Orishas después de ocho años de ausencia
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Después de ocho años de ausencia, cientos de conciertos a lleno completo alrededor del mundo, dos premios Grammy, ocho nominaciones y cinco discos que los acreditan como la mejor banda de rap de la historia en Cuba, Orishas decidió retomar su legado e impactó a la escena de la música urbana con la noticia de su regreso a los escenarios internacionales…
Tanto que ya tienen programados 40 conciertos alrededor del mundo y serán cabezas de cartel en varios festivales de gran reputación.
Yotuel Romero fue el responsable del retorno de Orishas cuando casi nadie esperaba volver a ver a la banda sobre un escenario. “Después de la separación cada cual anduvo como solista y cada vez que me subía a un escenario sentía que me faltaba algo. Desde que empecé en el mundo de la música lo hice al lado del Ruzzo. Yo los echaba mucho de menos y quería unirme de nuevo a ellos. Por otro lado en las redes sociales, que no existían en la primera época de Orishas, mucha gente nos preguntaba cuándo íbamos a volver y eso fue otro motor impulsor para nuestro regreso. Realmente extrañaba a Roldán, al Ruzzo, al sonido de Orishas y a los fans que nos pedían nuestra música”, dice a Granma Yotuel, flanqueado por Hiram Riverí Medina (Ruzzo) y Roldán González Rivero.
—¿Por qué decidieron regresar después de ocho años?
—Roldán: Para nosotros era una necesidad histórica poner otro grano de arena en la música cubana. No regresamos solo por las exigencias del público, sino por nosotros también. Era una pena que el grupo se acabará definitivamente. El regreso fue natural, espontáneo. Yotuel me llamó a mí y al Ruzzo para proponernos seguir con el grupo y aquí estamos. Un grupo es como un matrimonio, siempre hay fricciones, hay choques, pero la amistad muchas veces perdura, como en nuestro caso. Todos coincidimos en que sería triste que Orishas no siguiera. Y ahora continuamos representando a nuestro país de la manera que entendemos que debemos hacerlo.
—¿No temen que el público no los reciba igual después de ocho años de ausencia?
—Yotuel: Lo bueno de Orishas es que nunca fue un grupo que intentó buscar el hit o estar en la radio para lanzar su carrera internacional. Orishas solo hizo canciones desde el corazón y el alma y esas canciones calaron entre el público. Por ejemplo, lo que está ocurriendo ahora con los nuevos shows es inexplicable. Ya tenemos 40 fechas de conciertos en todo el mundo. Vamos a tocar con Iggy Pop, con Lenny Kravitz en Argentina, con Joss Stone en Bélgica. Somos cabeza de cartel en el festival Stereo Picnic en Bogotá junto a Radiohead. Por nuestra parte seguimos fiel a la poesía urbana, a nuestra lírica, al rap cubano y a la tradición musical de la Isla. Por eso tenemos fe en que nuestros seguidores nos reciban con los brazos abiertos.
—Existen muchas leyendas urbanas sobre el nacimiento de Orishas en París. ¿Pueden revelar realmente cómo fue ese surgimiento?
—Yotuel: Nosotros formamos el grupo Amenaza y en esa época éramos unos locos. Cuando yo le dije a mi madre que me iba con el Ruzzo a París a hacer rap cubano no lo entendió. Allí pasamos mucho frío, no hablábamos francés, la persona que nos llevó nos engañó y tuvimos que dormir en la estación del metro. Entonces hablábamos con los amigos para que nos ayudaran y nos dieran algo de comida. Fueron tiempos muy duros.
—Ruzzo: Hay dos París. Nosotros no vivíamos en la ciudad de la luz, sino en la de las sombras, y lo hicimos suficiente tiempo para no querer volver a pasar esa experiencia. Pero aprendimos en los sótanos a subsistir, a dormir donde te agarrara la noche. Roldán nos salvó un poco del hambre que pasamos.
—¿Ante este panorama como recibieron el éxito de A lo cubano, que llegó a vender más de 200 000 copias?
—Roldán: Fue un proyecto muy espontáneo. Queríamos otorgarle identidad a lo que hacíamos a partir de la influencia de la música cubana. No sabíamos lo que pasaría. De pronto nos encontramos en un estudio con tres contratos y no sabíamos dónde poner la pluma. Para nosotros fue increíble que saliera de repente el sol por la noche. Y firmamos un contrato sin perder la libertad musical que buscábamos. Eso fue muy importante, porque Orishas no es un grupo, es un laboratorio y por eso funciona. Yotuel escribe lo que quiera; Ruzzo dice lo que quiere decir, y yo también canto lo que siento.
—Yotuel: Cuando salimos en el año 1999 no existía la categoría de música urbana en los Grammy. Pero tuvieron que abrirla a partir del disco A lo cubano y sobre todo de Emigrante, que ganó un Grammy. Después de la explosión de Orishas se suscitó un movimiento musical latino increíble.
—¿Qué cambió para la banda tras la obtención de los Grammy y de las nominaciones?
