Blogia
LA TECLA CON CAFÉ

Guille Vilar, un hombre sensible y de principios

Guille Vilar, un hombre sensible y de principios

 

martes, 21 de agosto de 2018
5:36:00 a.m.

La sonrisa dispuesta es la mejor armadura del Guille Vilar. Aunque los hombres buenos no necesitan otra armadura que el cariño y la bondad que emanan. Su sencillez, perspicacia, y arraigo al terruño que lo vio nacer el 8 de enero de 1951 (La Habana, Cuba) se dejó ver en el diálogo que sostuvo hace unos días con la periodista Magda Resik, en el espacio Encuentro Con del Pabellón Cuba. 

“El Guille de muchas maneras no ha podido envejecer”, dijo Resik aludiendo a lo que es una realidad: el influjo de Vilar en los más jóvenes, “que reconocen en él al eterno maestro”. 

La también Directora de Comunicación de la Oficina del Historiador de la Ciudad de La Habana recordó cuando, en 2016, presidió el jurado que le entregó el Premio Nacional de Periodismo Cultural “José Antonio Fernández De Castro”. 


“En ese entorno conversábamos de que los aportes de Guille al desarrollo de la cultura cubana contemporánea, especialmente a la apreciación de la música y de las artes en general, es muy fuerte y contante, perseverante. Para nosotros era como un premio que tenía que haberse entregado hace mucho tiempo. Y felizmente le fue concedido”. 

Pero, ¿cómo empezó todo? ¿Qué hizo despertar en él esa sensibilidad propia de su personalidad? 

Según cuenta Vilar, su familia fue bastante normal. Su padre ingeniero y su madre ama de casa. “Cuando dije que iba a estudiar Letras en la Universidad de La Habana, Historia del Arte, el viejo no entendió nada porque pensaba que iba a ser médico, ingeniero, no sé qué. Al final lo aceptaron pero no entendían que esa podía ser la forma para ganarme la vida”. 

“Las raíces de esta sensibilidad parten del acercamiento al abuelo paterno, quien todos los domingos cuando íbamos a su casa, después de almuerzo, ponía un disco de los Matamoros. Y yo, un adolescente absoluto, con 12 o 13 años, me acercaba y me sentaba al lado de él a escucharlos”. Fallido guitarrista, asegura que estudiar Historia del Arte selló su vinculación. 

Controvertidos Beatles 

“El tema de Los Beatles fue un poco controvertido en nuestro país. Sin embargo tú lo has cultivado bajo todas las circunstancias”, comentó Magda Resik a su invitado. 

“He dicho en alguna que otra entrevista que a veces siento cuando camino, que por donde yo paso, todo está bien, y tras de mí se caen las columnas y se abre el piso, pero no me doy cuenta porque voy para adelante”, reconoció Vilar. 

“No puedo negar la experiencia que tuvo cada cual en esa época, pero yo cuento la mía (…) Y pienso en Chile, y en la Argentina de la dictadura, y realmente si allí, joven, te cogían con un casete de Silvio Rodríguez, te la pelaban, ya eras comunista. Y aquí no fue el caso. 

“Cuando nosotros hablábamos sobre la voz de Paul McCartney, nuestros padres estaban ocupados con la Crisis de Octubre, con la lucha contra bandidos (…) Los Beatles lamentablemente surgieron en una época en crisis en Cuba, y para el pueblo adulto que estaba en otra cosa, ellos no eran ingleses, ni eran un fenómeno cultural como ahora son; eran unos peludos cuando se usaba el pelo corto, con pantalones apretados cuando se usaban los anchos con tachones, y cantaban en el idioma del enemigo”. 

La radio primero, la televisión después 


Cuando me gradué de la escuela de Letras me llevaron a Radio Progreso. Trabajar allí, en el año 76, no era lo que un graduado de Historia del Arte quería hacer. Lo que tenía swing era el ICAIC, Bellas Artes, Ministerio de Cultura, lugares establecidos. Radio Progreso por aquella época era una emisora chea, pero a la semana de estar allí me di cuenta que era donde mejor podía estar porque había mucha hierba por podar. Yo llegué como jardinero. De asesor de novelas me fui a la Dirección de Música. 

(…) Tuve el privilegio de que cuando llegué a ese Departamento, por esas casualidades que tiene la vida, nos reunimos Jorge Gómez, Adolfo Portales, Alberto Falla, Guillermo Rodriguez Rivera, y empezamos a taladrar en el muro de la mediocridad, de la censura, de no poner a Elton John porque usaba aretes. Cosas así que no tenían un fundamento cultural real. Fue así que surgió “Encuentro con la música”, con el programa “Perspectiva”, que hacía Gómez. 

De allí pasé al encanto de hacer radio en vivo, Juventud 2000. Me fui dando cuenta de dónde estaba parado, porque era un programa con fama de comercial. Recuerdo que lo mejorcito que se ponía era Luis Miguel. Y entonces, entre col y col, fui insertando a Silvio (Rodríguez), Buena Fe, Aceituna sin Hueso. 

Un medio esencialmente cultural 

—La televisión es para ti un medio a estudiar, y con el cual convives diariamente. Ahora surgen otro tipo de medios, pero muchos dicen que sigue teniendo una altísima representatividad en la población. ¿Cuál son los mayores disgustos que tienes con la televisión que tenemos? 

—(…) La televisión en Cuba sigue siendo el medio. Siempre he tenido la claridad de que la palabra principal es la opción. Tiene que haber una tendencia en la que cada cual tenga su pedacito, su momento para disfrutar. Creo que los que están al frente de la televisión deben de tener eso en cuenta. 

—¿Estás queriendo decir que la televisión es un medio cultural?

—Debe ser un medio esencialmente cultural. 

—¿Aún cuando hable de política? 

—Allí es cuando más lo debe ser. Una política agradable, atractiva, comunicativa. 

—La bondad, la nobleza, la entrega a los otros, la solidaridad, son términos que tú aprecias y practicas. En general cuando se le pregunta a las personas por ti, una de las expresiones más frecuentes es: “Es un hombre muy bueno”. ¿Qué piensas al respecto? 

—Me alegra mucho cuando la gente se acerca y me agradece por mi trabajo, me reconoce (…) Cuando tú eres receptor de esas expresiones ¿cómo rayos no vas a ser bueno? 

“Pensamos que el término Patria es algo complejo, que solamente hablan los jefes y los intelectuales de gran prestigio, y ya Cintio Vitier, en una entrevista que le hicieron para Juventud Rebelde (pdf), dice que puede ser algo mínimo y algo máximo; desde el sabor del dulce de guayaba hasta el combate de las Guásimas, de Maceo. 


“Yo no fui rojo nunca, porque es imposible ’que uno sea’. Desde que estaba gateando ya era revolucionario. Tuve una familia que muchos de ellos estaban en Miami, pero mis padres no. Ante cada oportunidad de irme, cada proposición, pudo más mi cariño por la vieja, y la fidelidad a personas, no la de amistad solamente sino la de principios. Y es algo que puede definirme, soy un ’principio’ caminando. 

“Tengo un amigo que se fue y actualmente tiene y cría caballos de raza. Me alegro mucho que le vaya bien. Yo, si lo vemos desde el punto de vista material, me jugué una carta al quedarme aquí porque no tengo carro, ni casa salvo la de mis padres, pero sí tengo todo el aprecio de un pueblo y eso no tiene comparación con los caballos de raza que tiene él”. 

(Fuente: HR)

0 comentarios