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LA TECLA CON CAFÉ

Diez certezas sobre el fin del mundo

Diez certezas sobre el fin del mundo


13/12/2012 6:25:31


¿Se acabará el mundo el próximo 21 de diciembre o no? Su opinión al respecto dependerá de si cree, o no, en una interpretación desacreditada y excesivamente publicitada del calendario maya. Lo cierto, desde que el mundo es mundo el hombre lo está acabando. Aquí se habla sobre una encuesta, «El día oscuro de Nueva Inglaterra», aceleración de partículas atómicas, tablilla asiria de arcilla, las iniciales L.B., gran inundación, velocímetro profético, Hielo Nueve, histeria, asteroide 1999 RQ36.

 

  • Según una encuesta realizada por Ipsos a comienzos de este año, uno de cada cinco estadounidenses cree que el mundo se acabará durante su ciclo de vida. En la consulta participaron 16.000 adultos de 21 países. Solo los turcos y los sudafricanos fueron tan pesimistas como los norteamericanos. En cuanto al asunto del calendario maya, el 12% de los estadounidenses cree que marca realmente la fecha del fin del mundo; curiosamente solo el 9% de los encuestados se mostraban intranquilos al respecto. 
  • El 19 de mayo de 1780 se dio un fenómeno al que hoy llaman «El día oscuro de Nueva Inglaterra». Aquel día los cielos permanecieron oscuros, sin señal alguna de la luz diurna normal, lo que hizo que los habitantes de la zona temieran la llegada del fin del mundo. Algunos historiadores atribuyen el fenómeno a una combinación de niebla e incendios forestales. Se cuenta la anécdota de Abraham Davenport, legislador de Connecticut, quien de forma genial insistió para que los abogados se reunieran en torno a la luz de las velas. «Si no es el día del juicio, tenemos trabajo que hacer. Pero si lo es, prefiero que me encuentre cumpliendo con mi deber». 
  • El LHC cerca de Ginebra, Suiza, entró en funcionamiento en 2008, acelerando partículas atómicas y agitando las preocupaciones de muchos, que pensaron que aquello podría generar un agujero negro que tragaría a la Tierra. Los científicos rebajaron dichas preocupaciones, pero como explicó Kannan Jagannathan, físico del Amherst College, se opusieron a decir que semejante probabilidad era igual a cero. Jagannathan no obstante dijo que la probabilidades de que el colisionador de partículas acabara con la vida en el planeta no eran mayores que las de que su colega el presidente abriera un grifo de agua en su cocina y viera salir a un dragón por él. 
  • La predicción más antigua sobre un día del fin del mundo es posiblemente una tablilla asiria de arcilla fechada en el 2.800 a.C. A pesar de tener casi 5.000 años suena asombrosamente actual: «Nuestra Tierra ha degenerado en estos últimos días. Hay señales de que el mundo se acerca aceleradamente a su fin. El soborno y la corrupción son comunes. Los niños ya no obedecen a sus padres. Todo hombre desea escribir un libro, y el fin del mundo evidentemente se acerca». 
  • La apocalíptica letra del tema de R.E.M. «It’s the end of the wolrd as we know it (and I feel fine)» cita al compositor Leonard Bernstein, al líder soviético Leonid Brezhnev, al comediante Lenny Bruce y al crítico de rock Lester Bangs. El cantante de la banda, Michael Stipe dice que incluyó a todas esas personas con iniciales L.B. después de tener un sueño en el que él era el único invitado a una fiesta cuyo nombre no respondía a esas dos letras. (Bonus: Esa canción fue radiotransmitida durante 24 horas por la estación de radio de Cleveland WENZ, cuando esa emisora cambió su formato al rock alternativo y comenzó a llamarse «107.9 The End».) 
  • El astrólogo alemán Johannes Stoeffler predijo en 1499 que el mundo sería engullido por una gran inundación el 20 de febrero de 1524. Mucha gente le creyó; entre ellos el Conde alemán Von Iggleheim, quien como Noé, construyó un arca de tres plantas. Llegado el día señalado, las multitudes se agolparon en la orilla del río para burlarse del buen conde. En ese momento comenzó a llover, la multitud entró en pánico e irrumpió en el arca. El conde protestó, así que la gente lo apedreó hasta matarlo. Tras todo ese asunto Soteffler dijo que había cometido un error con los cálculos, y que en realidad el fin del mundo llegaría cuatro años después. La corrección llegó demasiado tarde para el conde. 
  • Algunos cristianos anticipan una serie de eventos cataclísmicos que conducirán a la segunda venida de Cristo y al fin del mundo tal y como lo conocemos. Una web llamada raptureready.com intenta demostrar lo cerca que estamos del «final de los tiempos» manteniendo un índice de arrebatos de éxtasis en los que se evalúa numéricamente el clima, la inmoralidad y la geopolítica. El índice, descrito como un «velocímetro profético», permanece en 186, su nivel más alto y récord. 
  • La novela «Cuna de gato» de Kurt Vonnegut Jr. presenta una sustancia llamada Hielo Nueve que puede transformar el agua en hielo a temperatura ambiente, lo cual amenaza a todas las formas de vida de la Tierra. Vonnegut afirmó que el investigador de General Electric Irving Langmuir le sugirió el concepto al escritor de ciencia ficción H.G. Wells en 1930, a quien no pareció interesarle. Vonnegut escuchó hablar de la idea más tarde, cuando trabajaba como publicista para la misma compañía eléctrica, y pensó: «quien encuentra, atesora» así que se dijo: «la idea es mía». (No fue el único que aprovechó una idea ajena, el grupo musical Grateful Dead creó su propia compañía discográfica y la llamó Ice Nine en referencia a la novela de Vonnegut). 
  • Resulta sencillo burlarse de la histeria que provocaban las profecías del fin del mundo hace siglos, pero tened en cuenta que a Hal Lindsey, abuelo de la profecía moderna y autor del best seller de los 70 «La agonía del gran planeta Tierra», le invitaron a dar charlas en el Pentágono y en el Air War College. 
  • ¿Sufrirá la Tierra el impacto mortífero de un cometa o asteroide? La NASA está lo bastante preocupada como para rastrear «objetos cercanos a la Tierra» y planificar misiones encaminadas a investigar al asteroide 1999 RQ36, el cual supone una remota amenaza de impacto en el año 2170. Hace un siglo, el cometa Halley llamó la atención del público, especialmente después de que el New York Times informase sobre la visión de un científico que alertaba de la posibilidad de que los gases tóxicos de la cola del cometa pudieran «posiblemente apagar toda la vida del planeta». Las ventas de aire embotellado y de «píldoras para el cometa» se dispararon, pero en 1910 el Halley pasó sin provocar daños. Un titular del Chicago Tribune anunciaba entonces: «Seguimos aquí», bajo el encabezado podía leerse «El mundo es exactamente el mismo». 

 

          (Fuente: en Naukas /Artículo publicado originalmente por Mark Jacob y Stephan Benzkofer            en el Chicago Tribune.)

 

 

 

 

 

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