—Yotuel: Orishas gana un premio Grammy en el 2003 y los impedimentos del bloqueo para los músicos cubanos eran muy agresivos. En aquel momento que un cubano haciendo rap alcanzara un Grammy era casi imposible pero muy importante. E inexplicablemente la única vez que nos dejaron cantar en la ceremonia fue ocho años después de alcanzar el premio. Ese Grammy vale por 100 por todo lo que significó para el rap cubano.
—Algunos raperos los criticaron porque según ellos al triunfar perdieron el compromiso con elunderground que definió a Amenaza la banda que fue el núcleo de Orishas…
—Ruzzo: El hecho es que en la época la falta de información que existía te hacía caer en errores de concepto como ese. El rap en Cuba fue creado de manera underground. Es un error de concepto que había en la época y nosotros pasamos por ahí también. Después adquirimos información. Nosotros nacimos en el underground cubano y siempre mantuvimos en alto esa bandera aunque hayamos triunfado en los escenarios mundiales. Algunos raperos lo fueron entendiendo, otros siguen asumiendo esa postura. De cualquier manera, directa o indirectamente, logramos abrir una puerta que estaba cerrada para el rap cubano.
—¿Qué recuerdan de la escena underground en que nació Amenaza?
—Ruzzo: Las bandas antiguamente se preparaban con mucha antelación para subir al escenario, que sucedía en el Café Cantante, una de las primeras peñas de rap creada gracias a Gerardo Alfonso, que se esforzó para que nuestro movimiento tuviera un sitio. Allí se reunían tanto raperos como raperas.
—Yotuel: El rap de aquella época provenía de la novísima trova. Los grupos proponían líricas bien hechas, eran obras de arte callejeras. Ahora algunos son más directos en las letras pero ahí se pierde la capacidad de descubrir diferentes significados y que cada cual se lleve su propia interpretación de las canciones.
—Ruzzo: Esa forma de hacer permitía que las canciones fueran intemporales.
—¿Mantuvieron relaciones con Cuba durante su etapa de mayor expansión?
—Yotuel: Siempre tuvimos buenas relaciones con nuestro país. Por ejemplo en este reencuentro hemos tenido todo el apoyo de las instituciones cubanas de la música. Es la primera vez que Orishas lanza su carrera desde La Habana. Este sencillo Cuba, Isla Bella lo grabamos en Cuba, con músicos y productores cubanos. Es importante saber de dónde venimos y cuando el camino se nos hace turbio regresamos a la Isla, a la familia, asamos un puerco y tomamos ron y jugamos dominó con los amigos.
—Después de mucho tiempo de ausencia los cubanos pudieron verlos en vivo en el concierto Paz Sin Fronteras...
—Yotuel. Lo más lindo y lo más triste para Orishas fue que por primera ocasión íbamos a tocar ante tantos cubanos y era la última vez que nos presentaríamos como grupo en Cuba. Nosotros lo sabíamos, pero no lo dijimos porque no queríamos afectar ese concierto. Nos subimos al show y nos estábamos despidiendo como banda del pueblo cubano, después de 12 años de lucha y trabajo. Pero al final volvimos a unirnos, porque la cabra siempre regresa pal’monte hasta con los ojos vendados.
—¿Por qué se separó el grupo?
—Orishas se separa porque éramos unos chamacos que empezábamos a crecer juntos. Comenzamos a adentrarnos en movimientos musicales diferentes, a escuchar música diferente y era muy grande el agotamiento de las giras. Tampoco teníamos toda la madurez para comprender lo que estábamos logrando con Orishas. En el 2009 nos dimos cuenta que la inclinación musical de cada uno estaba cambiando y decidimos dejar el proyecto en un momento hermoso para que cada cual diera cuerpo a su propia visión creativa.
—A diferencia de los años 90, los raperos ya no cuentan con los emblemáticos festivales de Alamar, donde precisamente nació Amenaza...
—Ruzzo: Ese es el trabajo que nos toca ahora, tenemos que retomar espacios como ese, y lo debemos asumir con mucha dedicación y apoyo.
—¿Hay algún disco en camino?
—Yotuel: Ahora mismo estamos armando un nuevo disco en vivo que grabaremos en el Callejón de Hamel y se llamará Orishas, el reencuentro.Tendrá 15 canciones y contará con 15 músicos invitados. Tendremos que elegir diez temas de nuestro repertorio junto a cinco inéditos. Será un trabajo duro pero ahí estarán El kilo, Antidiótico, A lo cubano, Ausencia.
—¿Qué planes tienen para los próximos meses?
—Yotuel: Escribimos el sencillo Cuba, isla bella, nos gustó mucho y lo sacamos. Ahora vamos a reencontrarnos con nuestro público y a conquistar al que no nos conoce. Además hay cambios en Cuba y esa realidad la vamos a plasmar en canciones porque estaremos más cerca de la Isla que antes. De hecho, en febrero efectuaremos diez conciertos en Cuba como parte de una gira nacional. Por otro lado, me gustaría ayudar a que nacieran en la Isla otros grupos como Orishas y que los raperos triunfen y escriban canciones que hablen de su realidad con franqueza y respeto.
(Escrito por Michel Hernández)
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