«Los dictadores no dictan, obedecen órdenes»
13/03/2011 2:09:03
Por Michel Chossudovsky
Esto es verdad en Egipto, Túnez y Argelia. Los dictadores son invariablemente títeres políticos. Los dictadores no deciden.El presidente Hosni Mubarak fue un fiel sirviente de intereses económicos occidentales y lo mismo vale para Ben Alí. El régimen de Mubarak podría caer frente a un movimiento nacional de protesta. ¿Cuáles son las perspectivas para Egipto y el mundo árabe?
El gobierno nacional es el objeto del movimiento de protesta. El objetivo es derrocar al títere en lugar del titiritero.Las consignas en Egipto son «Abajo Mubarak, abajo el régimen». No se habla de carteles contra EE.UU… La influencia decisiva y destructiva de EE.UU. en Egipto y en todo Medio Oriente sigue sin mencionarse.
Las potencias extranjeras que operan entre bastidores están protegidas contra el movimiento de protesta. No habrá ningún cambio político significativo a menos que el movimiento de protesta encare directamente el tema de la injerencia extranjera.
La embajada de EE.UU. en El Cairo es una importante entidad política que invariablemente resta importancia al gobierno nacional. La embajada no es un objetivo del movimiento de protesta.
En 1991 se impuso en Egipto un devastador programa del FMI en el momento álgido de la Guerra del Golfo. Se negoció a cambio de la anulación de la multimillonaria deuda militar de Egipto con EE.UU. así como de su participación en la guerra. La desregulación resultante de los precios de los alimentos, la arrolladora privatización y las masivas medidas de austeridad llevaron al empobrecimiento de la población egipcia y a la desestabilización de su economía. Elogiaron al gobierno de Mubarak como «alumno modelo del FMI».
El papel del gobierno de Ben Alí en Túnez fue imponer la mortífera medicina económica del FMI, que durante un período de más de veinte años sirvió para desestabilizar la economía nacional y empobrecer a la población tunecina. Durante los últimos 23 años, la política económica y social en Túnez ha sido dictada por el Consenso de Washington.
Tanto Hosni Mubarak como Ben Alí permanecieron en el poder porque sus gobiernos obedecieron e impusieron efectivamente los dictados del FMI.
De Pinochet y Videla a Baby Doc, Ben Alí y Mubarak, los dictadores han sido instalados por Washington. Históricamente en Latinoamérica, los dictadores fueron colocados en sus sitios mediante una serie de golpes militares patrocinados por EE.UU. En el mundo actual se hace mediante «elecciones libres y limpias» bajo la supervisión de la «comunidad internacional».
Un cambio político significativo sólo se puede asegurar si se abandona la agenda de política económica neoliberal.
Reemplazo del régimen
Si el movimiento de protesta no se plantea el papel de las potencias extranjeras incluidas las presiones ejercidas por «inversionistas», acreedores externos e instituciones financieras internacionales, no se logrará el objetivo de la soberanía nacional. En cuyo caso, lo que ocurrirá es un proceso limitado de «reemplazo de régimen», que asegure la continuidad política.
Los «dictadores» son instalados y removidos. Cuando están desacreditados políticamente y ya no sirven a los intereses de sus patrocinadores estadounidenses se les reemplaza por un nuevo líder, reclutado frecuentemente en las filas de la oposición política.
En Túnez el gobierno de Obama ya se ha posicionado. Se propone jugar un papel crucial en el «programa de democratización». (Es decir la celebración de las denominadas elecciones limpias). También se propone utilizar la crisis política como medio para debilitar el papel de Francia y consolidar su posición en el norte de África:
EE.UU., que evaluó rápidamente la oleada de protesta en las calles de Túnez, trata de aprovechar su ventaja para presionar por reformas democráticas en el país, y más allá.
El enviado de más alto rango de EE.UU. para Medio Oriente, Jeffrey Feltman, fue el primer funcionario extranjero que llegó al país después de que el presidente Zine El Abidine Ben Alí fue depuesto el 14 de enero y rápidamente llamó a realizar reformas. Dijo el martes que sólo unas elecciones libres y limpias fortalecerían y otorgaran credibilidad a la dirigencia asediada del Estado norteafricano.
