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LA TECLA CON CAFÉ

“Hay organizaciones abiertamente neonazis en Europa”

“Hay organizaciones abiertamente neonazis en Europa”


2:33:58 p.m.

Sabby Dhalu,  Secretario de la Unidad contra el Fascismo de Reino Unido ofreció una entrevista exclusiva con teleSUR y, en el marco de la conmemoración en memoria de las víctimas del Holocausto, explicó la influencia del fascismo y el racismo en la era contemporánea.

A continuación la entrevista completa:

—La conmemoración en memoria de las víctimas del Holocausto se ve envuelta en un crecimiento del populismo de derecha en Europa. ¿Hay partidos de ultraderecha que de alguna manera saquen provecho de la influencia del fascismo?

—Gran parte de los partidos políticos y organizaciones de extrema derecha en Europa reciben, de alguna manera, influencia del fascismo. En Europa hay cuatro tipos diferentes de partidos y organizaciones de extrema derecha.

“Hay organizaciones que son abiertamente neonazis, entre ellas están Amanecer Dorado en Grecia y Jobbik en Hungría. Estas utilizan imágenes nazis, una estrategia de disputa dual en las elecciones y utilizan la violencia e intimidación con grupos de calle. Asimismo, usan el racismo y odio contra las comunidades musulmanes y de inmigrantes con estrategias parecidas a las que los nazis y fascistas fomentaron en la década de 1930 contra el pueblo judío.

“Por otra parte, algunos académicos describen al partido francés Frente Nacional y el hoy extinto Partido Nacional Británico como “eurofacistas”. Este tipo de partidos esconde sus nexos con el fascismo y el neonazismo para ganar apoyo electoral. Sin embargo, los simpatizantes de la Francia de Vichy fueron los que fundaron el Frente Nacional. El Partido Nacional Británico fue fundado por exmiembros del Frente Nacional, entre ellos simpatizantes del grupo paramilitar Combate 18.

“Otro acontecimiento son los movimientos de calle de ultraderecha. Entre ellos destaca el Pegida, en Alemania, que organizó grandes manifestaciones que expresaban consignas contra la inmigración y la creciente población musulmana en este país. Su parecido con el fascismo está en el realce que se le da a los grupos de calle y al fomento del racismo contra comunidades minoritarias. Las manifestaciones fueron apoyadas por el ultraderechista Alternativa para Alemania y el neonazi Partido Nacional Demócrata de Alemania (NPD), sin embargo, también recibieron gran apoyo de una gran parte de la población. No obstante, este partido tiene gran oposición en Alemania, lo cual parece causarle un efecto desmoralizante ya que en las recientes manifestaciones contra el racismo la cantidad de asistente se ha reducido a la mitad.

“De igual forma, existen otro tipo de partidos de ultraderecha que se caracterizan por ser racistas y, al mismo tiempo, populistas. Entre ellos está el Partido de la Independencia del Reino Unido (UKIP) y el Partido por la Libertad, en Holanda. Estos no son partidos fascistas, aunque se podría decir que su clara postura de culpar a los inmigrantes o musulmanes por el declive económico en Europa tiene influencias del fascismo, pese a que no sea algo deliberado.

“Aunque es más pequeño, La Liga de Defensa Inglesa (EDL) es un partido similar.  Sus protestas han alcanzado las 3000 personas, sin embargo, también ha enfrentado una amplia oposición que le hizo frente durante varios años en Inglaterra. En los últimos dos años, el apoyo al EDL se ha disminuyó grandemente, sus protestas se redujeron a menos de 500 personas. Sin embargo, después de los atentados en París, el partido busca ganar ímpetu con la organización de manifestaciones contra mezquitas y comunidades de musulmanes”.

—¿Por qué crees que estos partidos están creciendo? ¿Esto nos permite identificar  paralelos históricos relacionados con la década de 1930?

—La austeridad es un factor subyacente que llevó al Frente Nacional ,en Francia, y al Partido de la Independencia, en Reino Unido, a los primeros lugares en las encuestas, entre otros beneficios que obtuvo la ultraderecha en las elecciones al parlamento europeo. De igual forma, otros elementos que permitieron el auge de estos partidos son el declive económico o recesión, consecuencia de la austeridad, y principalmente la tendencia a culpar a los inmigrantes, sean del este de Europa, de dentro de la Unión Europea, musulmanes o negros.

