, sin importar cuán combativos parezcan, quienes eventualmente se marchitarán bajo presiones políticas a corto plazo. Eso significa que la próxima vez que Washington se queje sobre las prácticas comerciales chinas, lo que es inevitable, dada la naturaleza probablemente incompleta del acuerdo actual, Beijing se resistirá aún más a hacer concesiones importantes.

Más importante aún, Trump está, en ciertos aspectos, impulsando la política económica china en la dirección equivocada exacta. Claramente, esas grandes compras de productos agrícolas, energía y otros productos estadounidenses prometidos por Beijing solo pueden ocurrir si están organizadas por el estado chino, lo cual pone a Washington en la incómoda posición de exigir a los burócratas chinos que dominen los mercados y distorsionen los flujos comerciales en nombre de los EE.UU.

Lo que las compañías estadounidenses realmente quieren es sacar al estado chino del camino, permitir que las fuerzas del mercado y la empresa privada tengan un mayor dominio en la economía china. Sólo entonces China se convertirá en un lugar más abierto y justo para hacer negocios. Por lo tanto, el precio final para estas ventas adicionales de soya es bastante elevado: principios económicos básicos de los Estados Unidos.

Desde el final de la Segunda Guerra Mundial, los Estados Unidos han tomado la delantera en la formación de un orden internacional basado en la libre empresa, los mercados abiertos y la integración pacífica. Trump, también, ha afirmado que sus políticas están destinadas a crear un comercio “justo” al destruir las barreras restantes. Sin embargo, el acuerdo con China está exponiendo su disposición a sacrificar los ideales estadounidenses de larga data para obtener ganancias políticas a corto plazo.

Trump podría empeorar las cosas si interfiere en el caso presentado por el Departamento de Justicia de los Estados Unidos contra el director financiero de Huawei Technologies Co. Ltd., como ha sugerido, para firmar un acuerdo comercial. Eso socavaría la posición del sistema legal de los Estados Unidos en todo el mundo.

Sin embargo, incluso si no llega tan lejos, Trump está debilitando la capacidad de Washington para influir en el orden económico global al reducir tanto la influencia como la autoridad de los EE. UU. Y ten por seguro que el mundo está mirando. Como Trump parece estar listo para sumergirse en otra guerra comercial, esta vez con Europa y Japón por automóviles, sus responsables políticos son muy conscientes de la brecha entre sus objetivos declarados y los resultados reales. La búsqueda de Trump de grandes “victorias” en el comercio amenaza con dejar a los Estados Unidos un perdedor más grande.

(Fuente: Bloomberg)

 

 

 

Los golpes de Estado apoyados por EE.UU. en Latinoamérica desde 1948

Los golpes de Estado apoyados por EE.UU. en Latinoamérica desde 1948

 

sábado, 23 de febrero de 2019
1:04:36 a.m. 

Washington ha propiciado cambios de gobierno en casi todos los países de la región. 

EE.UU. ha jugado un papel preponderante en decenas de golpes de Estado por todo el mundo, algo que América Latina conoce muy bien.

Pese a que Washington negó en su momento su participación en los derrocamientos de gobiernos, los documentos desclasificados años más tarde por sus mismas instituciones revelan lo contrario.

Recientemente, Venezuela denunció un golpe de Estado en marcha en el país, organizado por EE.UU., luego de la autoproclamación del diputado Juan Guaidó como "presidente encargado". El parlamentario anunció que el próximo sábado forzarán el ingreso de "ayuda humanitaria" a territorio venezolano, algo que Caracas ha calificado como un "show" para justificar una "intervención militar" y deponer al Gobierno de Nicolás Maduro.

