Cuba-EEUU: Lo difícil viene ahora
5:22:38 a.m.
Sarah Stephens, directora ejecutiva del Center for Democracy in the Americas, dice que en la superficie todo está bien, pero por debajo hay un mar profundo, lleno de peligros. “Lo difícil viene ahora”, comenta, y quedamos en vernos en los próximos días para una entrevista.
No se puede hablar con calma en la casa de Cuba en Washington. Hay cientos de personas que van y vienen con mojitos o vasos de agua con limón.
Ha concluido hace un rato la ceremonia de reapertura de la Embajada, en la que habló el Canciller cubano Bruno Rodríguez Parrilla, y el ambiente es festivo. “Cuba reactiva la ceremonia del mojito”, tituló la corresponsal de El País, Silvia Ayuso, invitada también a la ceremonia, como decenas de colegas de los principales medios norteamericanos que andaban, como nosotros, pescando a salto de mata declaraciones de los invitados.
Por lo tanto, en diálogos más bien informales intentamos hilar la respuestas a una sola pregunta: ¿Qué viene ahora en la relación entre Cuba y Estados Unidos? Wayne Smith responde que hay muchos problemas por delante, pero con diálogo hay esperanzas para resolverlos.
“Estamos siendo testigos de la posibilidad de una nueva era en la que nuestros dos países puedan hacer negocios, tratarse con respeto y comenzar a vivir normalmente”, reconoce este veterano de la lucha por el restablecimiento de las relaciones entre los dos país. La hija de Wayne, Melinda, lo toma de la mano y habla en tono confidencial: “Él está muy emocionado. Este día es una especie de cierre de toda su carrera de diplomático”.
Danny Glover, actor y cineasta, el hombre que visitó en la cárcel a Gerardo Hernández —uno de los cubanos liberados el 17 de Diciembre—, está convencido de que esto es comienzo de algo nuevo en las relaciones, algo lleno de posibilidades, “de otra narrativa”, mientras el representante José Serrano (Demócrata por Nueva York) reconoce que la apertura de la Embajada “fue un momento muy emotivo, con un montón de lágrimas cuando Bruno dijo ‘Bienvenidos’”.
Peter Kornbluh, coautor de Back Channel to Cuba, un libro formidable sobre la historia oculta de las negociaciones entre Washington y La Habana desde Eisenhower hasta Obama, no se hubiera perdido esta ceremonia en la Embajada por nada del mundo: “La bandera ondeaba con vientos de cambio”.
Philip J. Brenner, profesor de la American University, dice que hubo una guerra larguísima de 56 años, pero “los estadounidenses y los cubanos ganaron… Ahora los dos países pueden hacer frente a sus desacuerdos con respeto mutuo.”
“Este es un gran día”, asegura la representante Barbara Lee, Demócrata por California y ex Presidenta del Caucus negro: “Yo estaba en Washington, DC, en 1977, cuando este lugar se convirtió en la Sección de Intereses. He estado en Cuba muchas veces, más de 20, tratando de llegar a este punto. Así que estoy muy feliz. Tenemos un largo camino por recorrer para levantar el embargo y permitir los viajes de todos los estadounidenses”.
El representante Raúl Grijalva, Demócrata por Arizona y copresidente del caucus Progresista (compuesto de unos 75 legisladores), dice también efusivo que “este es un día histórico… Tenemos la oportunidad de establecer un puente”, aunque antes de que ese puente sea firme vaticina que “los estadounidenses apoyarán cada vez más la normalización”.
Grijalva no se equivoca
No ha terminado el lunes y las encuestas confirman lo que dice Grijalva. Un sondeo nacional del Pew Research Center realizado entre el 14 y el 20 de julio de 2015, y en el que se recogió la opinión de 2002 adultos de todo el país, registra que el 73% de los estadounidenses aprueba el restablecimiento de las relaciones diplomáticas. Son 10 puntos porcentuales más que en enero, destaca la encuestadora.
Aunque el apoyo es mucho mayor entre demócratas (83%) e independientes (75%), la cifra de republicanos que apoyan esta decisión llega a un histórico 56%, lo que significa 16 puntos más que en enero, cuando el Pew hizo una encuesta similar entre el mismo número de personas.
El respaldo es abrumador a la pregunta de si están a favor de poner fin al bloqueo contra Cuba. De hecho la organización encuestadora reconoce que hay “cambio dramático” en el posicionamiento de los republicanos conservadores: el 55% de ellos apoya ahora acabar con esa política que pretende rendir por hambre a los cubanos, cuando en enero solo lo hacía el 40%.
Un 72% de los encuestados respondió afirmativamente, al considerar que este paso “le permitiría a las empresas norteamericanas realizar negocios en Cuba y a empresas cubanas hacer negocios en EEUU”.
(Fuente: Cubadebate)
0 comentarios