Bailando en Cuba primero y en el extranjero después
9:59:52 p.m.
Por Mabel Machado
De las cuatro nominaciones al Grammy Latino 2014 que lograron Descemer Bueno y la agrupación Gente D´Zona por su trabajo en el tema “Bailando” junto con el cantante español Enrique Iglesias, tres se convirtieron premios.
El fonógrafo a la Mejor canción del año supera con creces cualquier otra recompensa a este sencillo grabado en 2013, reconocido por distintos termómetros musicales como uno de los más escuchados en el mundo hispano.
No solo ningún cubano había clasificado antes en esta categoría –una de las tres más importantes de la selección que produce anualmente la Academia Latina de las Artes y las Ciencias de la Grabación-, sino que por primera vez en mucho tiempo la música popular contemporánea producida en la Isla ha logrado agenciarse espacios privilegiados en las pantallas y otros medios del mainstream.
La canción, compuesta entre Bueno y los dos integrantes principales del dúo reguetonero y estrenada en 2012 en Cuba, fue incorporada al CD Sex and Love de Iglesias, firmado con Universal Music y Republic Records.
Esta combinación, que les valió también a los artistas los premios a la Mejor Interpretación de música urbana y a la Mejor canción urbana en la ceremonia del 20 de noviembre en Las Vegas, ha hecho que en apenas ocho meses el videoclip registrara más de 500 millones de vistas en VEVO y YouTube y que el tema alcanzara el número uno en listas de éxito en varios países, desde México hasta Eslovaquia.
En algunos lugares Iglesias, Descemer y Gente D´Zona llegaron a desplazar a Pharrell Williams, el fenómeno pop del momento.
Entre los complementos de la popularidad del sencillo que se ha marcado con los sellos de platino en los Estados Unidos y de oro en España por la cantidad de copias vendidas (más de un millón y 80 mil, respectivamente), están las cuatro versiones (en español, español/inglés y portugués) del videoclip dirigido por el cubano Alejandro Pérez y las colaboraciones con el cantante de origen jamaicano Sean Paul y el brasileño Luan Santana.
Además, “Bailando” fue escogida por Telemundo como la música principal de una de sus novelas y estuvo entre los temas que más sonaron durante la Copa Mundial de fútbol Brasil 2014, pues en una de sus cuatro tomas se aprovechó la coyuntura para filmar y colocarse en ese país.
Pero en todo este boom, dentro del que sobresale el hecho de que un grupo de músicos cubanos —como no suele suceder— haya estado nominado a la misma vez en diferentes categorías del Grammy Latino y que haya ganado más de un fonógrafo, lo más significativo es que el tema sonó y se hizo popular primero en Cuba y, tras la inclusión de Enrique Iglesias, se internacionalizó y devino un triunfo comercial en muy poco tiempo. La fórmula ha funcionado con una lógica contraria a la que se aplicó con productos y artistas cubanos conocidos internacionalmente como el Buena Vista Social Club, para el cual el éxito llegó primero en otros escenarios del mundo antes que en la Isla.
“Bailando” hace gala de los entrecruzamientos característicos de la cultura nacional a lo largo de la historia. Su ritmo contagioso nace del típico beat del reguetón más contemporáneo y de la herencia española que se manifiesta en la entrada de los coros y el acompañamiento de la guitarra flamenca.
La universalidad del tema y el fenómeno de su difusión hablan del potencial de la música cubana (incluso del alcance del nunca bien ponderado reguetón) para competir con los productos fabricados en los grandes estudios y bajo el amparo de las majors.
Sin embargo, el hecho de que el sencillo haya alcanzado relieve internacional con la participación de Enrique Iglesias, quien es hoy uno de los cantantes mejor cotizados del pop latino, permite que se abran algunas interrogantes sobre tales posibilidades de inserción en el mercado foráneo, teniendo en cuenta que en Cuba no funcionan como en el resto del mundo todos los dispositivos del marketing y de la industria del espectáculo que tienen a su favor las grandes empresas.
Con total lógica podría aparecer también la pregunta sobre la probabilidad de que “Bailando” sea el inicio de una senda dorada para la música hecha en Cuba, o solo un hecho fortuito que ha tenido la suerte de contar con la simpatía de estrellas internacionales de moda y un buen posicionamiento publicitario.
Por lo pronto, la evolución de este sencillo y el propio aparato Grammy Latino nos impulsan a reconocer que el camino de las colaboraciones es uno de los más seguros para la deseada internacionalización de las producciones musicales cubanas.
En el apartado de Mejor canción de estos premios estuvo también nominado Silvio Rodríguez por su trabajo con el grupo puertorriqueño Calle 13 en el tema “Ojos color Sol”, otra de las canciones más difundidas este año como parte del CD MultiViral, que fue premiado como el Mejor álbum de música urbana.
Más de una decena de discos y temas en los que intervienen de manera protagónica artistas cubanos estuvieron bajo la mirada de una buena parte de espectadores del mundo en la competencia por los Grammy Latinos, que entregaron también uno de sus reconocimientos a Arturo O´Farrill y la Chico O´Farrill Afro-Cuban Jazz Orchestra por el Mejor álbum de música instrumental.
(Fuente: CC)
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