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LA TECLA CON CAFÉ

La Tañón "a toda bomba" en La Habana

La Tañón "a toda bomba" en La Habana

 

4:07:48 p.m. 

No soy fan de la música de Olga Tañón —escribe la colega Paquita Armas— quien reparó en la cantante boricua “cuando integró el grupo de intérpretes que formó parte del Concierto Paz sin fronteras de septiembre del 2009”.  Coincidimos: A partir de ese momento nos fijamos “en la mujer show que canta ‘a toda bomba’ la música puertorriqueña. Les dejo entonces con el comentario que publica la colega en Cubadebate:

Pero lo que más de llamó la atención es que esa reconocida intérprete no solo estuvo en aquel concierto y se perdió, sino que ha mantenido sus declaraciones a favor de Cuba, incluso antes del restablecimiento de relaciones diplomáticas entre Washington y La Habana.

En este viaje la he seguido por sus apariciones televisivas y me ha convencido de que es una mujer sencilla, afable, sin poses… En Mediodía en TV en un inteligente diálogo con Marino Luzardo se “salió” del guion para alabar la profesionalidad con la que Bárbara Sánchez Novoa lee por el telepromter. “Yo no podría”, dijo y rio. Fue más lejos: presentó a su familia, especialmente a su mamá, sin ningún maquillaje y vestida como la vecina de cualquiera de nosotros.

Con Edith Mazola en 23 y M compartió con actores y actrices cubanos, y en juego comenzó a enseñarlos a bailar a lo boricua, mientras ella se le colaba al paso de la música cubana. Desde Santiago de Cuba declaró su rechazo al bloqueo, siguió visitando escuelas de arte, y prodigando amor a manos llenas a cubanos y cubanas. Subió al Cobre a ver “su virgen de La Caridad”.

Llegó el concierto de La Habana. La Tribuna antimperialista estaba repleta. Acompañaron a la reina del merengue los niños del coro Diminuto, bailarines, el saxofonista César López, el tresero Pancho Amat y la agrupación juvenil Cuerdas de La Habana, unos 48 músicos, a los que se unieron Descemer Bueno y Qva Libre, en la nueva versión de Tu eres la razón.

Olga bromeó con su edad, se cambió de ropa, le pidió un poco de azúcar a una vecina asomada en un balcón, bailó hasta cansarse, se quitó los zapatos de tacones, intercambió con el público, todo bajo la dirección general del maestro cubano Joaquín Betancourt, ganador de un premio Grammy, y del boricua Angel Hernández que lograron un espectáculo sin bache, colorido y contagioso.

Victor Torres se encargó de la transmisión televisiva y lo hizo de manera efectiva, con cámaras bien colocadas que seguían a la cantante como debe ser. La boricua anunció que con ese concierto se hará un DVD y el dinero que se recaude de su venta será dedicado a las escuelas de arte y especiales de Cuba, donde estudian niños con sídrome downs, u otros niños y niñas diferentes. En su cuenta de twitter escribió “Qué bueno es ver los sueños hechos realidad” y con su acción escribió “Olga Tañón le canta a Cuba, Promesa cumplida.”

Aplaudo la promoción y los reconocimientos que recibió la cantante y espero que con ese misma explosión de afectos y distinciones, se reciba a otros artistas por venir que también apuesten por Cuba y por supuesto, no me cansaré de encomiar que se estimule a nuestros exponentes del arte en cualquier manifestación, que brillan en escenarios locales o de diferentes latitudes y se han ganado que se jerarquice su obra en el país que los vio nacer. Por lo pronto, más que la Tañón, Olga la puertorriqueña, se ha ganado un espacio en mi humilde admiración.

 

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