Tendencias del mercado internacional y su impacto en la economía cubana (II)
9:46:26 p.m.
Por José Luis Rodríguez
Los impactos de la evolución de la economía internacional sobre la economía cubana no son solo recientes. En realidad —como se plantea en los Lineamientos de la Política Económica y Social— entre 1997 y 2009 las variaciones de precios de exportaciones e importaciones representaron una pérdida de 10 900 millones de dólares, con una reducción del poder de compra de nuestros ingresos por exportación del 15%. Por otra parte, en los años transcurridos de 2009 a 2013, si bien el saldo comercial total a precios corrientes creció 2,4 veces, a precios constantes decreció 9%, reflejando una dinámica negativa.
Además de los impactos que se registran en las exportaciones, también ha resultado negativa la evolución de los precios de un grupo significativo de importaciones.
Tal es el caso de los alimentos, cuya factura total promedió 1 729 millones de dólares entre 2009 y 2014, con una tendencia al crecimiento de su valor para volúmenes aproximadamente similares de compra, ya que luego de una caída coyuntural entre 2009 y 2010 el costo de las adquisiciones de 2014 representó un crecimiento de 40,2% sobre este último año.
En este sentido llama la atención que mientras que los precios promedio de los alimentos en el mercado mundial solo representaron el pasado año un crecimiento de 7% sobre 2010, en el caso cubano el incremento fue muy superior.
En ello está incidiendo que en los precios pagados por la economía nacional tienen una notable influencia las tarifas de fletes y seguros que se ven afectadas por el elevado riesgo-país con que se califica a Cuba, básicamente producto del bloqueo económico de Estados Unidos.
Es conocido que (a partir de la aplicación de la Enmienda Torricelli de 1992) los barcos que toquen puertos cubanos no pueden ingresar a los Estados Unidos hasta seis meses después y de hecho entran en una lista negra que los coloca en una situación de desventaja en el mercado de los fletes. Como consecuencia de esta medida, muchos de los productos destinados a Cuba son desembarcados en puertos de Bahamas, República Dominicana, Jamaica o México para después ser reembarcados en otras naves que los llevan a su destino final en Cuba, encareciendo notablemente su costo.
De este modo, mientras que el precio de los granos en el mercado mundial en 2014 bajó 26,2% en relación con 2012, para Cuba el precio del arroz se elevó 5,6%, el de los frijoles 60,9% y el de los chícharos 46,9%. Otros precios que registran incrementos de importancia son los de la leche en polvo (42,3%) y el pollo en cuartos (9,4%).
En el caso de los combustibles, cuya factura anual alcanzó 4 300 millones de dólares en 2014, la tendencia a precios más altos hasta el primer semestre del año se ha visto compensada en buena medida por la fórmula de pagos de Petrocaribe y la liquidación de la factura mediante la venta de servicios de fuerza de trabajo calificada a Venezuela.
Desde el punto de vista financiero, es importante señalar que prácticamente toda la factura de alimentos se liquida con créditos a 360 días, lo que genera una tendencia sostenida al endeudamiento comercial, en medio de un acceso restringido a facilidades financieras en condiciones normales.
Un análisis más completo de la coyuntura internacional y su incidencia sobre Cuba supone un examen de lo que ha venido ocurriendo con la deuda externa del país en los últimos años y su papel en la estrategia para la creación de condiciones con vistas a un desarrollo sostenible a corto plazo. (Continuará)
(Fuente: CC)
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