Denia Caballero obtuvo bronce en disco
6:15:11 p.m.
La discóbola Denia Caballero se convirtió en la primera medallista del atletismo cubano en el certamen de los Juegos Olímpicos Río 2016, un bronce garantizado por disparo de 65.34, en tanto su compañera Yaimé Pérez no pudo lograr un disparo válido.
“Feliz por la medalla, aunque no satisfecha”, dijo desencajando un poco el semblante al ser instada por los mismos periodistas cubanos que la esperaban en la zona mixta conocedores de que pudo hacer más, pero en definitiva era la primera medalla del atletismo en estos Juegos y la octava presea de la delegación de la mayor de las Antillas.
“Es mi primera medalla olímpica, pero sepan que no la última, dijo ya más animada la villaclareña de 26 años, cuya primera experiencia bajo los cinco aros transitó por un discreto lugar 26 en Londres 2012, pero quien ganó protagonismo al convertirse en campeona mundial en Beijing 2015 destronando a la potente croata Sandra Perkovic.
Ésta, por cierto, no estuvo todo lo sedada que normalmente suele ser y tras dos faltas que la situaron al borde del abismo enganchó en el tercer intento un demoledor 69.21 (único disparo válido) que prácticamente le aseguró la defensa exitosa de su corona olímpica y puso al resto a competir por la plata y el bronce.
“Sandra es Sandra. Ella es como de otro mundo, siempre lanza sobre 69 metros y más. Casi ni me explico cómo lo consigue”, valoró Denia sobre su víctima ocasional en la capital china y luego arremetió contra sí misma.
“De cualquier manera, tenía que lanzar sobre 67 metros. Era lo que indicaba mi plan de entrenamiento; para eso trabajamos. No pude conseguirlo y no debo echarle la culpa a nadie”, se autocriticó oficialmente, aunque de manera informal comentamos luego sobre las molestas variaciones climáticas, hoy con calor y poca recuperación luego del frío y el aguacero de la noche anterior.
La insatisfacción era sobre todo por considerar a su alcance el subtítulo que paró en manos de la francesa Melina Robert-Michon, con un 65.52 que lideró desde la primera vuelta reforzado en la quinta con primacía nacional de 66.73.
Peor le fue a su coequipera Yaimé Pérez, subcampeona panamericana en Toronto y cuarta mundial en Beijing, quien encabezó con 65.38 la clasificación de la víspera, pero finalmente no consiguió alejar de sí el maleficio olímpico.
En Londres hace cuatro años finalizó en el puesto 29 y esta vez no ligó un disparo válido y por tanto aparece oficialmente sin lugar dentro del grupo finalista de doce. Mandíbula apretada, pasos ligeros y ojos suplicantes a punto de estallar en lágrimas, era la imagen de compañía en el camino hacia los camerinos. Se detuvo, pero incapaz de articular palabras, la dejamos continuar en su desencanto.
(Fuente: Granma)
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