Argentina derrota 1-0 a Suiza en tiempo extra
12:11:32 p.m.
Millones de personas tienen la esperanza de que algún día Argentina salte a la cancha y los encandile con un fútbol de otra galaxia. Esos mismos millones pensaron que la jornada podría llegar en Brasil, gracias a un ejército de enanos liderado por Leo Messi, pero la albiceleste se ha atascado y no da pistas de resurgimiento.
Por supuesto, el hecho de contar con el mejor jugador del planeta les ha permitido avanzar y avanzar, y no sería descabellado verlos levantando el trofeo de monarcas en Maracaná pese a exhibir un juego escaso de variantes y dependiente de las genialidades de solo uno.
Con tales circunstancias, Messi no puede permitirse un día malo, porque sus escuderos andan cortos de piernas y sin muchas ideas, salvo Ángel Di María, quien se entrega y corre por cinco futbolistas, incluso en la agonía de los partidos más largos y extenuantes.
Solo la magia del hombre del Real Madrid puede ayudar a Messi en la misión de poner a funcionar una maquinaria defectuosa en su núcleo central, sin hombres capaces de distribuir, marcar los tiempos y encontrar espacios cuando los contrarios cierran los portones de sus castillos.
Puede entenderse entonces que Argentina viva al límite, sin importar el rival, puede sufrir lo mismo frente a un conjunto grande, histórico, que frente a uno sin ningún tipo de palmarés. Salvo los tironazos de Messi y Di María, la albiceleste no encuentra el camino para taladrar las líneas que le plantan de la medular hacía atrás.
Ni siquiera el juego por las bandas, más explotado en el choque de octavos contra Suiza, rinde frutos, por lo que la única solución pasa por la aparición de los genios.
Justo eso pasó frente a los suizos, que aguantaron durante casi 120 minutos sin sudar demasiado, solo que al final Messi puso la directa, asistió al «Fideo» y este definió con categoría.
Antes se sucedieron oportunidades, un sinfín, ante una defensa organizada y multiplicada, cuyos mayores dolores de cabeza tuvieron nombre propio: Di María. A la vista, parece una pluma, pero en realidad es una centella que aparece en todas partes y despliega un arsenal fabuloso.
Suyas fueron las mejores ocasiones, con disparos lejanos, esquinados, internadas al área, desbordes, centros, sacrificio en defensa, un crack en toda la medida. En el tiempo extra, instancia que domina con creces gracias a su capacidad física, dio otro recital y catapultó a su selección a cuartos de final, donde deben encontrar un poco más de exigencia.
Queda por ver si seguirán apareciendo los genios argentinos, pues incluso los mejores dotados tienen fecha de caducidad, o en el mejor de los casos, si los millones de hinchas finalmente puedan deleitarse con un show colectivo de Higuaín, Lavezzi, Gago y compañía, desaparecidos hasta el momento.
Ficha del partido
Argentina (ARG): Romero, Zabaleta, Fernández, Garay, Rojo (Basanta 108’), Gago (Biglia 109’), Mascherano, Di María, Messi, Higuaín y Lavezzi (Palacio 73’).
Suiza (SUI): Benaglio, Lichtsteiner, Schär, Djourou, Rodríguez, Inler, Behrami, Shaqiri, Xhaka (Gelson 61’), Mehmedi (Dzemaili 116’) y Drmic (Seferovic 81’).
Goles: Di María 121’(ARG)
Tarjetas: Xhaka 35’ (SUI), Rojo 89’ (ARG), Di María 123’(ARG), Garay 127’ (ARG)
Árbitro: Jonas Eriksson (SUE)
Estadio: Arena de São Paulo, São Paulo
Estadísticas
Posesión: ARG (61 %) SUI (39 %)
Disparos a puerta: ARG (22) SUI (7)
Faltas: ARG (19) SUI (28)
Fuera de juego: ARG (0) SUI (1)
(Fuente: Granma)
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