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LA TECLA CON CAFÉ

Impacto ENOS sobre el cli­ma cubano

Impacto ENOS sobre el cli­ma cubano


3:03:21  a.m.

Según plantean especialistas del Centro del Clima en el Boletín de la Vigilancia del Clima correspondiente a octubre, durante el mes anterior las anomalías positivas de la temperatura superficial del mar se incrementaron en el océano Pacífico ecuatorial centro oriental, factor que junto a un aumento de los vientos del oeste en niveles bajos de la atmósfera sobre la referida zona, son condiciones típicas que an­teceden el surgimiento de un nuevo evento ENOS (El Niño/Oscilación del Sur).

La propia publicación señala que la mayoría de los modelos predictivos indican el desa­rrollo antes de fin de año de ese complejo proceso de interacción océano-atmósfera, cuya duración debe extenderse hasta la primavera del 2015.

El principal impacto del ENOS sobre el cli­ma cubano suele producirse entre enero y abril, cuando tienden a aumentar de forma ge­neral los totales de precipitaciones por encima de los valores normales, unido en algunas ocasiones a la presencia más frecuente de fenómenos naturales significativos, como episodios de lluvias intensas, brotes de tormentas locales severas, e inundaciones costeras, aunque no siempre genera iguales efectos.

Casi siempre en los inviernos transcurridos bajo la influencia del ENOS el número de frentes fríos que entran al territorio nacional supera el promedio histórico por temporada, que está en el orden de los 20. La cantidad de estos que afectan a Cuba muestra una alta variabilidad interanual, dan­do lugar a la presencia de ciclos alternos de ma­yor o menor frecuencia.

Así por ejemplo el récord absoluto es de 35, establecido en el invierno de 1976-1977, mientras la menor cantidad se registró en el de 1996-1997, cuando llegaron solo 11.

Definidos como una zona límite entre dos masas de aire con marcado contraste térmico (una fría y la otra caliente), los frentes se clasifican en nuestro país atendiendo a la velocidad máxima media del viento sostenido, medido en la superficie a nivel del mar.

Son considerados débiles aquellos acompañados por vientos inferiores a 35 kilómetros por hora; moderados de 36 a 55 km/h, y fuertes si igualan o superan los 56 km/h.

Tomando en cuenta la cifra total de arribo de estos sistemas meteorológicos, las temporadas se agrupan en las categorías de poco activa (por debajo de 16), normal de 17 a 21,  activa de 22 a 26, y muy activa cuando sobrepasan la última cifra mencionada.

De acuerdo con lo aparecido en el libro Impacto del Cambio Climático y Medidas de Adaptación en Cuba, en las últimas dos décadas hay una apreciable tendencia a la disminución de los frentes fríos moderados y fuertes, hecho que pudiera estar asociado a una irregularidad en los procesos de intercambio de las masas de aire entre el trópico y las latitudes medias.

La ocurrencia de tem­peraturas mínimas significativas en la prime­ra quincena de noviembre y la prevalencia de días frescos, no implica necesariamente que va­yamos a tener un invierno frío, porque ello de­penderá del comportamiento específico de la circulación general de la atmósfera en los venideros meses de diciembre, enero y febrero.

De momento todo parece indicar que el mar­­tes próximo tendremos un nuevo frente frío transitando sobre la región occidental, tras cuyo paso ocurrirá un descenso de las temperaturas.

(Fuente: Granma)

 

 

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