Una orden a la lealtad
jueves, 07 de septiembre de 2017
6:24:26 a.m.
Eusebio Leal recibe la Gran Cruz de la Orden de Isabel la Católica. El Ministro de Asuntos Exteriores y de Cooperación de España. El Ministro de Asuntos Exteriores y de Cooperación de España, Alfonso María Dastis Quecedo, impuso la distinción a Leal.
Cada reconocimiento, enaltece y compromete a la vez. Cada obra hecha por un hombre consagrado se convierte en el mejor testamento para la posteridad. Así sucede con el Doctor Eusebio Leal Spengler, quien se entrega por entero a la tarea de revivir todo aquello que algunos daban por muerto, y devolverle la valía a cada piedra, muro, escultura.
Su labor reconocida por toda Cuba y en diversas partes del mundo, constituye hace mucho tiempo un manual de conciencia plena sobre el trabajo, que en vida todo hombre debe hacer, sin mirar nunca atrás y temerle a las adversidades.
Leal es eso: un ser que combate lo imposible. Por eso y más: instituciones, personalidades de la cultura dentro y fuera de Cuba, deciden honrarle. Aunque su modestia natural no permita que los elogios le “endulcen” los oídos, prefiere forjar, evocar a los maestros, convencer con su oratoria y no dejar pasar el tiempo en vano.
Leal sabe cuánto duele un minuto perdido, por eso junto con su equipo de la Oficina del Historiador de la Ciudad de La Habana, no cesa. No habrá herencia mayor que caminar, admirar un centro o sentarse en un parque y saber que en cada sitio su nombre permanecerá.
Por varias razones, nuevamente, Eusebio Leal recibe otra distinción. En esta ocasión, el Historiador de la Ciudad de La Habana, fue condecorado por el rey Felipe VI con la Gran Cruz de la Orden de Isabel la Católica, una de las más importantes que otorga España.
El sitio escogido fue el Gran Salón de actos del Centro para la Interpretación de las Relaciones Culturales Cuba-Europa, Palacio del Segundo Cabo. En esta oportunidad y en ocasión de su visita oficial a nuestro país, el Ministro de Asuntos Exteriores y de Cooperación de España, Alfonso María Dastis Quecedo, impuso la distinción a Leal, la cual fue conferida por el monarca a propuesta del propio Dastis Quecedo, según se recoge en el Boletín Oficial del Estado (BOE).
Al acto asistieron, entre otras personalidades, el Secretario del Consejo de Estado, Homero Acosta; Abel Prieto, Ministro de Cultura; el Excelentísimo señor Embajador de España en La Habana, Juan José Buitrago, también el Presidente de la Unión de Escritores y Artistas de Cuba (UNEAC), Miguel Barnet y otros representantes del estado cubano, el cuerpo diplomático acreditado en el país y de prestigiosas instituciones culturales, académicas y religiosas de Cuba.
Al hacer uso de la palabra, el señor Dastis Quecedo destacó que las grandes obras no necesitan de explicaciones prolijas ni de grandes circunloquios, puesto que su grandeza se hace evidente para todos. Agradeció a Eusebio Leal su trabajo en la preservación del Centro Histórico pese a los embates del tiempo, de la naturaleza y de la desidia. Asimismo, apuntó:
“Durante décadas Eusebio ha perseverado incansable, sin desfallecer jamás ante las dificultades. Encontrando continuamente soluciones imaginativas para los problemas más dispares, formando nuevas generaciones de especialistas en el respeto a las huellas del pasado y el diseño cuidadoso de la ciudad del mañana, y ganando siempre amigos y aliados para su causa allá por donde iba”.
Dirigiéndose a los presentes Leal Spengler agradeció a España y fundamentalmente a Su Majestad el Rey Felipe VI: “Siempre he considerado que hay una virtud fundamental y una que no lo es: la primera la gratitud. La posibilidad de hacerlo, de construir y de hacer algo útil para el mundo y para nosotros mismos. La segunda: la envidia, se arrastra al pie de la primera. Siente un profundo rencor callado por lo que no ha conseguido y merece el olvido”, señaló.
El Historiador evocó a los obreros, ingenieros, arquitectos, restauradores… que han contribuido al remozamiento de cada instalación. Retribuyó también a la voluntad política del estado cubano, al Comandante en Jefe Fidel Castro y al General Raúl Castro, quienes con entrañable confianza confirmaron la tarea en la cual se desempeña.
“Así como recordamos en el pasado a los maestros y precursores, historiadores, arquitectos, arqueólogos, preveo ahora en el futuro a los que han de venir que ya están, seguramente, en cualquier lugar a donde les tocará continuar el magno empeño. Ya en La Habana, ya en cualquiera de las ciudades a las cuales la restauración ha dado tan particular aprecio”, enfatizó.
“Continuamos tesoneramente la obra de nuestros padres”, afirmó Leal, columna vertebral de todo lo grande y bueno que se hace en la parte más antigua de La Habana.
El Consejo de Ministros de España aprobó la condecoración al Doctor Eusebio Leal el pasado mes de mayo por real decreto. La misma reconoce “aquellos comportamientos extraordinarios de carácter civil, realizados por personas españolas y extranjeras”, que redunden en beneficio de esta nación o contribuyan a favorecer sus relaciones de amistad y cooperación con el resto de la comunidad internacional”.
La imposición de la Gran Cruz de la Orden de Isabel la Católica a Eusebio Leal Spengler reconoce la manera particular y trascendente con la cual conduce la restauración del Centro Histórico de La Habana.
Previo al acto de condecoración, el también Director de la Red de Oficinas del Historiador y del Conservador en Cuba acompañó al señor Alfonso María Dastis Quecedo durante un breve recorrido por algunas instalaciones del Centro Histórico.
Desde El Templete, sitio fundacional de la antigua Villa de San Cristóbal de La Habana, pasando por el actual Museo de la Ciudad, otrora Palacio de los Capitanes Generales, entre otros lugares. Durante el trayecto fue develado el monumento al gran escritor español Miguel de Cervantes y Saavedra, obra del escultor José Villa Soberón que rinde tributo al autor de “El Ingenioso Hidalgo Don Quijote de la Mancha”.
Unidas por un idioma, por la historia y tradiciones, Cuba y España mantienen relaciones económicas, comerciales y culturales basadas, sobre todo, en el respeto a la soberanía de amabas naciones.
(Fuente: HR)
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