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LA TECLA CON CAFÉ

Cacería indiscriminada de ballenas en Japón

Cacería indiscriminada de ballenas en Japón

 

viernes, 08 de junio de 2018
9:11:10 a.m. 

De los cetáceos capturados, 122 eran hembras embarazadas y 114 eran ejemplares jóvenes. 

icen que los humanos estamos acabando con el planeta y no hay más verdad que esa. Un estudio dado a conocer por el Foro Mundial para la Naturaleza  (WWF, por sus siglas en inglés) reveló que es posible que la humanidad haya sobrepasado los niveles sostenibles de explotación de ciertos recursos, por ejemplo, el consumo de pescado y carne.

Recientemente se dio a conocer que durante la última temporada de caza de ballenas en la Antártica, se asesinaron al menos 333 ejemplares de las ballenas minke, como parte del ’programa científico’ de captura de estos animales.


La cifra por si sola ya es escalofriante, pero lo es todavía más si se miran los detalles y se descubre que 122 eran hembras embarazadas y 114 eran jóvenes.

Estos datos fueron recogidos por el informe enviado a la Comisión Ballenera Internacional por los científicos encargados de analizar los datos de la campaña anual “Japón estudio y captura de ballenas”. 

El informe técnico (Results of the third biological field survey of NEWREP-A) sigue al pie la estrategia del gobierno de Japón de presentar la caza masiva de ballenas como una actividad científica.

 

La legalidad de estas cacerías es complicada. Aunque en 1986 se estableció una moratoria sobre la caza comercial de ballenas, existe cierta flexibilidad que le permite a los países matar ballenas con el objetivo de realizar investigaciones científicas. Un programa de caza de ballenas japonés conocido como "JARPA II" usó esto para matar aproximadamente a mil ballenas cada verano en la Antártida. (Noruega aún mata alrededor de esta cantidad de ballenas anualmente, mientras que Islandia mata alrededor de 200).

Sin embargo, en 2014, el Tribunal Internacional de Justicia de la ONU dictaminó que Japón había tergiversado la JARPA-II como un programa científico, considerándolo una empresa comercial que violaba la Convención Internacional para la Regulación de la Caza de Ballenas.


Japón recibió la orden de suspender todas las cacerías en el Océano Austral; en cambio, el primer ministro Shinzō Abe cambió el nombre del programa "Newrep-A" y disminuyó el número de ballenas a 333 por año. La caza de ballenas antárticas de Japón se reanudó en 2015. A pesar de la reducción, aún existe una confusión constante sobre si el objetivo principal de estas cacerías es científico o comercial.

Se estima que la población mundial de ballenas minke antárticas es de alrededor de 500 mil, por lo que no están amenazadas en la misma medida que algunas especies de cetáceos, como las ballenas azules o las ballenas de proa. Por esta razón, los balleneros japoneses argumentan que matar a 333 por año es sostenible.

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