Venezuela 1948 y 2002

  • El 24 de noviembre de 1948 fue depuesto en Venezuela el entonces presidente Rómulo Gallegos, tras 9 meses en el poder, ocupando su lugar una Junta Militar de Gobierno. En el Manifiesto a la Nación que circuló días después, el gobernante derrocado informó que en un cuartel de Caracas un miembro de la Misión Militar de EE.UU. dio asesoría a los golpistas. Más adelante, a su llegada a Cuba, en calidad de exiliado, dijo: "Este golpe tiene olor a petróleo", en alusión a los intereses de Washington en territorio venezolano.
  • EE.UU. también participó en el golpe de Estado, perpetrado el 11 de abril de 2002, contra el presidente Hugo Chávez, quien retomó el poder dos días después. Documentos desclasificados en 2006 por la Agencia de EE.UU. para el Desarrollo Internacional (USAID, en sus siglas en inglés) revelaron que grupos políticos opositores al Gobierno de Caracas recibieron financiación estadounidense, entre otros la Fundación Nacional para la Democracia (NED, por sus siglas en inglés), entidad financiada por el Congreso estadounidense.

 

 

Paraguay 1954

En mayo de 1954, el general Alfredo Stroessner encabezó un golpe de Estado en Paraguay contra el presidente Federico Chaves, del Partido Colorado. Se conformó una Junta de Gobierno y se convocaron elecciones que el golpista ganó sin oposición. Tomó el poder en agosto de ese año y extendió su mandato hasta 1989.

En el libro ’Paraguay y EE.UU.: Aliados distantes’, los estadounidenses Frank Mora y Jerry Cooney revelan que Stroessner realizó una gira por varias unidades militares estadounidenses entre mayo y junio de 1953, invitado por el entonces secretario del Ejército, Robert Stevens. También señalan que una vez instaurada la dictadura, Paraguay figuraba entre los tres principales receptores de ayuda estadounidense en América Latina entre 1954 y 1961. 

Guatemala 1954


En junio del mismo año se concretó el golpe de Estado contra el presidente guatemalteco Jacobo Árbenz. Documentos desclasificados por EE.UU. en la década de 90 y colgados en la página de la Oficina del Historiador del Departamento de Estado, revelaron que el golpe fue organizado por la estadounidense Agencia Central de Inteligencia (CIA). El mandatario, al frente de Guatemala desde marzo de 1951, había puesto en marcha políticas que daban mayor control del Estado sobre las riquezas guatemaltecas, así como la reforma agraria, lo que afectaba los intereses de la United Fruit Company (UFC), que tenía miles de hectáreas en el país centroamericano.

República Dominicana 1963

En septiembre de 1963, el entonces presidente democrático de República Dominicana, Juan Bosch, fue derrocado siete meses después de haber asumido el poder.

Siete años después del golpe, Bosch dijo en varias alocuciones en la radio Tribuna Democrática —que recoge el Partido de la Liberación Dominicana— que el golpe "fue ordenado por la Misión Militar norteamericana".

Brasil 1964

El 31 de marzo de 1964 Brasil fue escenario de un golpe de Estado perpetrado por oficiales militares contra el presidente João Goulart, inaugurando un periodo de 21 años de dictadura.

Documentos de la organización independiente Archivo de Seguridad Nacional revelaron en 2014 que el entonces presidente estadounidense, John F. Kennedy, estableció contactos con las fuerzas armadas brasileñas para preparar el golpe militar, y que tras su asesinato (en 1963), la Administración de Lyndon B. Johnson brindó su apoyo.

 

Argentina 1966 y 1976

  • En junio de 1966 fue derrocado el mandatario Arturo Illia, en un golpe perpetrado por su antiguo jefe del Ejército Juan Carlos Onganía. Documentos desclasificados de la CIA, citadospor el diario argentino La Voz, señalan que el comandante del primer cuerpo de Ejército, general Julio Alsogaray, habría puesto al tanto de la fecha aproximada del golpe, del nombre de los oficiales involucrados y de las características del nuevo gobierno a los agentes de la Agencia Central de Inteligencia estadounidense destacados en Buenos Aires.
  • En 1976 se produce otro golpe, esta vez contra la entonces presidenta María Estela Martínez de Perón. "Los preparativos del golpe están listos. Los buques y los integrantes de la Armada ya han sido desplegados en puntos estratégicos a lo largo del país para controlar posibles disturbios después de la toma de poder", dice uno de los informes, desclasificado en 2016, que la CIA envió al entonces mandatario estadounidense Gerald Ford, el 5 de marzo de 1976, 19 días antes del derrocamiento.

