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LA TECLA CON CAFÉ

Muere el príncipe Felipe de Edimburgo

Muere el príncipe Felipe de Edimburgo


viernes, 09 de abril de 2021 
10:17:54 pm 

  • El marido de la reina Isabel II, Felipe de Edimburgo, falleció este viernes a los 99 años en el palacio de Windsor, según ha anunciado la familia real británica. 
  • El funeral tendrá lugar el sábado 17 tras ocho días de luto nacional. Será una ceremonia íntima en la capilla de San Jorge del Castillo de Windsor.
  • Cuba lamenta fallecimiento de Felipe de Edimburgo

 

El marido de la reina Isabel II, Felipe de Edimburgo, ha fallecido este viernes a los 99 años en el palacio de Windsor, según ha anunciado la familia real británica.

“Es con gran pesar que su majestad la reina anuncia la muerte de su amado marido, su alteza real el príncipe Felipe, duque de Edimburgo”, señaló el palacio de Buckingham en un comunicado.

Felipe de Edimburgo abandonó el hospital el pasado 16 de marzo tras ser intervenido con éxito de una dolencia cardiaca preexistente. “Su Alteza Real murió pacíficamente esta mañana en el castillo de Windsor. Se harán nuevos anuncios a su debido momento”, agregó la nota.

Con sus luces y sus sombras, Felipe de Edimburgo formaba parte indisoluble de casi siete décadas de estabilidad institucional y monárquica. El Gobierno de Johnson y todos los partidos de la oposición rindieron tributo a su figura y a su vida de servicio al país.

Las medidas de distanciamiento social vigentes por la pandemia y el deseo expresado en vida por el propio Felipe reducirán la dimensión pública del funeral, que tendrá lugar el sábado 17 tras ocho días de luto nacional. Será una ceremonia íntima en la capilla de San Jorge del Castillo de Windsor.

 

En ese castillo llevaba recluido, junto a Isabel II, desde que comenzó hace más de un año la pandemia. A mediados de febrero ingresó en el hospital Rey Eduardo VII de Londres, por una infección, y poco más de dos semanas después fue trasladado a otro centro sanitario para someterse a una delicada intervención cardiaca. El 16 de marzo recibió el alta hospitalaria y regresó a Windsor.

Poco después de conocerse la noticia, el primer ministro británico compareció de riguroso luto a las puertas de Downing Street para leer un comunicado oficial: “Contribuyó a dirigir a la Familia Real y a la monarquía para que permanecieran como instituciones indisputablemente clave para el equilibrio y la felicidad de nuestra vida nacional”, dijo Johnson.

A los elogios a su vida y su papel de apoyo a la reina se sumaron partidos políticos e instituciones de todo el Reino Unido.

Entre las numerosas muestras de condolencia procedentes del resto del mundo se encontraba la de los reyes de España: “Querida tía Lilibet, hemos sentido una profunda tristeza al recibir la noticia del fallecimiento de nuestro querido tío Philip”, comenzaba el telegrama.

Ninguno de los intentos por escribir una biografía de Felipe de Edimburgo que desentrañara su personalidad triunfó en el empeño. El marido de Isabel II y príncipe consorte del Reino Unido se mantuvo hasta el último momento como un enigma y un comodín que sirvió a partidarios y detractores de la Monarquía para representar a una institución eterna o deplorar la altanería y arrogancia de una casta alejada de la realidad.

“Damas y caballeros, se presenta ante ustedes la persona con más experiencia en el mundo en descubrir placas conmemorativas”, solía decir en sus últimos actos públicos, antes de retirarse finalmente de la escena oficial en 2017. El sentido del humor, tan cáustico como autocrítico, fue uno de sus pocos refugios.

Coleccionaba viñetas de los humoristas gráficos británicos más célebres, como Matt. Llegó a tener casi doscientos dibujos originales que repartió por los cuartos de baño de todos los palacios y castillos de la Casa de los Windsor. Fue el modo de asegurarse, en la intimidad, de que la última sonrisa fuera la suya.

El alférez de navío de la Marina Real buscó en el mar su último cobijo. O en el aire, donde llegó a sumar 5.986 horas de vuelo en 59 tipos diferentes de aeronaves. Su último trayecto fue de Carlisle [noroeste de Inglaterra] a Islay [en Escocia], en agosto de 1997, con 76 años. O en la fe, que comenzó como una costumbre incorporada con naturalidad a su educación y condición social, y se convirtió durante los últimos años en un empeño introspectivo. Ayudó a Robin Woods, decano de Windsor y capellán doméstico de la reina, a poner en marcha St. George’s House, un centro de retiro, conferencias y estudios donde los sacerdotes anglicanos se reunían para debatir asuntos eclesiásticos.

Felipe de Edimburgo fue el aristócrata apátrida que renunció a su historia y su apellido para consolidar la Casa de los Windsor. El príncipe irreverente y bocazas que irritó con sus salidas de tono a la izquierda política y mediática británica. El modelo de una elegancia masculina de tejidos exquisitos y corte clásico que lleva el sello de las sastrerías de Savile Row, en Londres. Traje de mil rayas en el que cada línea la componen minúsculas “Ps”, de Philip, en color azul o rojo. Nunca blanco, como los ingleses de élite educados en Eton u Oxford. El príncipe Felipe nunca perteneció a esa estirpe. Y, sin embargo, representó la quintaesencia de una clase consciente de que una vez estuvo al frente de un gran imperio.

El duque de Edimburgo fue el pararrayos, el escudo y el reverso negativo de Isabel II. El ancla de una familia y de una institución que nunca albergó la menor duda, a diferencia de sus hijos y de sus nietos, de que la magia que aseguraba su estabilidad se construía con distancia y liturgia.

Cuba lamenta fallecimiento de Felipe de Edimburgo

El presidente de Cuba, Miguel Díaz-Canel, trasmitió hoy a través de Twitter las condolencias del Gobierno y el pueblo cubanos por el fallecimiento del príncipe Felipe, duque de Edimburgo. 

En nombre del Gobierno y el pueblo cubanos, trasmito condolencias a @RoyalFamily, Su Majestad la Reina Isabel II y a Su Alteza Real, el Príncipe Carlos @ClarenceHouse por el fallecimiento de Su Alteza Real, el Príncipe Felipe, Duque de Edimburgo, escribió el mandatario cubano. 

 

También el canciller cubano, Bruno Rodríguez, transmitió las condolencias por la muerte del príncipe Felipe, esposo de la reina Isabel II de Inglaterra.

A través de su cuenta en twitter, el titular transmitió el pesar a ¨su Majestad Isabel II, Su Alteza el príncipe Carlos, a la familia real y al pueblo y gobierno británicos por el fallecimiento del príncipe Felipe, duque de Edimburgo.

(Fuente: el país/PL)

 

 

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