«Ciertamente espero que utilizaremos el ejemplo tunecino», agregó el secretario adjunto de Estado Feltman en conversaciones con otros Estados árabes.
Fue enviado al país norteafricano para ofrecer ayuda de EE.UU. en la turbulenta transición del poder, y se reunió con ministros tunecinos y personalidades de la sociedad civil.
Feltman viaja a París el miércoles para discutir la crisis con los dirigentes franceses, reforzando la impresión de que EE.UU. dirige el apoyo internacional para un nuevo Túnez, en detrimento de la antigua potencia colonial, Francia…
Las naciones occidentales apoyaron durante mucho tiempo a la dirigencia depuesta de Túnez, por verla como un bastión contra militantes islámicos en la región norteafricana.
En 2006, el entonces secretario de defensa de EE.UU. Donald Rumsfeld, hablando en Túnez, elogió la evolución del país.
Explotando la situación, la secretaria de Estado de EE.UU., Hillary Clinton intervino ágilmente con un discurso en Doha el 13 de enero, advirtiendo a los dirigentes árabes que permitieran más libertades a sus ciudadanos.
«No cabe duda que EE.UU. trata de posicionarse muy rápido del lado bueno…» AFP: «EE.UU. ayuda a conformar el resultado del levantamiento tunecino».
¿Tendrá éxito Washington en la instalación de un nuevo régimen títere?
Depende en gran parte de la capacidad del movimiento de protesta al encarar el papel insidioso de EE.UU. en los asuntos internos del país.
No se mencionan los poderes preponderantes del imperio. Con una amarga ironía, el presidente Obama ha expresado su apoyo al movimiento de protesta.
Mucha gente dentro del movimiento de protesta cree que el presidente Obama está comprometido con la democracia y los derechos humanos, apoya la decisión de la oposición de deponer a un dictador, instalado por EE.UU. para comenzar.
Captación de dirigentes de la oposición
La captación de los dirigentes de los grandes partidos de oposición y organizaciones de la sociedad civil en anticipación del colapso de un gobierno títere autoritario forma parte de los cálculos de Washington, aplicados en diferentes regiones del mundo.
El proceso de captación es implementado y financiado por fundaciones basadas en EE.UU. que incluyen la Fundación Nacional por la Democracia (NED) y Freedom House (FH). Tanto FH como NED tienen vínculos con el Congreso de EE.UU., el Consejo de Relaciones Exteriores (CFR) y el establishment de los negocios estadounidense. Se sabe que tanto NED como FH están ligados a la CIA.
La NED está activamente involucrada en Túnez, Egipto y Argelia. Freedom House apoya a varias organizaciones de la sociedad civil en Egipto.
Aunque EE.UU. ha apoyado al gobierno de Mubarak durante los últimos treinta años, las fundaciones estadounidenses con vínculos con el Departamento de Estado de EE.UU. y el Pentágono han apoyado activamente a la oposición política, incluido el movimiento de la sociedad civil. Según Freedom House: «La sociedad civil egipcia es al mismo tiempo vibrante y restringida. Hay cientos de organizaciones no gubernamentales dedicadas a expandir los derechos civiles y políticos en el país, que operan en un entorno fuertemente regulado.» (Comunicado de prensa de Freedom House).
En una amarga ironía, Washington apoya la dictadura de Mubarak, incluidas sus atrocidades, mientras respalda y financia a sus detractores, a través de FH, NED, entre otros.
Bajo los auspicios de Freedom House, disidentes egipcios y oponentes de Hosni Mubarak fueron recibidos en mayo de 2008 por Condoleezza Rice en el Departamento de Estado y el Congreso de EE.UU. También se reunieron con el Consejero de Seguridad Nacional de la Casa Blanca, Stephen Hadley, quien fue «el principal consejero de política exterior de la Casa Blanca»durante el segundo período de George W. Bush.
