La ética es vital en el contexto de la guerra mediática
8:32:31 a.m.
Documental «El arte de comunicar. El periodista» El Festival Internacional del Nuevo Cine Latinoamericano de La Habana programó un film de que aborda la trayectoria de tres periodistas que han acompañado desde sus trabajos las transformaciones políticas de América Latina.
El periodista Julio Ferrer nació en 1976 y su tío fue desaparecido por la dictadura. Marcos Pretti nació en 1981 y, al igual que Ferrer, su tío fue asesinado por los represores. Ambos se conocían por haber compartido trabajos en el Centro Cultural de La Plata. Hasta que en 2012, cuando se estaban realizando los juicios contra los genocidas por delitos de lesa humanidad en el Tribunal Oral Federal Nº 1 de La Plata, Pretti —que era el camarógrafo de la Comisión Provincial por la Memoria— y Ferrer —que estaba presente— aprovecharon para almorzar en el cuarto intermedio. Fueron a comer a un pequeño bar ubicado frente al Correo de la ciudad de La Plata. Y allí Ferrer le comentó que quería hacer algún trabajo con un libro que había escrito, titulado El oficio del periodista, en el que participaban Stella Calloni, Osvaldo Bayer, Carlos Aznárez y Eduardo Jozami, entre otros. Pronto se pusieron a producir para hacer una serie de unitarios de televisión sobre figuras periodísticas. Y finalmente, gracias a la jefa de prensa de la Embajada de Cuba en la Argentina, decidieron hacer el primer trabajo con formato cinematográfico para presentarlo en el 35º Festival Internacional del Nuevo Cine Latinoamericano, en La Habana. Se titula «El arte de comunicar. El periodista», y aborda parte de la rica historia de Osvaldo Bayer, Stella Calloni y Carlos Aznárez.
«El arte de comunicar…» cuenta con investigación del propio Ferrer, dirección de Pretti, cuyo asistente fue Lucas Molina. A través de una estética que simula un film noir, Ferrer aparece en escena entrevistando a cada uno de estos periodistas, mientras se van mostrando pistas que le permiten completar al espectador las dificultades que tuvieron en tiempos más oscuros de la Argentina. Los tres cuentan sus experiencias periodísticas, su formación intelectual, y sobre todo su paso por diarios en los que dejaron una marca indeleble dentro de la historia del periodismo argentino. Bayer se refiere a su experiencia en Noticias gráficas, y habla de su necesidad de pulir una escritura que no fuera solamente para académicos. También relata cuando fundó el periódico La Chispa, donde ya denunciaba los maltratos a los pueblos originarios. Hasta que en 1959 ingresó a Clarín en la sección Policiales. Su actividad gremial le jugó una mala pasada en el matutino de Roberto Noble, pero nada le impidió ser el responsable del primer paro de los trabajadores de Clarín. Calloni repasa su trayectoria como corresponsal en países centroamericanos en guerra, como El Salvador, Nicaragua y Honduras. Aznárez, en tanto, relata su trabajo en la revista Cristianismo y Revolución, el diario Noticias y cuenta cómo dedicó parte de su profesión a la temática gremial. También refiere la historia de su participación en la Agencia de Noticias Clandestina (Ancla).
La idea de un periodista joven que entrevista a otros colegas veteranos marca el pasado y el presente del oficio. «Julio es una persona que siempre tuvo como referente a Osvaldo Bayer, dado que cuando su madre pudo recuperar unos libros que eran de su tío, entre esos libros estaba Los vengadores de la Patagonia Trágica. El siempre iba a las conferencias de Osvaldo y le insistía hasta que le acercó sesenta preguntas y a Osvaldo le gustó mucho y lo empezó a relacionar con distintos periodistas», explica Pretti, en diálogo con Página/12. Tanto Pretti como Ferrer y Molina creen que en la actualidad el periodismo «está orientado hacia los medios de comunicación masivos, sobre todo Internet, y el periodismo se tiene que practicar en la calle, hay que golpear puertas, entrevistar, porque el contacto cara a cara con el entrevistado genera una humanidad más elevada y obviamente se le puede sacar más jugo», asegura el director del documental. «Es la manera de trabajar de Julio y su transmisión hacia nosotros, que es lo que quisimos reflejar en el documental».
El film fue hecho en un momento de fuerte debate sobre el rol del periodista. En ese sentido, este documental busca poner en valor la importancia de la ética en el oficio. «La ética, como la reflejan Osvaldo o Stella, es la forma a seguir: la responsabilidad, la buena escritura, el compromiso; los ideales son toda una forma que creemos que se tiene que respetar a rajatabla, porque es la manera de poder transmitir de manera veraz lo que se está viviendo. Y en un país como la Argentina, la ética tiene que ser vital, fundamentalmente en el contexto de esta guerra mediática que se está produciendo», entiende Pretti.
Tanto Bayer como Calloni y Aznárez acompañaron desde sus trabajos las transformaciones políticas de América Latina. «Ellos atravesaron distintas etapas de cambios sociales. Osvaldo estuvo trabajando en el periodismo desde el ’52, pasó por cuatro dictaduras. Y los cambios fueron siempre muy abruptos. Y por ejemplo cuando estaba en un lugar inhóspito del sur argentino, no le importaba qué le decía el jefe de redacción del diario de Esquel, él seguía adelante con la lucha de los pueblos originarios y contra la explotación. Sin duda, ellos atravesaron distintas etapas y lo hicieron de la mejor manera», observa el documentalista.
Uno de los objetivos del documental es que la palabra de estos tres veteranos periodistas sirva de ejemplo para las nuevas generaciones. «Son personas que lucharon por su trabajo y mantuvieron la mirada, la visión, la forma tan recta y nunca se desviaron. Tienen que ser ejemplos», concluye el director.
(Fuente: Oscar Ranzani / Página 12)
0 comentarios