Plaza Che: Un sitio en la memoria de la Patria
8:13:18 p.m.
Este 28 de diciembre se conmemoran cinco lustros de existencia de la Plaza Comandante Ernesto Che Guevara, de Santa Clara, escenario principal de acontecimientos que han marcado la vida de los cubanos en los últimos 25 años, sitio donde reposan los restos del Guerrillero Heroico y varios de sus compañeros de lucha.
Inaugurada en esa fecha con la presencia del General de Ejército Raúl Castro, Presidente de los Consejos de Estado y de Ministros, el espacio fue construido con el concurso de miles de villaclareños, quienes hicieron suya la obra, aportando más de 400 mil horas de trabajo voluntario y buena parte del bronce utilizado en los diferentes proyectos.
Concebida por los arquitectos Jorge Cao Campos, Blanca Hernández Guivernau, José Ramón Linares Ferrera, el escultor José de Lázaro Bencomo (Delarra) y el ingeniero Pedro Nolasco, el sitio constituye todo un complejo conformado por la plaza, la tribuna, el museo, el memorial que atesora los restos del Che y sus hermanos de lucha en Bolivia, además de la osamenta del guerrillero Hermes Peña; así como un Mausoleo erigido en fecha posterior en homenaje a los combatientes del Frente de las Villas.
Son muchos los momentos significativos vividos por el pueblo cubano, vinculados a este histórico lugar, como aquella gigantesca concentración del 30 de septiembre de 1996, cuando en apenas unas horas los villaclareños abarrotaron la plaza para escuchar al líder de la Revolución, Fidel Castro.
Ese día marcó un antes y un después para esta provincia, que a partir de aquella estimulante visita obtuvo varios reconocimientos y sedes del acto por el 26 de Julio, haciendo honor a las palabras expresadas ese día por el Comandante en Jefe cuando llamó a los villaclareños «vencedores de dificultades y obstáculos».
Un momento singular, sin dudas el más importante de su historia, ocurrió en octubre de 1997 cuando se recibieron aquí los restos del Che y un grupo de guerrilleros de Cuba, Bolivia y Perú, instante sobrecogedor y emotivo donde se daba la bienvenida a la Patria al Héroe de la Batalla de Santa Clara, y a quienes Fidel llamó con justicia, el Destacamento de Refuerzo.
Luego se producirían otros tres arribos de combatientes, el último de ellos el 9 de octubre del año 2000, cuando fueron depositados en el memorial los restos de Eliseo Reyes Rodríquez (Rolando o San Luis), Antonio Sánchez Díaz (Marcos o Pinares), José María Martínez Tamayo (Papi o Ricardo), Casildo Condori Vargas (Víctor), Serapio Aquino Tudela y Restituto José Cabrera Flores (Negro), ceremonias que también marcaron la rica historia del recinto.
La convocatoria al V Congreso del Partido Comunista de Cuba, se efectuó desde este sagrado lugar el 16 de abril de 1997, un hecho que todos recuerdan, al igual que la celebración allí de Tribunas Abiertas y otros actos trascendentales para la nación.
Otra página imborrable en el devenir de la plaza ocurrió en octubre del 2007 durante la visita del presidente de Venezuela, Hugo Chávez Frías, quien a través de su programa Aló Presidente, cautivó a la multitud allí reunida con su proverbial capacidad comunicativa y su innata inteligencia.
Mitos y leyendas
Por cuestiones obvias, en ningún lugar del mundo se siente la cálida presencia del Che como en Santa Clara. Hasta su nicho en el Memorial han llegado más de tres millones de personas de todos los confines del planeta, quienes derraman lágrimas, susurran un poema o le declaran su fidelidad al situarse frente a él, entre otros gestos de agradecimiento y admiración hacia el héroe.
De igual manera, a través de estos años suman cientos las personas que han donado objetos de particular valor sentimental al Museo, el cual colecciona fotos, prendas y documentos vinculados a la vida y obra del Che o de algunos de sus compañeros de lucha en Bolivia, los cuales completan más de 800 en la actualidad.
Entre esos presentes hay una carta enviada por un niño argentino apodado Coni, quien le dice al Che que lo amaba profundamente, además de manifestarle el odio que sentía por sus asesinos, prometiéndole que algún día vendría hasta su tumba costara lo que costara.
También existen decenas de prendas personales, poemas, canciones, banderas, condecoraciones, velas y dibujos, entre los cuales resalta la llave con que un patriota chileno logró evadirse de la prisión en los tiempos de la sangrienta dictadura de Pinochet.
Asimismo, en el libro de visitantes inaugurado el 17 de octubre de 1997, fecha de la llegada de los restos del Che, se inscribe una idea expresada por Giustino Di Celmo, padre del joven Fabio Di Celmo, víctima de un atentado terrorista, la cual encierra el verdadero sentido de este sitio: “Nunca la historia se vuelve tan aplastante como al entrar a este lugar, porque aquí se sienten los gritos de combate, el galope de Rocinante o el tableteo de ametralladoras victoriosas.
(Fuente: Granma / Freddy Pérez Cabrera)
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