Bolivia 1971

El 21 de agosto de 1971, el militar Hugo Banzer Suárez encabezó el golpe de Estado contra el también militar Juan José Torres, quien es recordado como un nacionalista y revolucionario boliviano.

Varios documentos, desclasificados en 2010 y colgados en la página de la Oficina del Historiador del Departamento de Estado de EE.UU., revelan la participación de Washington en el golpe, con la anuencia directa del presidente Richard Nixon y el secretario de Estado Henry Kissinger.

 

Uruguay 1973

Dos años después de lo sucedido en Bolivia, la CIA participó activamente en el golpe de Estado en Uruguay.

La acción fue liderada por el entonces presidente, Juan María Bordaberry, con el apoyo de las Fuerzas Armadas. Tras disolver las cámaras de Senadores y Representantes del Congreso uruguayo y establecer un gobierno de facto, se mantuvo como mandatario hasta 1976, siendo sucedido por otros militares, que continuaron la dictadura hasta 1985.

En su libro ’Deadly Deceits: My 25 years in the CIA’ (’Engaños mortales: Mis 25 años en la CIA’), el exagente Ralph W. McGehee reveló que cuatro años antes del golpe las autoridades estadounidenses enviaron a Uruguay al agente del FBI Dan Mitrione, quien asesoró a los agentes locales en materia de tortura a los subversivos; motivo por el cual fue secuestrado y asesinado por los grupos revolucionarios.

También comenta que la CIA prestó colaboración antes y durante la dictadura. En particular, sostiene que estuvo asociada en Uruguay "a los escuadrones de la muerte" y que "tuvo un control sobre las listas de los más importantes activistas de la izquierda", entregando nombres de sus familias y amigos.

Chile 1973

Documentos desclasificados entregados al Museo de la Memoria y los Derechos Humanos de Chile y publicados por el Archivo de Seguridad Nacional revelaron que EE.UU. intervino en la desestabilización del Gobierno de Salvador Allende y en su derrocamiento en septiembre de 1973, y que colaboró con la posterior dictadura militar que encabezó Augusto Pinochet.

El Salvador 1979

El 15 de octubre de 1979 fue derrocado el mandatario salvadoreño, Carlos Humberto Romero, en un golpe de Estado encabezado por jóvenes militares. Este episodio generó una posterior guerra civil que se prolongó durante 12 años y dejó un saldo de al menos 70.000 muertos y otros miles de desaparecidos.

En un documento publicado en el portal AlterNet, el periodista Alex Henderson señala que EE.UU. apoyó a la junta militar que se instauró. Ese gobierno de facto usó escuadrones de la muerte que fueron creados, entrenados, armados y supervisados por la CIA y por fuerzas especiales estadounidenses.

Panamá 1989

El 20 de diciembre de 1989 más de 20.000 soldados de EE.UU. entraron por tierra, mar y aire a Panamá, en una operación que se denominó ’Causa Justa’ y que tenía por objetivo capturar a Manuel Antonio Noriega, último militar en dirigir la dictadura que se había instaurado en el país desde 1968.

Noriega había pasado de ser aliado de EE.UU. y colaborar con la CIA y la Administración para el Control de Drogas​ (DEA), a convertirse en su enemigo; luego de, entre otras cosas, cerrar la Escuela de las Américas de EE.UU., academia militar donde se formaron varios dictadores de América Latina y que funcionaba en territorio panameño desde 1946.

