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LA TECLA CON CAFÉ

Fidel: cuestión de lenguaje y de algo más.

Fidel: cuestión de lenguaje y de algo más.

Por Mercedes Rodríguez García

El lenguaje de las agencias de prensa extranjeras es ácido, mordaz, hiriente, pero en fin, es el estilo, y el estilo, dicen Gracián, es el hombre. Lo que en este caso, un periodista mal intencionado, excelente alumno de la manipulación y la tergiversación. Reporteros muy hábiles, expertos en el sensacionalismo y el amarillismo. Los perdono, hay que clasificar y los titulares deben más o menos ser como este: "Fidel Castro descarta que su sucesor cambie el régimen político".

Yo no soy muy ducha en política, pero sí cubana, de esta Isla, la del Caribe, y vivo con la tarjeta de abastecimiento y con los pies bien puestos en tierra firme, aunque  de vez en cuando la zarandeen terremotos y terremotitos, que los hay en casi todas las partes del mundo: políticos, económicos, sociales, culturales, etc., etc.

Pero sí, mañana domingo el Parlamento de Cuba designará al sucesor del líder Fidel Castro, que "descartó este viernes, en un editorial, cambios en el sistema político de la isla a pesar de su salida de la Presidencia", según este reportero de la AFP.

¿Por qué les preocupa tanto que sea uno u otro? Quede claro que a los de acá no nos intranquiliza esa situación que ocurre en montones de países. Debe ser por la excepcionalidad de Fidel que, como todo ser humano vivo, enferma, cura, sana, enferma, se accidenta, se agrava, se mejora y algún día, también como todos, morirá.

Entonces habrá lágrimas. Pero los cubanos también estamos hecho al dolor. Nos enseñaron los yanquis con sus centenares de actos terroristas a lo largo de casi medio siglo.

Los cubanos también pensamos en que Raúl sería un buen sustituto, o como escriben las agencias, un buen sucesor. Sí, otro líder veterano, pero tan valiente y sincero como el hermano.

Yo me río con este cable. Y cito textualmente: "La elección se realiza en un ambiente de expectativas sin precedentes en la población, además de por la definición del nuevo presidente, por los eventuales cambios prometidos por Raúl para aliviar las penurias de la vida diaria.

Pero en Cuba no habrá ese cambio político a la americana (del Norte revuelto y brutal), o como esperan el presidente de Estados Unidos, George W. Bush, y los países europeos. "Cuba cambió hace rato y seguirá su rumbo dialéctico. ¡No regresar jamás al pasado!". Así mismo, como escribiera Fidel en sus últimas Reflexiones.

Y estará enfermo, críticamente enfermo. Pero está clarito, clarito. Su dignidad goza de perfecta salud. Por eso continúa asumiendo desafíos monumentales como esa misma transición generacional de la revolución que, obligatoriamente tiene que venir.

Pero tiene que venir como deseamos y podemos hacerlo los cubanos de acá, los de la Isla, la Isla del Caribe. Sea Raúl o no sea Raúl, Lage, Lazo, Yadira, Pérez Roque... La autoridad de Fidel no será eterna, pero sí su prestigio, su humanismo, su sentido de la justicia, su valor. Y perdónenme la palabra: ¡sus cojones!

Por eso escribió: "No me despido de ustedes. Deseo solo combatir como un soldado de las ideas. Seguiré escribiendo bajo el título 'Reflexiones del compañero Fidel'. Será un arma más del arsenal con la cual se podrá contar. Tal vez mi voz se escuche.

Sin duda, para que le duelan los oídos a unos pocos y se eleve el coraje de los muchos que, pese a errores y equivocaciones, lo queremos, admiramos y respetamos.

Por favor, aprendan a contar con los valientes.

 

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