El esfuerzo de Freedom House por empoderar a una nueva generación de propugnadores ha producido resultados tangibles y el programa de Nueva Generación en Egipto ha adquirido importancia local e internacionalmente. Becados egipcios visitantes de todos los grupos de la sociedad civil recibieron [mayo de 2008] atención y reconocimiento sin precedentes, incluidas reuniones en Washington con la secretaria de Estado de EE.UU., el consejero de seguridad nacional y destacados miembros del Congreso. En las palabras de Condoleezza Rice, representan la «esperanza para el futuro de Egipto.
Ambigüedades políticas: Charlando con «dictadores», confraternizando con «disidentes»
En mayo de 2009, Hillary Clinton se reunió con una delegación de disidentes egipcios, varios de los cuales se habían reunido con Condoleezza Rice un año antes. Esas reuniones a alto nivel se celebraron una semana antes de la visita de Obama a Egipto.
La secretaria de Estado de EE.UU., Hillary Clinton, elogió el trabajo de un grupo de activistas de la sociedad civil egipcia con los que se reunió hoy y dijo que correspondía a los intereses de Egipto que se orientara hacia la democracia y mostrara más respeto por los derechos humanos.
Los 16 activistas se reunieron con Clinton y con el secretario de Estado adjunto interino para asuntos de Medio Oriente, Jeffrey Feltman, en Washington al final de una beca de dos meses organizada por el programa Nueva Generación de Freedom House.
Los becados mostraron preocupación por lo que percibieron como el distanciamiento del gobierno de EE.UU. de la sociedad civil egipcia y llamaron al presidente Obama a que se reúna con jóvenes activistas independientes de la sociedad civil cuando visite El Cairo la próxima semana. También instaron al gobierno de Obama a que continúe suministrando apoyo político y financiero a la sociedad civil egipcia y a que ayude a abrir el espacio para organizaciones no gubernamentales que está fuertemente restringido bajo la antigua ley de emergencia de Egipto.
Los becados dijeron a Clinton que ya aumenta el impulso en Egipto a favor de más derechos civiles y humanos, y que se necesita urgentemente el apoyo de EE.UU. en este momento. Subrayaron que la sociedad civil representa una «tercera vía» moderada y pacífica en Egipto, una alternativa a los elementos autoritarios del gobierno y a los que abrazan un régimen teocrático. (Freedom House, mayo de 2009)
Durante sus becas, los activistas pasaron una semana en Washington recibiendo entrenamiento como propugnadores y obteniendo una enseñanza desde dentro del funcionamiento de la democracia estadounidense. Después de su entrenamiento se pudo a los becarios en contacto con organizaciones de la sociedad civil de todo el país con las que compartieron experiencias con sus homólogos estadounidenses. Los activistas terminarán su programa… visitando a funcionarios del gobierno, miembros del Congreso, medios noticiosos y think tanks. (Freedom House, mayo de 2009)
Estos grupos opositores de la sociedad civil —que actualmente juegan un papel importante en el movimiento de protesta— están apoyados y financiados por EE.UU. Sirven indeleblemente intereses estadounidenses.
La invitación de disidentes egipcios al Departamento de Estado y al Congreso de EE.UU. también pretende inculcar un sentimiento de compromiso y fidelidad a los valores democráticos estadounidenses. EE.UU. se presenta como un modelo de Libertad y Justicia. Y se destaca a Obama como un «modelo ejemplar».
Los titiriteros apoyan al movimiento de protesta contra sus propios títeres
¿Los titiriteros apoyan al movimiento de protesta contra sus propios títeres?
La explicación es «apalancamiento político», «fabricación de disenso». Apoyo al dictador así como a los oponentes del dictador como medio para controlar a la oposición política.
Estas acciones por parte de Freedom House y la NED por cuenta de los gobiernos de Bush y Obama, aseguran que la oposición de la sociedad civil financiada por EE.UU. no dirigirá sus energías contra los titiriteros tras el régimen de Mubarak, es decir el gobierno de EE.UU.