Antes de la invasión, EE.UU. conspiró contra Panamá en otras áreas, con el objetivo de generar mayor desestabilización. En abril de 2017, el analista internacional Julio Yao escribió  en La Estrella de Panamá que en 1989 tuvo conocimiento de un documento denominado ’Memorándum secreto-sensitivo del Consejo de Seguridad Nacional’, del 8 de abril de 1986, que determinaba la política de Washington contra Panamá y que incluía "una campaña de acciones encubiertas para desestabilizar" al país centroamericano, acusando a las Fuerzas de Defensa, "particularmente al general Noriega, de tráfico de drogas".

Perú 1992

El 5 de abril de 1992, el entonces presidente de Perú, Alberto Fujimori, realiza un "autogolpe" de Estado en su país, con el respaldo de las Fuerzas Armadas. el mandatario disolvió al Congreso y encarceló a todos los miembros de la Suprema Corte de Justicia.

El autogolpe estuvo apoyado por su asesor presidencial y jefe sel Servicio de Inteligencia Nacional del Perú Vladimiro Montesinos. Según un cable secreto del 16 de agosto de 1990 dirigido por la embajada de EE.UU. en Lima al Departamento de Estado, la Administración para el Control de las Drogas (DEA) y la Agencia de Inteligencia de la Defensa (DIA), al que tuvo acceso el diario peruano La República, desde entonces ya las autoridades estadounidenses estaban al tanto del futuro golpe.

Una investigación del ’The Center for Public Integrity’, con sede en Washington, reveló el estrecho vínculo entre Montesinos y la CIA. La agencia estadounidense le suministró entre 1990 y el 2000 no menos de 10 millones de dólares en efectivo.

Haití 2004

El 29 de febrero de 2004, el presidente de Haití, Jean-Bertrand Aristide, fue obligado a abandonar su país.

Desde la República Centroafricana, donde fue llevado, Aristide declaró que un grupo de "militares" estadounidenses había acudido a su residencia en Puerto Príncipe y lo obligó a firmar un documento a través del cual cedía el poder. Señaló que lo amenazaron con disparar a la población si se negaba a hacerlo.

"Estaban listos para atacar. Miles de personas habrían sido asesinadas. Yo no podía haber permitido eso", comentó.

Honduras 2009

En junio de 2009 se perpetró otro golpe de Estado, esta vez en Honduras, contra el presidente Manuel Zelaya.

 

Un año después del hecho, Zelaya dijo que, aunque EE.UU. negó su vinculación con el derrocamiento y la Embajada de Washington condenó el hecho, la Casa Blanca estuvo detrás.

"Los autores intelectuales de este crimen obedecen a una asociación ilícita de los viejos halcones de Washington con hondureños, propietarios de capitales y sus socios de subsidiarias, norteamericanas y agencias financieras", mencionó el exmandatario en esa oportunidad.

(Fuente: RT/Edgar Romero)

 

 

 

 

17 años de Guantánamo, la maniobra de la confusión legal donde EEUU eliminó el Estado de derecho

17 años de Guantánamo, la maniobra de la confusión legal donde EEUU eliminó el Estado de derecho


domingo, 13 de enero de 2019
1:31:03 p.m. 
 

  • EEUU creó la cárcel de Guantánamo alegando que los terroristas son combatientes ilegales sobre los que no se aplica el derecho humanitario.
  • Este 11 de enero se cumplieron 17 años desde que abrió la prisión, por donde han pasado 779 detenidos. Actualmente hay recluidas 40 personas.
  • "Es una sensación horrible pensar que el mundo permite a EEUU crear un pequeño régimen torturador", cuenta un antiguo preso. 

(Foto: Soldados estadounidenses hacen ejercicio en la base militar de Guantánamo. MC JOSHUA NISTAS/ZUMA PRESS) 

Guantánamo nació como una estrategia basada en la confusión del limbo legal. Un laberinto levantado sobre dos pilares endebles: que los terroristas son combatientes ilegales sobre los que no se aplica el derecho internacional humanitario y que, estando fuera del territorio soberano estadounidense, los tribunales nacionales tendrían más difícil reivindicar su autoridad para juzgar lo que allí iba a ocurrir. Pilares que el Tribunal Supremo derribó años más tarde. 

