Papa Francisco dice es tiempo de cambiar círculo violencia en conflictiva frontera México-EEUU
6:35:27 a.m.
- Este miércoles por la noche el Papa partió hacia Roma.
- No mencionó el caso de los 43 estudiantes desaparecidos de Ayotzinapa, a pesar de que sus padres buscaron sin descanso que el Sumo Pontífice los recibiera y les diera una palabra de consuelo.
El Papa Francisco ofreció el miércoles un mensaje de esperanza a las decenas de miles de víctimas de la violencia, especialmente a los inmigrantes que son explotados por la delincuencia organizada, al cerrar su visita a México con una masiva misa en Ciudad Juárez, en la problemática frontera con Estados Unidos.
Más de 120,000 personas han sido asesinadas en la última década en México, en medio del combate a los cárteles del narcotráfico y la violencia entre las bandas criminales. Sólo en Ciudad Juárez murieron casi 3,800 en 2010 por las pugnas entre los poderosos cárteles de Juárez y de Sinaloa.
El Papa dijo que no se puede negar la "crisis humanitaria" que representa la explotación de los inmigrantes pobres. "Esclavizados, secuestrados, extorsionados, muchos hermanos nuestros son fruto del negocio del tráfico humano, trata de personas", dijo.
Cada año, decenas de miles de inmigrantes, sobre todo centroamericanos, salen huyendo de países como Guatemala, Honduras y El Salvador, donde la violencia asociada a los cárteles de la droga mexicanos ha ido creciendo.
En medio de este caos, los jóvenes son "carne de cañón, son perseguidos y amenazados cuando tratan de salir de la espiral de violencia y del infierno de las drogas. ¡Y que decir de tantas mujeres a quienes les han arrebatado injustamente la vida!", agregó.
Ciudad Juárez también es tristemente conocida por los feminicidios que sucedieron desde principios de la década de 1990, cuando mujeres jóvenes aparecían violadas y con signos de tortura, semienterradas en las zonas desérticas de la periferia.
"¡No más muerte ni explotación!", pidió el Papa argentino de 79 años. "Siempre hay tiempo de cambiar, siempre hay una salida y una oportunidad, siempre hay tiempo de implorar la misericordia del Padre", alentó.
Sin mención a los 43 desaparecidos
En la última jornada de su visita de cinco días al país, el Papa criticó a los empresarios que ponen el lucro por encima de las personas y les pidió que ayuden a construir una sociedad con oportunidades para alejar a los jóvenes del mundo del narcotráfico y la violencia.
Además, visitó una cárcel considerada hasta hace poco una de las más peligrosas del país, donde invitó a los reos a romper con su pasado de dolor en busca de una nueva vida.
Pero a pesar de que sensibilizó a muchos con su mensaje a favor de la unión de las familias y en contra de la violencia y la desigualdad social, no mencionó el caso de los 43 estudiantes desaparecidos de Ayotzinapa, a pesar de que sus padres buscaron sin descanso que el Sumo Pontífice los recibiera y les diera una palabra de consuelo.
Los familiares de los jóvenes entregaron una carta a sacerdotes jesuitas para que se la hicieran llegar al Papa.
Otro de los grandes temas ausentes de sus mensajes fue el de los numerosos casos de pederastia que cimbraron a la feligresía mexicana en los últimos años.
Se calcula que a la misa acudieron cerca de 250,000 personas que se congregaron a ambos lados de la frontera, que no solo separa a los dos países, sino también a muchas familias, debido a la deportación de inmigrantes o porque muchos han huido de la violencia.
"En los dos países queremos que volteen a ver a Juárez (...) Los que viven allá, que se fueron porque le secuestraron o le mataron a alguien y los que vivimos aquí, que queremos que regresen", dijo Malena Tapia, de 27 años, quien tiene parte de su familia viviendo en Estados Unidos.
Debido a la visita del Papa, la ciudad fue blindada con un aparatoso operativo de seguridad que incluía a policías locales, federales y militares.
Este miércoles por la noche el Papa partió hacia Roma.
(Fuente: REUTERS)
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