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LA TECLA CON CAFÉ

Prefacio antológico para Fina García Marruz

Prefacio antológico para Fina García Marruz

 

 

22/11/2011 11:15:59 

 

Madrid acogió este lunes la presentación del recopilatorio «¿De qué, silencio, eres tú, silencio?», de la poeta cubana. El músico José María Vitier recibió el lunes, en nombre de su madre, el premio Reina Sofía. 

 

Este galardón se constituye dentro del Convenio Marco de Cooperación cultural suscrito por la Universidad de Salamanca y Patrimonio Nacional y tiene como objeto premiar el conjunto de la obra poética de un autor vivo que, por su valor literario, constituya una aportación relevante al patrimonio cultural común a Iberoamérica y España. 

Se une así a un palmarés que inauguró en 1992 el chileno Gonzalo Rojas, fallecido el lunes pasado, y en el que hay nombres como Antonio Ganoneda, José Emilio Pacheco, Mario Benedetti, Juan Gelman, Álvaro Mutis, Nicanor Parra, Pablo García Baena, José Manuel Caballero Bonald o Francisco Brines, premiado el año pasado, que esta tarde ofrecerá una lectura de poemas en el Palacio Real. 

 

Un caso que se escribe aparte 

 

Vitier ha sido portador de las impresiones de Fina (La Habana, 1923),quien debido a su avanzada edad no pudo  viajar a España, para recoger, de manos de la propia Majestad, y con todos los honores que ello implica, el Premio Iberoamericano de Poesía. 

A diferencia de «otras experiencias triunfales que ha probado en su vida, el Reina Sofía es un caso que se escribe aparte y hasta un grito se le ha escapado. Un grito de emoción», contó  Sergio María Vitier. 

«Es una emoción que no le habíamos visto nunca, y es porque la relación más intensa que mi madre tiene con un país, después de Cuba, es España. Eso lo explica todo. Hay una parte de su obra poética en la que responde a la incitación española. En sus ensayos, también está presente a través de Bécquer y Quevedo, por ejemplo. Fina tiene un lazo integrísimo con la intelectualidad española desde su juventud y hasta la actualidad», señala Vitier. 

Del trabajo literario de la poeta cubana a Vitier nunca le ha gustado opinar. Prefiere disfrutarlo e invitar a que lo disfruten. Así ha sido desde que era pequeño, cuando su madre y su padre formaron la familia, que tenía a su cargo la revista Orígenes. 

«Esa generación de poetas no fue un grupo literario, sino una familia. Y es en nombre de esa familia que participaba en la revista Orígenes por lo que hoy Fina se siente muy orgullosa de sus logros, especialmente de los que ha ganado en España: el premio Reina Sofía y el Federico García Lorca. Todo esto la tiene muy contenta», afirmó el pianista y compositor que ha encontrado en la música la herencia artística de sus progenitores. 

Fina García Marruz, premio Nacional de Literatura en 1990 y premio Pablo Neruda en 2007, es la única mujer integrante del grupo Orígenes,  que marcó una época dorada de la cultura y las letras cubanas.

 

«¿De qué, silencio, eres tú, silencio?»

 

Si hay algo que la poeta procura en sus libros son las ediciones sencillas, sin mayor pretensión. Y eso es lo que ha hallado en esta publicación editada por la Universidad de Salamanca y Patrimonio Nacional, que incluye 12 poemas inéditos y diversos manuscritos seleccionados por cuenta propia. 

«El libro, les puedo asegurar, le gustó muchísimo a mi madre. Ella siempre ha sufrido con los diseños porque prefiere las ediciones austeras. Su ideal es el que solo tiene el nombre del autor y un poco de relieve al tacto. En este caso, la portada es un cuadro de un gran pintor cubano, Fidelio Ponce, que la retrató de adolescente a los 15 años con una boina que él mismo le puso. El libro-objeto le ha parecido bien, así que me felicito y los felicito a todos por el hecho de poder disfrutarlo», apunta. 

La edición, incluye un prólogo a modo de estudio crítico realizado por Carmen Ruiz Barrionuevo, catedrática de Literatura Hispanoamericana de la Usal. 

La obra de esta poeta apenas estaba editada hasta ahora en España y Portugal, una dificultad que contrasta con el estilo de su poética caracterizada por su misticismo y su espiritualidad inteligible, sencilla y casi prosaica. 

 

 


 

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