"Acepto la conclusión legal del Departamento de Justicia y determino que ninguna de las provisiones de los Convenios de Ginebra se aplican en nuestro conflicto con Al Qaeda", señaló el presidente Bush a principios de 2002. La prisión de Guantánamo llevaba un mes abierta. Allí, el Gobierno pretendía encerrar a "lo peor de lo peor" sin que fuesen necesarias acusaciones formales, juicios y pudiendo utilizar la tortura para obtener información. Un agujero negro en el país de los ’checks and balances’ donde no llegase el imperio de la ley.

 

Desde entonces han pasado por allí 779 presos, de los cuales aún quedan 40. Durante este periodo, la cárcel de Guantánamo estuvo moribunda, pero nunca dejó de respirar. Gracias a Trump, ha vuelto a coger aire y parece poco probable que el presidente deje salir de allí a nadie más. Cinco de los 40 reclusos están encerrados a pesar de haberse autorizado su puesta en libertad. Este mes se cumplen 10 años desde que Obama ordenó, sin éxito, el cierre de la prisión, pero también se cumple uno desde que el actual presidente revocó aquel papel mojado de su predecesor. En sus dos años de mandato, Trump solo ha sacado de allí a un preso. 

De las 779 personas que han sido encarceladas en Guantánamo, 21 eran menores, el más joven de 13 años. El preso más mayor tenía 89 años. Solo uno de todos ellos ha sido juzgado en un tribunal estadounidense. "Uno se pregunta por qué querrían esconder a gente del sistema judicial de EEUU y solo se puede llegar a la conclusión de que lo que quieren es abusar de ellos", señala el fundador de Close Guantanamo, Andy Worthington. 

"17 años después, la prisión de Guantánamo no solo ha sido un caro desperdicio de esfuerzos, sino que ha sido contraproducente en la guerra contra el terrorismo. La naturaleza evidente del campo y el maltrato a los presos ha sido un golpe de propaganda para los terroristas de todo el mundo", señala el académico Richard Jackson. "También ha debilitado el mensaje de Occidente del respeto a los derechos humanos y la lucha por la libertad y la democracia. Ha sido un completo desastre", añade. 

"Solo en las dictaduras la sospecha es suficiente"

 

Mohamedou Slahi es una de las 779 personas que ha pasado por Guantánamo. Originario de Mauritania, Slahi pasó 14 años en la prisión y fue liberado en 2016. "Recibí una llamada de mi primo, que trabajaba con Osama Bin Laden, y su teléfono estaba pinchado. Mi primo necesitaba ayuda para enviar dinero a su padre, que estaba enfermo. Además, siendo joven visité Afganistán. Entonces el Gobierno de EEUU concluyó que yo debía ser un terrorista, lo que es 100% falso, pero tuvieron que torturarme para que confesase", cuenta Slahi. 

"Es una sensación horrible pensar que el mundo permite a EEUU crear un pequeño régimen torturador en Guantánamo donde ciudadanos no estadounidenses pueden ser secuestrados, torturados y encarcelados por un periodo indefinido", señala Slahi. "Es fácil para España y la UE defender los derechos humanos en África y Oriente Medio, pero nadie parece atreverse a cuestionar al Gobierno de EEUU, y mucho menos desafiarlo. Esta es la verdadera razón por la que Guantánamo sigue funcionando. El mundo libre está mirando sin hacer nada al respecto", añade. 

Para Worthington, Guantánamo fija un "terrible ejemplo al resto del mundo de un país que dice respetar el Estado de derecho, pero que se comporta como una dictadura". "Solo hay dos formas de encarcelar a alguien en un país democrático: criminales mediante el sistema ordinario de justicia o prisioneros de guerra en caso de conflicto armado [aplicando los Convenios de Ginebra]. Las implicaciones de este limbo creado por EEUU son muy graves porque eliminan la línea de lo que es aceptable y de lo que no lo es", señala Worthington. "No hay forma de que nadie salga de ahí sin la autorización directa de Trump y eso es esencialmente lo que ocurre en las dictaduras", añade. 

