Uruguay va hacia balotaje ajustado
10:53:02 p.m.
Uruguay se encamina a las elecciones del domingo con la perspectiva de un resultado muy reñido tanto en el voto de las presidenciales como de la mayoría parlamentaria que saldrá de las urnas.
Para el Frente Amplio (FA), la coalición de izquierda en el poder desde 2005, se trata de un desafío difícil pese a la buena gestión de la economía lograda en estos años y el prestigio a nivel internacional del presidente saliente, José "Pepe" Mujica.
Los últimos sondeos, difundidos anoche, coinciden: el candidato del Frente Amplio y ex presidente (entre el 2005 y el 2010), Tabaré Vázquez, ganará el primer turno con alrededor del 43% de los votos, y afrontará de esta manera en el balotaje del 30 de noviembre al candidato del Partido Nacional (Blanco), Luis Lacalle Pou, que según los sondeos cuenta con el respaldo del 32% de los electores.
Vázquez —un conocido oncólogo de 74 años, considerado un moderado dentro de la coalición del Frente Amplio— afrontará con toda probabilidad a Lacalle Pou desde una posición de paridad: los mismos sondeos indican que el otro partido tradicional de la política uruguaya —el Colorado cuyo candidato es Pedro Bordaberry— alcanzará a su vez el 16% de los votos.
En el segundo turno electoral del 30 de noviembre gran parte de estos votos deberían confluir a Lacalle Pou. Hasta hace pocos meses atrás, Vázquez era considerado el favorito de las elecciones, sin rivales de peso.
Sin embargo, Lacalle Pou logró colocarse en el medio del escenario político del país y su candidatura fue creciendo de manera constante desde cuando, en junio pasado, ganó la interna del Partido Nacional.
A partir de ese momento, el candidato Blanco logró construir una imagen de renovación y no solamente en el frente generacional.
De 41 años, hijo del ex presidente Luis Alberto Lacalle (1990-95), Lacalle Pou impulsó en estas semanas una campaña electoral cuyo lema ("Por la positiva") apuntó hacia una propuesta política que considera superados los límites ideológicos.
"Nuestra ideología es la gestión", destaca el candidato presidencial, quien admite por otra parte los logros sociales alcanzados en estos años por el Frente Amplio, apuntando al mismo tiempo hacia "una nueva fase" caracterizada por un mayor diálogo entre diferentes partes y sectores del país.
Su éxito en los sondeos sorprendió a los dirigentes del Frente Amplio, que se vieron obligados a cambiar la estrategia electoral que el mismo FA tenía en marcha, para intentar así recuperar votos.
Algunas de las propuestas de la coalición de centroizquierda retomaron de hecho planteos de la oposición: por ejemplo, en temas como la crisis de la educación, la creciente inseguridad, nuevos datos alarmantes de la inflación y en general de la economía.
Los sondeos de estos días han indicado que el Frente Amplio logró recuperar una parte de las pérdidas electorales. De una u otra manera, está claro sin embargo que las elecciones del domingo son para Uruguay un partido cuyo resultado final es una incógnita.
Un tema clave de estas elecciones es por otra parte el de la mayoría parlamentaria que saldrá de las urnas: en la mejor de las hipótesis, el centroizquierda perdería dos diputados y un senador.
Sin embargo, para el Frente Amplio el resultado podría ser incluso peor en el caso de un aumento de los votos destinados a dos formaciones políticas menores, que podrían lograr escaños en la Asamblea: el Partido Independiente, que cuenta con el 3% de los votos según los sondeos, y Unidad Popular (oposición de izquierda, 1%).
(Fuente: ANSA)
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