Esas organizaciones de la sociedad civil financiadas por EE.UU. actúan como un «Caballo de Troya» que se incrusta en el movimiento de protesta. Protegen los intereses de los titiriteros. Aseguran que el movimiento de protesta en la base no encarará el tema más amplio de la injerencia extranjera en los asuntos de Estados soberanos.
Blogueros de Facebook y Twitter apoyados y financiados por Washington
En relación con el movimiento de protesta en Egipto, varios grupos de la sociedad civil financiados por fundaciones basadas en EE.UU. han encabezado la protesta en Twitter y Facebook:
«Activistas del movimiento egipcio Kifaya (¡Basta!) –una coalición de oponentes al gobierno– y del Movimiento Juvenil 6 de Abril organizaron las protestas en las redes sociales Facebook y Twitter. Informes noticiosos occidentales dijeron que al parecer Twitter se bloqueará en Egipto el martes por la tarde.» (Vea Voice of America, Egipto estremecido por mortíferas protestas antigubernamentales)
El movimiento Kifaya, que organizó una de las primeras protestas dirigidas contra el régimen de Mubarak a finales de 2004, está apoyado por el Centro Internacional de Conflicto No Violento basado en EE.UU. Kifaya es un movimiento de amplia base que también ha tomado posición sobre Palestina y el intervencionismo estadounidense en la región.
Por su parte, Freedom House ha estado involucrado en la promoción y entrenamiento en los blogs de Facebook y Twitter en Medio Oriente y en el norte de África:
Los becarios de Freedom House adquirieron pericia en la movilización cívica, liderazgo y planificación estratégica, y se benefician de oportunidades de conexión de redes mediante su interacción con donantes basados en Washington, organizaciones internacionales y los medios. Después de volver a Egipto, los becarios recibieron pequeños subsidios para implementar iniciativas innovadoras como la propugnación de una reforma política a través de mensajes de SMS y Facebook.
Del 27 de febrero al 13 de marzo [2010], Freedom House recibió a 11 blogueros de Medio Oriente y del norte de África [de diferentes organizaciones de la sociedad civil] para un Tour de Estudios Avanzados de Nuevos Medios en Washington, D.C. El Tour de Estudios suministró a los blogueros entrenamiento en seguridad digital, producción de vídeos digitales, desarrollo de mensajes y cartografía digital. Mientras estuvieron en Washington, los becarios también participaron en una información del Senado, y se reunieron con responsables de alto nivel de USAID, [el Departamento de] Estado y el Congreso así como medios internacionales incluidos Al-Jazeera y Washington Post
Se puede comprender fácilmente la importancia dada por el gobierno de EE.UU. a este «programa de entrenamiento» de blogueros, que va acompañado por reuniones de alto nivel en el Senado de EE.UU., el Congreso, el Departamento de Estado, etc.
El papel de los medios sociales Facebook y Twitter como expresiones de disenso, debe ser evaluado cuidadosamente a la luz de los vínculos de diversas organizaciones de la sociedad civil egipcia con Freedom House (FH), (NED) y el Departamento de Estado.
BBC News World (transmisión en Medio Oriente) citando mensajes egipcios en Internet ha informado de que «EE.UU. ha estado enviando dinero a grupos pro democracia». (BBC News World, 29 de enero de 2010). Según un informe en The Daily Telegraph, citando un documento secreto de la embajada de EE.UU. (29 de enero de 2011):
Las protestas en Egipto están siendo impulsadas por el movimiento juvenil 6 de abril, un grupo de Facebook que ha atraído sobre todo a miembros jóvenes y educados opuestos a Mubarak. El grupo tiene unos 70.000 miembros y utiliza las redes sociales para orquestar protestas e informar sobre sus actividades.
Los documentos publicados por WikiLeaks revelan que funcionarios de la embajada de EE.UU. [en El Cairo] estuvieron en contacto regular con el activista entre 2008 y 2009, considerándolo una de las fuentes más fiables para información sobre abusos de los derechos humanos.
La Hermandad Musulmana
La Hermandad Musulmana en Egipto constituye el mayor segmento de la oposición al presidente Mubarak. Según informes, la Hermandad Musulmana domina el movimiento de protesta.
