Cinco barrios europeos en los que la Policía no se atreve a entrar
6:16:53 a.m.
Son barrios donde la ley general no se tiene en cuenta, donde a menudo los más fuertes son los que controlan la vida de los que allí viven y donde la Policía no se atreve ni a entrar, si no es armada hasta los dientes y bajo circunstancias muy excepcionales.
No se trata de zonas deprimidas de África o incluso de América Latina. Son distritos europeos que por la droga, las bandas y, ahora, el yihadismo se han convertido en zonas de exclusión para todos aquellos que no pertenezcan a su mundo.
Estos son los 5 barrios más peligrosos de Europa:
Molenbeek (Bélgica)
Los recientes atentados de París han sacado a la luz un oscuro 'secreto' de Bruselas: Molenbeek es un barrio "que las autoridades no controlan", según el propio ministro del Interior belga, Jan Jambon.
Este barrio situado en el centro de Bruselas se ha convertido con el paso de los años en un gueto musulmán, un pequeño Marruecos en el corazón de Europa. Viven 100.000 personas, principalmente, turcos y marroquíes de segunda y tercera generación. Allí se ubican hasta 22 mezquitas de distinto tamaño. De ahí, que cada día, cinco veces, en las calles de este barrio se escuche la llamada a la oración.
Los vínculos del barrio con los extremistas islámicos se remontan a varias décadas atrás. Bassam Ayachi fundó el Centro Islámico Belga (CIB) en Molenbeek a principios de la década de 1990, una organización que apoyó los puntos de vista radicales pro al Qaeda y reclutó combatientes yihadistas. El 11-M también tiene una conexión con Molenbeek, se trata de Youssef Belhadj.
En la capital de Bélgica también se tuvo lugar el atentado en el Museo Judío de Bélgica en el que Mehdi Nemmouche, un ciudadano francés radicalizado que había pasado un año en Siria, atacó a sangre fría.
Además, un vendedor de armas de la ciudad fue arrestado por supuestamente proveer armas a Amedy Coulibaly, el terrorista que atacó un supermercado kosher de París en enero.
El nombre de Molenbeek surgió también durante la investigación del atentado contra el tren Thalys en la ruta Ámsterdam-París a finales de agosto. El autor, Ayoub El Khazzani, abrió fuego con un fusil comprado en Molenbeek.
Roubaix, Francia
Mohameh Khoualed, el supuesto responsable de haber fabricado las bombas y los detonadores que se utilizaron en los ataques de París, ha hecho famosa, una vez más, al área de Roubaix, al norte de la región francesa de Nord-Pas de Calais.
Es una comuna con 100.000 habitantes que se extiende a lo largo de la frontera con Bélgica, país vecino al que se puede acceder desde el casco histórico a pie o en bicicleta. La ciudad más pobre de Francia según diversas estadísticas, es una prolongación de Lille, en la que el 75% de sus habitantes vive en situación de pobreza.
Hasta mediados de los noventa Roubaix era una ciudad que se asociaba a la delincuencia, herencia de la desindustrialización textil y del desarrollo urbano desmedido. Sin embargo, en 1996 una serie de robos y un asesinato perpetrados por siete veteranos de la Guerra de Bosnia y vinculados a grupos que después se asociarían a Al Qaeda cambiaron la suerte de la ciudad: Le Gang de Roubaix introdujo el cariz yihadista.
Rosengard (Suecia)
La ocupación en 2008 de una mezquita en el barrio de Rosengard y su desalojo a cargo de la policía sueca desencaderaron violentos enfrentamientos entre los agentes del orden y grupos de inmigrantes musulmanes.
Lanzamiento de adoquines y cócteles molotov, petardos de gran tamaño, artefactos explosivos de fabricación casera, y hasta algún disparo aislado de arma corta fueron habituales.
Sin embargo, según explica un agente de Policía al diario Folkets Nyheter, la realidad de ese barrio es que los agentes prefieren no pasar. "Algunas tareas rutinarias, como pedirle el carné de conducir a un inmigrante se escapan fácilmente de control y se convierten rápidamente en sucesos graves en los que deben intervenir todos los refuerzos disponibles para restablecer el orden. Gracias a los teléfonos móviles muchos “simpatizantes” acuden con celeridad cada vez que debes operar en Rosengard. Si mandas parar un coche para un control de rutina, al instante todo el clan acudirá para oponerse a la Policía", cuenta.
Este barrio se encuentra en Malmö, la tercera ciudad de Suecia, al sur del país, de unos 300.000 habitantes y con una alta presencia de inmigrantes musulmanes de origen libanés, bosnio, iraquí y kosovar.
De este barrio es precisamente originario Jalid al-Yousef, un musulmán nacionalizado sueco de 43 años al que se acusa de financiar a movimientos terroristas como Hamás y las "Brigadas de los Mártires de al-Aqsa", y de reclutar jóvenes decididos a inmolarse en atentados suicidas.
El Principe (España)
El Príncipe es un enorme arrabal encaramado en unas lomas cercanas a la frontera del Tarajal, que separa Ceuta de Marruecos. Ese hormiguero de callejuelas sin salida, túneles subterráneos y chabolas es el lugar más conflictivo de la ciudad española con mayor índice de delincuencia, según las últimas estadísticas del Ministerio del Interior.
La presión policial obligó hace años a casi todas las bandas de narcotraficantes que lo controlaban a desplazar sus bases de operaciones a Marruecos, pero pronto aparecieron otras bandas criminales que hacían casi imposible el acceso a la Policía: trata de personas, inmigración irregular y, ahora, yihadismo.
Desde el Ministerio del Interior se lleva trabajando desde hace años e investigando las posibles captaciones que se pudieran hacer para la yihad en la zona, al igual que ocurre en otros puntos de España. Pero muchas noches han sido las que los Cuerpos de Seguridad han tenido que enfrentarse a apedreamientos y a los gritos de 'Allahu Akbar' —Alá es grande—.
Porque cuando la Policía Nacional se ve obligada a entrar en esta especie de ciudadela debe hacerlo bien pertrechada de material antidisturbios, ya que es recibida con palos y piedras. Varios vehículos suelen acabar en el taller y algunos agentes en el hospital.
Secondigliano (Italia)
Los napolitanos dicen que cuando Oriente Medio se pacifique un poco, Secondigliano volverá a ser el lugar más peligrososo del mundo.
Secondigliano es un barrio Nápoles en el que a los problemas típicos de cualquier barrio de cualquier ciudad deprimida, se une un problema mucho mayor: la Camorra napolitana.
En este barrio impera la ley de las grandes familias mafiosas y es habitual presenciar tiroteos y apuñalamientos. No en vano, Secondigliano alcanzo en los años noventa el récord mundial de homicidios por habitante.
En Secondigliano no entra la policía. Todo el barrio está en poder de la mafia. Cualquier actividad que se vaya a hacer en el barrio pasa por pedirle permiso a la Camorra. Un ejemplo: los motoristas no llevan casco a pesar de estar por ley obligados. ¿El motivo? La mafia quiere ver las caras de la gente que circula en moto para comprobar si son policías y asesinarles antes de que puedan intervenir en los asuntos de la ciudad.
(Fuente: LI)
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