“Como respuesta al crecimiento de la extrema derecha, los principales partidos de centroderecha y socialdemócratas han buscado imitarla al aparentar ser fuertes con la inmigración y comunidades musulmanas. Los principales beneficiarios de esta concesión al racismo son los partidos fascistas y de extrema derecha. Lejos de evitar el crecimiento de la ultraderecha, parece que las políticas y retórica de los partidos de ultraderecha son normales.

“En Inglaterra, vemos que los medios tienen grandes campañas, a veces contradictorias, contra los inmigrantes. A los inmigrantes se les culpa por el desempleo, es decir, dicen que les quitan trabajos a los ingleses. Por otra parte, se les acusa de ser perezosos y de quedarse con los beneficios del sistema. Irónicamente, son los migrantes negros, asiáticos, musulmanes y del este de Europa los que reciben las peores consecuencias de la austeridad. Estas comunidades reciben bajos salarios y tienen grandes posibilidades de quedar desempleados o verse afectados debido a la austeridad y relentización económica.

“El racismo no solo se usa para culpar a las comunidades de inmigrantes por la crisis económica, sino que también se usa para mantener a las personas distraidas y que estas no reparen en la desmejora de su calidad de vida. Salma Yaqoo, una destacada comentarista musulmana, calificó la islamofobia como “arma de distracción masiva”. Por lo tanto, medidas como la prohibición a musulmanas de usar la niqab (un velo cubre el rostro) en Francia y la discusión islamofóbica que viene con ello representó una distracción ante el alto desempleo, la austeridad y la desmejora de la calidad de vida en este país.

“Por supuesto, hay similitudes con lo que ocurrió en la década de 1930, la situación económica, donde hubo recesión o estancamiento del crecimiento. Igualmente, el racismo que se mencionó anteriormente tiene gran parecido con la forma como los judíos eran perseguidos en europa a principios del siglo XX y en la década de 1930. No obstante esto, la situación política que se vivió en Europa en los años 1930 no es parecida a la que se vive en la actualidad. Muchos partidos fascistas o populistas de extrema derecha reciben gran cantidad de votos en algunos comicios y también hay grandes movimientos en las calles en algunos países. Por lo tanto, es poco probable que estos partidos puedan llegar al poder como lo hicieron los movimientos fascistas en los años 1930”.

—¿Qué cree usted que nos puede enseñar la historia en la lucha contra el fascismo?

—Nos puede enseñar mucho. En primer lugar, después de la Segunda Guerra Mundial y de que se dieran a conocer los horrores del Holocausto, en mundo entero dijo “nunca jamás”. No obstante, aquí estamos en presencia del mayor crecimiento de la ultraderecha desde los años 1930. En lugar de reconocer la agenda de la ultraderecha con respecto al racismo, los principales partidos políticos debería desafiar a la ultraderecha en este sentido para resaltar los beneficios y ventajas de los inmigrantes.

“Por ejemplo, de la inmigración siempre se destacan efectos perjudiciales en la economía, pero en la realidad, la inmigración representa un fuerte motor para el crecimiento económico. La historia nos dice que debemos mostrar un poco de compasión para con los refugiados y aquellos que buscan asilo mientras huyen de la persecución y que debemos fomentar una cultura de respeto e igualdad con todos los seres humanos.

“Asimismo, la historia nos ha mostrado que las políticas económicas de austeridad no funcionan  y causan un crecimiento del apoyo a las organizaciones de ultraderecha. Por lo tanto, Europa debe adoptar un sistema que promueva el crecimiento económico y una mejora de la calidad de vida para todos.

“Finalmente, otra gran lección que debemos aprender de la historia es que cuando los grupos fascistas buscan fortalecerse, sea en las urnas o en las calles, no podemos ignorarlos. Tenemos que organizar y reunir la mayor coalición contra el fascismo: sindicatos, liberales, socialistas, comunistas, judíos, musulmanes, cristianos, negros, asiáticos, lesbianas y comunidades homosexuales, estudiantes y jóvenes; si los fascistas ganan fuerza, todos perdemos. Por ello debemos unir un amplio sector de la sociedad en su contra.

“La unidad es importante. Siempre debemos recordar las célebres palabras de Pastor Niemöller, quién pasó tres años en un campo de concentración nazi. Quizá sea una de sus frases más conocida:

«Cuando los nazis vinieron a buscar a los socialistas,
guardé silencio,
porque yo no era socialista.
Cuando vinieron a buscar a los sindicalistas,
no protesté,
porque yo no era sindicalista.
Cuando vinieron a por los judíos,
no pronuncié palabra,
porque yo no era judío.
Cuando finalmente vinieron a por mí,
no había nadie más que pudiera protestar.»

(Fuente: TeleSur)

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