"EEUU tiene el derecho y el deber de proteger a sus ciudadanos del mal del terrorismo, pero no se puede permitir utilizar una violencia descontrolada contra jóvenes de países pobres solo porque sospechan de ellos. Solo en las dictaduras la sospecha es suficiente para castigarte", denuncia Slahi. "El mensaje de EEUU al mundo es que solo los estadounidenses se merecen un trato digno". 

Slahi ha pasado encerrado 14 de los 17 años que tiene la prisión. "Cuando salió elegido, Obama envió a militares de alto rango para hablar con nosotros. Conocí a un oficial que me hizo preguntas. Estaba feliz porque me dijeron que la cárcel iba a cerrar y yo volvería a casa. Obama rompió su promesa y tuve que esperar ocho años más. No solo eso, sino que su gobierno se negó a liberarme a pesar de que el juez Robertson había ordenado mi liberación", recuerda el mauritano. 

El primer detenido de "alto valor" 

Jackson y Worthington recuerdan que muchos de los que han pasado por allí eran civiles inocentes y además insisten en que la tortura a los presos no resultó en información de inteligencia valiosa. Esto ha sido confirmado por el exagente del FBI Ali Soufan en su libro The black banners.

 

"Aquel hombre no sabía nada de Al Qaeda o el 11-S e incluso pensaba que Nueva York y Washington eran nombres de personas. Nuestro primer desafío en Guantánamo era distinguir a los miembros de Al Qaeda y talibanes de los encerrados por error", recuerda Soufan sobre un interrogatorio que realizó en la prisión en febrero de 2002.Como Soufan, más de 200 agentes del FBI han denunciado un trato abusivo a los presos de Guantánamo. 

Solo el 5% de los detenidos en Guantánamo fue capturado por tropas estadounidenses, mientras que el 86% fue entregado por fuerzas de la coalición tras ofrecer una recompensa. 

Durante el gobierno de Obama, gran parte de los detenidos fueron trasladados o liberados y actualmente quedan algunos de los principales sospechosos, entre ellos Khalid Sheikh Mohamed (KSM), considerado el cerebro de los atentados del 11-S, y Abu Zubaydah. Qué hacer con estos presos es el principal obstáculo a la hora de cerrar la prisión. 

Zubaydah fue el primer detenido de EEUU en la guerra del terror considerado de "alto valor". Con él se inició la estrategia de torturar a los sospechosos de terrorismo. Soufan interrogó a Zubaydah personalmente, pero cuando la CIA se hizo cargo de los interrogatorios, el agente del FBI quedó apartado. Soufan cuenta que la CIA lo torturó sin obtener información de inteligencia relevante y que luego justificó sus tácticas alegando que había conseguido información que realmente habían obtenido antes Soufan y sus colegas sin torturas. Tras ser detenido en 2002, Zubaydah fue interrogado en varias ocasiones y estuvo a punto de morir. El terrorista pasó cuatro años recluido en una cárcel secreta de la CIA antes de ser trasladado a Guantánamo.

 

En total, nueve personas han muerto en custodia en la cárcel de Guantánamo, siete de ellos, por presunto suicidio. El más joven en morir fue Yasser Talal Al Zahrani, que fue capturado con 16 años y murió con 21. 

"Igual que la cárcel de Guantánamo, la guerra contra el terror es un desastre que no ha logrado prevenir nuevos actos de terrorismo y que ha atrapado a millones de personas inocentes a su paso. Además, la prisión simboliza los valores de abuso de los derechos humanos y la filosofía de la guerra contra el terror, así como la hipocresía de EEUU y Occidente. Ambas son iniciativas inmorales. No hay ningún argumento razonable para mantener la cárcel abierta y no hay ningún argumento razonable para continuar con la guerra contra el terror", señala Jackson. 

(Fuente: eldiario.es/Javier Biosca Azcoiti)