Aunque existe una prohibición constitucional contra partidos políticos religiosos, los miembros de la Hermandad elegidos al parlamento de Egipto como «independientes» constituyen el mayor bloque parlamentario.
La Hermandad, sin embargo, no constituye una amenaza directa para los intereses económicos y estratégicos de Washington en la región. Las agencias de inteligencia occidentales tienen una antigua historia de colaboración con la Hermandad. El apoyo de Gran Bretaña a la Hermandad, organizado a través del Servicio Secreto británico, data de los años cuarenta. Desde los años cincuenta, según el ex funcionario de inteligencia William Baer, «La CIA [canalizó] el apoyo a la Hermandad Musulmana por “la encomiable capacidad de derrocar a Nasser». 1954-1970: CIA and the Muslim Brotherhood Ally to Oppose Egyptian President Nasser. Esos vínculos encubiertos con la CIA se mantuvieron después de Nasser.
Comentarios finales
La remoción de Hosni Mubarak ha estado, durante varios años, entre los planes de la política exterior de EE.UU.
El reemplazo del régimen sirve para asegurar la continuidad, mientras suministra la ilusión de que ha tenido lugar un cambio político significativo.
La agenda de Washington para Egipto ha sido «secuestrar el movimiento de protesta» y reemplazar al presidente Hosni Mubarak por otro jefe de Estado títere, dócil. El objetivo de Washington es sustentar los intereses de potencias extranjeras, defender la agenda económica neoliberal que ha servido para empobrecer a la población egipcia.
Desde el punto de vista de Washington, el reemplazo del régimen ya no requiere la instalación de un régimen militar autoritario como durante el apogeo del imperialismo de EE.UU. Puede ser implementado mediante la captación de partidos políticos, incluida la izquierda, el financiamiento de grupos de la sociedad civil, la infiltración del movimiento de protesta y la manipulación de elecciones nacionales.
Con referencia al movimiento de protesta en Egipto, el presidente Obama declaró en una transmisión por vídeo en YouTube el 28 de enero: «El gobierno no debe recurrir a la violencia». La pregunta más fundamental es ¿cuál es la fuente de esa violencia? Egipto es el mayor beneficiario de ayuda militar de EE.UU. después de Israel. Los militares egipcios están considerados la base del poder del régimen de Mubarak:
El ejército y las fuerzas policiales del país están armados hasta los dientes gracias a más de 1.000 millones de dólares anuales de Washington… Cuando EE.UU. describe oficialmente a Egipto como «aliado importante» se refiere sin querer al papel de Mubarak como puesto avanzado para operaciones militares y tácticas de guerra sucia en Medio Oriente y más allá. Existe clara evidencia de grupos internacionales de derechos humanos de que innumerables «sospechosos» entregados por fuerzas de EE.UU. en sus diversos territorios de operaciones (criminales) son arrojados en secreto a Egipto para «interrogatorio profundo». El país sirve como un gigantesco «Guantánamo en Medio Oriente, convenientemente oculto al interés público estadounidense y libre de sutilezas legales sobre derechos humanos.» (Finian Cunningham, Egypt: US-Backed Repression is Insight for American Public, Global Research, 28 de enero de 2010).
EE.UU. no es un «modelo ejemplar» de democracia para Medio Oriente. La presencia militar de EE.UU. impuesta a Egipto y al mundo árabe durante más de 20 años, combinada con reformas «de libre mercado» constituye la raíz de la violencia estatal.
La intención de EE.UU. es utilizar el movimiento de protesta para instalar un nuevo régimen.
El movimiento popular debería reorientar sus energías: Identificar la relación entre EE.UU. y «el dictador». Derrocar al títere político de EE.UU. pero sin olvidar a los «verdaderos dictadores».
Reorientar el proceso de cambio de régimen. Desmantelar las reformas neoliberales. Cerrar las bases militares de EE.UU. en el mundo árabe.Establecer un gobierno verdaderamente soberano.
Fuente: (Fuente: Global Research / Rebelión)
Traducido del inglés para Rebelión por Germán Leyens y revisado por Caty R.
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