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LA TECLA CON CAFÉ

The Cleaners: la tropa filipina que limpia internet

The Cleaners: la tropa filipina que limpia internet

 

domingo, 27 de mayo de 2018
9:11:43 a.m.

Un ejército de «content moderators» que trabajan para las grandes compañías de internet revisan cada imagen o vídeo potencialmente ofensivos desde un edificio en penumbra.

Los directores alemanes Hans Block y Moritz Riesewieck se adentran en el rincón más oscuro de internet en su documental The Cleaners, en el que muestran, por primera vez, el trabajo de los "limpiadores digitales", que desde Filipinas eliminan imágenes indeseables en las redes sociales.

El filme de investigación llevó los directores a entrar en contacto por primera vez con los llamados "content moderators", aquellos que "trabajan para las grandes compañías de internet, como Facebook, Twitter, Youtube o Google, revisando cada imagen o vídeo potencialmente ofensivos que se colgamos en la red", explica Riesewieck.

Mientras las políticas de permisividad en la web se redactan en el moderno Silicon Valley, la sede mundial desde donde se modera el contenido de internet se encuentra en Manila. 

  

Riesewieck explica que la película nació en 2013 cuando descubrieron en Facebook un vídeo de abusos sexuales a un menor, que fue reproducido miles de veces y recibió 4 mil “me gusta”.

“Nos preguntamos cómo es que ese vídeo estaba allí colgado y otros en cambio no, y nos llevó a reflexionar sobre lo que hay detrás de la industria de las redes sociales y todo lo que esconden, sobre quién controla lo que publicamos, vemos y pensamos”, dijo.

Las indagaciones acabaron en Manila, en un edificio que alberga “una industria en la penumbra, en la que trabajan 10 mil personas, que retrasan las imágenes y los vídeos y deciden si las borran o las dejan en las redes”.

Aunque un algoritmo reconoce determinados aspectos en los vídeos y fotografías que se suben a la red, “para asegurarse que el contenido es el correcto hace falta un control humano porque hay elementos que no se pueden controlar” por otros medios.

Algunos de estos trabajadores hablaron con los cineastas “de manera anónima”, porque firman un contrato de confidencialidad y se refieren a las redes sociales con palabras en clave.

Hay contenidos, señala Riesewieck, que son claros y no admiten discusión para determinar su control, como la pornografía, el terrorismo, los abusos o la violencia sexual, pero “a veces entramos en el control de contenidos políticos, o una noticia relevante, que se tiene que eliminar porque puede ser cruel”.

El documental constata al final que “en muchas ocasiones las decisiones se adoptan por instinto”.

(Fuente: EFE)

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