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LA TECLA CON CAFÉ

Venezuela 2015: economía en jaque sin renunciar a progreso

Venezuela 2015: economía en jaque sin renunciar a progreso

 

7:12:38 a.m. 

El 2015, declarado por el Gobierno bolivariano como decisivo en la lucha contra la guerra económica, atrajo incesantes ataques de la derecha contra ese sector y el desplome de los precios petroleros, principal fuente de ingresos del país suramericano. 

El crecimiento previsto junto al Presupuesto de la Nación para ese ejercicio fiscal, encontraron que la proyección sobre la base de 60 dólares el barril del crudo se precipitó ante una realidad de menos de 30 de esa divisa extranjera en varios momentos del año que concluye. 

En ese escenario, el Ejecutivo instaló mecanismos centrales de interacción y control con los diversos ministerios y sectores, sin descuidar políticas sociales, a cuyos programas destinó el 62 por ciento de todos sus recursos financieros. 

El propio jefe de Estado, Nicolás Maduro, encabezó el llamado Estado Mayor Presidencial, integrado por vicepresidentes, ministros y otros dirigentes del área económica, empresarios estatales y privados, y productores. 

Esa instancia buscó enfrentar por diversas vías fenómenos como la inflación inducida, la manipulación de precios galopantes y el déficit de la producción, y distribución y comercialización de alimentos, entre otros rubros. 

La estrategia incluyó al Servicio Nacional Integrado de Administración Aduanera y Tributaria (Seniat) como fuente alternativa de ingresos con aportes del 68,8 por ciento del presupuesto, un 11,4 por ciento más con respecto a 2014, una meta que sobrecumplió. 

De manera temprana, diputados del Partido Socialista Unido de Venezuela, como Ramón Lobo, alertaron sobre la necesidad de perfeccionar el sistema económico venezolano para sacar adelante al país. 

El legislador recordó la importancia de medidas para estimular la producción y la actividad industrial con el objetivo de superar el modelo rentista petrolero, que inhibe el auge de los demás sectores. 

En esa dirección, el Ejecutivo insistió en dedicar todas las energías al cumplimiento del denominado Plan de la Patria ( 2013-2019), creado por el fallecido presidente Hugo Chávez y consolidar lo que denominó el socialismo productivo. 

También se impulsó el Gobierno Económico de Calle, con el fin de estabilizar la entrega de bienes para el pueblo, el abastecimiento y precios equilibrados de los productos clave. 

Además se anunció la creación de un fondo estratégico en bolívares (moneda nacional) y se instauró un nuevo sistema cambiario y reformas fiscales para elevar la recaudación real, optimizar el gasto público y fortalecer las reservas internacionales. 

En el intento de reacomodar mecanismos estructurales de dirección, el gobierno sostuvo varias reuniones con representantes del empresariado nacional y privado en diversos sectores (alimentos, automotriz, higiene personal y del hogar, agrícola y avícola) y de cadenas de distribución, que buscaron mayor compromiso con los planes de desarrollo. 

Sin embargo, tal como evalúan ahora las propias autoridades a raíz del revés en los comicios parlamentarios del pasado 6 de diciembre, en los que la oposición ganó la mayoría calificada, fenómenos como la caída de los precios petroleros, pero también la burocracia, el contrabando desmedido, la corrupción y la ineficiencia de varios instrumentos legales, torpedearon la urgencia de avanzar hacia mayor progreso y convertir a Venezuela en país potencia. 

En sus estudios, la propia Comisión Económica para América Latina y el Caribe vaticinó que hacia 2016, en un complejo escenario global, la región solo crecería un 0,2 por ciento y señala como naciones duramente golpeadas en la gestión de 2015, a Venezuela (-7,1 por ciento ) y Brasil (-3,5 por ciento). 

Nuevas formulas 

En un proceso de autocrítica y perfeccionamiento, el propio Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV) desarrolló un Congreso Económico de Pensamiento Socialista hacia el Modelo Productivo. 

Los resultados de esas deliberaciones se entregaron a la dirección de la organización política con el objetivo de crear un plan para la contraofensiva revolucionaria solicitada por Maduro en 2016. 

De acuerdo con el mandatario, los principales retos son hacer frente a la caída de los precios del petróleo y analizar temas como la eficiencia en la gestión de gobierno, la labor del partido y de la clase obrera en la economía. 

Analistas como el diputado Jesús Faría, también vicepresidente de la actual Comisión de Finanzas del Parlamento, plantean que la vulnerabilidad económica del país responde a una arraigada dependencia de la industria petrolera. 

Faría apuntó que para lograr el impulso de Venezuela son necesarios los estímulos a la producción nacional, la simplificación cambiaria, la planificación de la asignación de divisas y la disciplina fiscal. Al referirse a las tres áreas donde impera trabajar, el parlamentario subrayó que una es la cambiaria, pues sobre ella descansa —en un alto porcentaje— la posibilidad de salir de la situación actual. 

Es imposible el manejo de la economía con tres tasas de cambio oficiales, más una cuarta que se desprende de un mercado negro con repercusiones negativas para la sociedad, criticó. El otro ámbito que no se puede dejar de lado es el fiscal, explicó Faría; y recalcó que cuando los ingresos del Estado disminuyen, lo que ocurrió de manera brutal en Venezuela, se debe racionalizar el gasto público. 

Asimismo pidió aplicar estrategias coherentes que involucren estímulos importantes a la producción nacional, tanto en el sector público como el privado. 

De otra parte reiteró que es indispensable buscar espacios de acuerdos entre el Gobierno y el sector privado, lo que no se hizo antes por la conflictividad política. 

Para Faría hay importantes niveles de ineficiencia en el manejo de esos recursos, inversiones que no se garantizaban en el tiempo. 

Hay que revisar de manera detallada los mecanismos que intervinieron. Al respecto mencionó que por ejemplo no puede haber una producción comunal, cooperativista o socialista sin una conciencia por parte de los productores. Ahí falló la planificación de los recursos y también el plan político. 

Otros expertos como el economista Tony Boza declaró que uno de los temas cruciales es el vinculado a la alimentación, pues es fundamental garantizar la producción y distribución de esos productos básicos para los hogares venezolanos. 

A su juicio uno de los desafíos es revisar y mejorar las cadenas de distribución, que no sean solo las grandes empresas las que se encarguen de la entregar alimentos, y garantizar que los productos lleguen a los lugares más alejados. 

En ese contexto, también los consejos presidenciales de campesinos, pescadores y obreros de Venezuela, entre otros, manifestaron su compromiso de impulsar el sector productivo. 

Ese objetivo general, a solicitud del jefe de Estado, será perfilado por rubro, sector, región y Estado, de manera paralela a la necesidad de ubicar a profesionales en áreas como comunicación, economía e ingeniería, entre otras, que constituya un banco de capacidades preparado para todos los escenarios. 

Se trata ahora, al decir de Maduro, de prepararse para un gran renacimiento progresivo y expansivo de la Revolución Bolivariana que afiance el desarrollo económico, como prueba de la vialidad del Socialismo del siglo XXI. 

(Fuente: PL /Mario Hubert Garrido, Corresponsal Jefe de Prensa Latina en Venezuela)

 

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