El cocodrilo mordió el garfio, y el perro se llevó en la boca las conferencias de prensa
6:44:11 a.m.
Matanzas rompió los hilos que mantenían en pie a la Isla durante el primer juego de su play off semifinal, por la vía autoritaria del nocao. Ninguno de los abridores se mantuvo mucho tiempo sobre el box, pero los yumurinos relevaron mejor, anotaron más y salieron henchidos de alegría.
*Por más que la Isla venía de hacer la hombrada, seguía llevando la etiqueta de cordero frente a un lobo con cuatro podios sucesivos. Al menos ese era el sentir generalizado en el cuartel general de los Cocodrilos previo al desafío. “Este año sí, este año sí”, repiten dondequiera por acá, y uno tiene la clara sensación de que, para los matanceros, únicamente Ciego de Ávila se puede atravesar en su camino a la felicidad.
*Alguna oscura relación amorosa existe entre la lluvia y los play off. Cada vez que se acerca la voz de Play Ball en esa instancia, San Pedro envía saludos que terminan limitando la afluencia de público al estadio.
*Muchos esperaban —yo entre ellos— que Víctor Mesa se inclinara por Jonder Martínez para la apertura, habida cuenta de que el derecho derrotó tres veces a la Isla en la campaña, con apenas dos limpias soportadas en casi veinte entradas de trabajo. A todas luces, el mentor de los rojos prefirió reservar a su lanzador más experimentado para que escale el box en el difícil primer juego en el Cristóbal Labra. La apuesta le salió de maravillas.
*Más no podía hincharse Ulfrido García en el segundo inning, con bases llenas y sin out. Al bate, un refuerzo de última hora, William Luis, quien ya le había respondido bien al manager –varias veces en rol de emergente- durante un tope contra Estados Unidos. Y Luis volvió a rendirle a Víctor Mesa: sonó un hit al derecho que trajo dos carreras. Las primeras de una larga noche para los visitantes. Pero entonces, acabado de llegar el relevista Gamboa, a Escalante le ordenaron tocar para confiarle los remolques a Onel Vega, un débil bateador. Y el toque salió mal. Y Vega se ponchó. Y el peligro quedó conjurado de golpe. ¿No será, me pregunto, que el line up necesita invertir estos dos nombres; es decir, colocar al receptor de en el octavo turno y cerrar tanda con el jardinero?
*En la tercera entrada, Matanzas echó mano de la velocidad. Es el equipo que más partido le saca al robo de bases, y Luis Yander la O puso a prueba dos veces el brazo de Luis Abel Castro. A la postre, un error acabó por abrirle las puertas del home al santiaguero. Es una de las grandes fortalezas de los actuales subcampeones nacionales: su repertorio para fabricar carreras a despecho de su limitado slugging colectivo.
*Cuarto episodio, otra vez la casa llena sin outs, y Ariel Sánchez en la caja. Hit del zurdo. Más tarde, un doble de Aníbal Medina. A seguidas, un rolling impulsor, y más tarde otro hit. El nocao se cernía, casi tanto como la noche misma, sobre el cielo beisbolero de la Isla. Y al final sucedió.
Positivo: La llegada de los play off, con su consecuente carga de presiones, no melló el filo de Matanzas cuando juega en su feudo del Victoria de Girón.
Negativo: El sacrificio de Aníbal Medina con el juego 10×1.
Preocupante: La rotación abridora de la Isla no parece apta para frenar el brío yumurino.
Incomprensible: ¿Adónde fueron a parar las conferencias de prensa? ¿Se las llevó un perro en la boca?
(Fuente: Cubadebate/Michel Contreras)
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