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LA TECLA CON CAFÉ

Festival Internacional de Ballet de La Habana, 24 años de fecundidad

Festival Internacional de Ballet de La Habana, 24 años de fecundidad

 

6:14:52 a.m. 

Por Miguel Cabrera* 

El Festival Internacional de Ballet de La Habana, que arriba este año a su edición número 24, es uno de los más antiguos de cuantos se celebran a escala mundial. 

Surgido en 1960, en virtud de una estrecha colaboración entre el Ballet Nacional de Cuba, el Instituto Nacional de la Industria Turística y otros organismos culturales del Gobierno Revolucionario, el Festival devino rápidamente en uno de los eventos más trascendentales de la cultura nacional cubana y del quehacer danzario internacional. 

Con carácter no competitivo, ha permitido a nuestro público disfrutar de las actuaciones y de la obra creadora de prestigiosas figuras de la danza mundial, al tiempo que ha mostrado a las personalidades visitantes el desarrollo alcanzado por el ballet cubano. 

Los años que siguieron a los tres primeros Festivales (1960, 1966 y 1967) constituyeron un largo y fructífero periodo de trabajo, que se inscribe hoy entre las páginas más hermosas de la historia del Ballet Nacional de Cuba, pues en ellas figuran el enriquecimiento de su elenco con las primeras promociones de bailarines egresados de la Escuela Nacional de Ballet, su consolidación como uno de los conjuntos danzarios de mayor jerarquía internacional y el heroico batallar contra injustas barreras que impedían su completo reconocimiento a nivel universal. 

El cuarto Festival se celebró en 1974 y estuvo dedicado a saludar el II Congreso de la Federación de Mujeres Cubanas. A partir de ese año, el evento inició un curso bienal. El quinto fue dedicado al vigésimo aniversario del de­sem­barco del Granma; el sexto al trigésimo aniversario de la fundación del Ballet Nacional de Cuba y al trigésimo quinto del debut de Alicia Alonso en el rol protagonista de Giselle. 

El siete estuvo consagrado a resaltar las relaciones del ballet con las demás artes; la octava celebración prestó especial atención a la presencia de Latinoamérica en la creación coreográfica; el noveno puso énfasis en los estilos y los coreógrafos; mientras el décimo dio oportunidad al evento de ser sede de una gran fiesta del arte y la amistad, con la presencia de centenares de invitados. 

El onceno Festival estuvo dedicado a dos importantes efemérides: el aniversario 150 del Gran Teatro de La Habana y el 40 de la fundación del Ballet Nacional de Cuba. El doce permitió mostrar una rica muestra de estilos y tendencias presentes en el quehacer danzario de nuestro tiempo. La celebración trece enfatizó la  presencia iberoamericana en el arte del ballet y la catorce  resaltó la diversidad y riqueza del arte coreográfico. El quince se centró en los com­positores o estilos musicales que han tenido mayor influencia en el quehacer danzario; el dieciséis estuvo dedicado a una trascendente efeméride: el aniversario 50 de la fundación del Ballet Nacional de Cuba. 

En el año 2000,  se celebró el diecisiete Fes­ti­val bajo el lema “Los coreógrafos del siglo XX”, que dejó abiertas las puertas para un reencuentro en el amanecer del siglo XXI. El dieciocho posibilitó admirar los principales gé­neros, estilos y tendencias coreográficas que ha conocido el arte del ballet; en el diecinueve se rindieron homenajes a destacados acontecimientos del mundo de la danza. 

El veinte dedicó sus esfuerzos a conmemorar su propia y rica historia; el ventiuno estuvo dedicado al sexagésimo aniversario de la fundación del Ballet Nacional de Cuba.  Entre el 28 de octubre y el 7 de noviembre del 2010, Cuba volvió a acaparar la atención de la dan­za mundial, al ser sede del veintidós Fes­tival que estuvo enmarcado en las celebraciones por el aniversario 90 del natalicio de Alicia Alonso, directora general del Ballet Nacional de Cuba y máxima inspiradora de estas citas de arte. 

Cuba volvió a lograr su tradicional conquista bienal de convertirse en centro mundial de la danza, con la celebración del veintitrés Festival. Esta nueva cita tuvo su gala inaugural en la sala Avellaneda del teatro Nacional, la noche del 28 de octubre, fecha en que se conmemoraba el aniversario 64 de la fundación del Ballet Nacional de Cuba. 

A través de su fecunda existencia —posible gracias al don aglutinador de Alicia Alonso y al inalterable apoyo de los organismos culturales del Estado cubano—, el Festival ha sabido mostrarse como una cita del arte mejor, dotada siempre de un interesante rasgo peculiar, que, a la vez que la singulariza, contribuye a fortalecer su bien ganado prestigio. Baste decir que en estos 52 años han tomado parte en él 67 compañías extranjeras y cerca de un millar de invitados de 61 países. Hay que añadir el estímulo brindado a la creación tanto por coreógrafos cubanos como extranjeros, representativos de las más diversas tendencias del arte danzario contemporáneo, lo que se demuestra en haber propiciado el estreno de 922 obras (230 de ellas con carácter mundial). Sus múltiples actividades colaterales han contribuido a brindar una amplia panorámica de todo el quehacer cultural cubano. Pero tan rica historia no se detiene.

Este 24 Festival nos convoca, entre el 28 de octubre y el 7 de noviembre del 2014, a su ha­bitual y siempre renovada cita de arte y amistad, esta vez bajo el lema: Por Shakespeare, la danza. 

(Fuente: Granma) 

*Historiador del Ballet Nacional de Cuba.

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