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LA TECLA CON CAFÉ

Siete latidos del corazón de Camilo

Siete latidos del corazón de Camilo

 

10:00:44 a.m.

Por Mercedes Rodríguez García

Niño pobre, escuela pública. San Alejandro, quiere ser escultor. No alcanza la economía familiar, ¡pues sastre!, como el padre. No sirve. Protestas populares, ¡hay que tumbar a Batista! «Te vas o te matan». Estados Unidos. Limpia pisos, empacador, dependiente. Deportado. Cuba de nuevo. Luchas estudiantiles, manifestación, una herida, prisión, tortura, fichado por comunista.

La lucha sigue

«En México está Fidel, se prepara para regresar». Listo, lo aceptan. Es de los últimos. Sin entrenamiento militar casi, sube al Granma. Soldado. Bautismo de fuego en Alegría de Pío. Teniente, en El Uvero; en la Sierra, capitán. Bueycito, El Hombrito, Pino del Agua. Arrojo y valentía. ¡Comandante! Las Villas… «Atención Columna 2, Columna 2, Columna 2, Camilo aquí está el Che, Camilo aquí está el Che…». Seibabo, Venegas, dos veces Zulueta, General Carrillo, Jarahueca, Iguará, Meneses, Mayajigua. Héroe de Yaguajay.

Triunfo

«¿Voy bien Camilo?», «¡Vas bien Fidel!». Revolución en el poder, Jefe del Estado Mayor del Ejército Rebelde. Misiones. Reforma Agraria… «Yo no estoy contra Fidel ni en un juego de pelota». Importantes tareas militares. Ya menos flaco risueño, barbudo y ocurrente: «Kmilo 100fuegos». Desafíos. Continúa el sueño de libertad y justicia… «Si deshecha en menudos pedazos, llega a ser mi bandera algún día, nuestros muertos alzando los brazos, la sabrán defender todavía».

Conspiración contrarrevolucionaria

Conjura, traición. Camagüey. Y hombres puede haber traidores, pero no pueblos!» ¡Allá van Camilo y Fidel! Noveno mes de revolución. Frustrada la ladina y sutil maniobra,  apresado el cabecilla sedicioso. Quedan residuos. Solución política, ¡allá va Camilo! ¿Cuántos viajes? Habana-Camagüey- Santiago-Camagüey…

Octubre 28, 1959, mal tiempo

Noche tormentosa, avión frágil, combustible solo para tres horas. Angustia. Búsqueda. Tierra, mar, cayos, ciénaga, pantanos. Barcos, buzos, helicópteros, aviones. Cientos de informaciones desde toda Cuba. Suposiciones, teorías. Fidel: «A Camilo no se le secuestra así como así (…) Camilo despierto, Camilo consciente, no hay nadie que se lo pueda llevar para ninguna parte».

No queda pulgada por rastrear

Todo sirve, lo humano y lo divino, todo sirve… «soñé», «vi», «presentí», ateos, cristianos, videntes. Un día, otro, otro… ¡Apareció Camilo!  La gente sale de sus casas, los carros suenan los cláxones, gritos, tiros al aire… La isla es una isla punteada de cabezas, pura alegría en ebullición. ¡Camilo apareció! ¡Camilo habló por radio!: mentira de malévolos, pérfidos, intrigantes, trujillistas, venenosos contrarrevolucionarios  que han imitado su voz. Carteles improvisados: «Fusilen al traidor». Pueblo loco, pueblo al bode del delirio. Ya es noviembre, día 12. ¡Nada  de Camilo!, nada del Cessna 310 de cinco plazas. Los ojos de Cuba se han secado; su corazón, detenido.

Fidel explica

Por la televisión, detalle por detalle. Le es difícil.  Porque «difícilmente vuelvan a presentarse las circunstancias históricas, la cosa excepcional que produjo un hombre con las proezas que hizo Camilo Cienfuegos». Y pide: «Cada vez que el pueblo vea momentos difíciles, cada vez que los hombres jóvenes, los campesinos, los obreros, los estudiantes, cualquier ciudadano, crea un día que el camino es largo, que el camino es difícil, se acuerde de Camilo, se acuerdo de lo que hizo él, se acuerde de cómo nunca, ante los momentos aquellos difíciles, perdió la fe».

En el pueblo hay muchos Camilos

Fidel da consuelo para el desconsuelo porque en el pueblo hay muchos Camilos, porque es de los que creen «que los verdaderos valores están en el pueblo y que del pueblo surgen los jefes, surgen los líderes, surgen los héroes». Y surgieron, y han caídos hasta en otras tierras, y por acá, y por allá, y ahí andan: anónimos, crecidos, nacidos y por nacer, herederos del corazón generoso, valiente y aguerrido de Camilo.

 

 

 

 

 

 

 

 

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