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LA TECLA CON CAFÉ

¿Qué pasa en la Zona Especial de Desarrollo Mariel?

¿Qué pasa en la Zona Especial de Desarrollo Mariel?

 

7:41:09 p.m. 

Casi al cumplirse dos años de su presentación oficial, la Zona Especial de Desarrollo Mariel (ZEDM o ZED Mariel) mantiene las expectativas, las ansias de resultados. No es extraño. Se trata de un proyecto de tal magnitud, que suscita gran interés. De ahí o muchos se pregunten qué pasa en “la Zona”. 

La Zona Especial de Desarrollo Mariel, situada a 45 km al este de La Habana, se extiende desde la bahía de Cabañas hasta el río Baracoa y ocupa un área de 465.4 km2, en la provincia de Artemisa. 

Mariel tiene un buen diseño de zona especial. Lo que frena el desarrollo y la instalación de empresas extranjeras sigue siendo el temor por las consecuencias del bloqueo. 

Hace casi un año se presentó la Cartera de oportunidades de inversión, pero la búsqueda no ha sido fructífera; falta agilidad, dinamismo, ser proactivos. 

Promoción y captación de inversiones 

Hasta ahora se ha trabajado en la promoción y captación de inversiones, la creación de infraestructura y el desarrollo de la ventanilla única. 

Entre lo ejecutado, o en marcha aparecen carreteras y vías férreas que conectan con el puerto; el dragado de este; y la extensión de redes hidráulicas, entre las facilidades para las parcelas negociadas o en vías de aprobación; la edificación de un centro de negocios; la entrega y puesta en marcha de instalaciones de la Zona de Actividades Logísticas. 

Nacionales y extranjeros 

Han sido aprobados siete proyectos para la Zona; dos nacionales y cinco extranjeros, lo cual compete a una comisión integrada por la Oficina y 11 organismos estatales, y en algunos casos, al Consejo de Ministros. 

Los nacionales son la Terminal de Contenedores de Mariel (TCM) —en cuya dirección participa, por contrato, la Administración del Puerto de Singapur (PSA)—, y la Empresa de Servicios Logísticos Mariel, de agrupe, desagrupe, empaque, distribución y transporte de mercancías, y servicios de alimentación. 

Del extranjero, dos empresas belgas, una de logística, transporte, mantenimiento y reparación de vehículos, y otra de fabricación de paneles eléctricos y sensores de temperatura; dos mexicanas: Richmeat de Cuba S.A., procesadora de cárnicos, y Devox Caribe S.A., de pinturas y anticorrosivos, más la española Pro Food Service S.A., de jugos y dispensadores de bebidas. 

Todas, menos la TCM y las de logística, sustituirán importaciones y exportarán cuando alcancen sus topes productivos.  Por ejemplo, Devox Caribe usa carbonato de calcio, Cuba puede servirle Geominsal. 

Esas primeras empresas extranjeras son pequeñas, pero existen expedientes de otras más fuertes casi concluidos, pues la Zona no es solo para los grandes inversionistas, sino también para medianos y pequeños; para personas jurídicas o naturales de cualquier país cuyos proyectos convengan a Cuba. 

Existe el interés de que empresas cubanas se radiquen en Mariel, donde este año pueden comenzar dos o tres proyectos de la biotecnología para los cuales se alistan las urbanizaciones. No todas, pero sí muchas pueden ir a la Zona y aprovechar sus ventajas impositivas y otras. 

El sector no estatal también tiene cabida. Algunas cooperativas no estatales solicitaron entrar como usuarios de la Zona a prestar servicios, pero no fueron aprobadas, porque primero deben existir empresas a las cuales prestárselos. A los extranjeros que preguntan si pueden contratar esas formas no estatales, para ejecutar una obra, por ejemplo, se les autoriza, y se evalúan posibles asociaciones de capital mixto, entre cooperativas y empresas foráneas. 

Welcome to Mariel 

En Mariel también son recibidos estadounidenses, aunque las leyes de su país lo impiden. En estos casos tienen que pedir permiso, a ver si se lo dan, cuando lo normal sería que pudieran negociar libremente. De ahí la necesidad de que se deroguen esa y las demás medidas de bloqueo, incluyendo las de alcance extraterritorial, que frenan a inversionistas de terceros países interesados en Cuba. 

Gobernadores, senadores y alcaldes han venido con representantes de grandes corporaciones, como Caterpillar, General Electric, General Motors, Johnson & Johnson, Dell, Microsoft, entre otras. 

Sin embargo aún falta preparación para identificar dónde invertir en asociación con capital extranjero, antes que este venga y proponga el negocio, a veces sin asociación. 

Cierto que una zona especial empieza a tener resultados a los cinco años, luego de haber creado la infraestructura, de haber atraído inversionistas y que estos hayan comenzado a producir. Ya en 2016 deberán tenerse los primeros resultados productivos, cumpliendo las normas más altas de calidad para el manejo sostenible del medioambiente, y haciendo uso de los adelantos tecnológicos de la era del WiFi, la Internet y la transmisión de datos por cables de fibra óptica. 

La casi totalidad de los organismos de la Administración Central de Estado, liderados por el Instituto de Planificación Física y la Oficina, participan en el planeamiento de la Zona, con un umbral de 15 años —hasta 2030—, que se adecua según varíen las condiciones. 

Servicios y clientes 

El desarrollo de una zona especial no termina, ya que como producto, se cambia según las demandas de los clientes. En esta tarea compleja, inédita hasta ahora en Cuba, participa como asesora una compañía francesa, de las primeras del mundo en el tema. 

Están diseñados con claridad los servicios que necesitarán los clientes: desde bancos, salones, oficinas para arrendamientos, hasta restaurantes y centros de servicios generales, para poder trabajar y sentirse bien. 

El país invierte gran cantidad de recursos materiales y financieros en la infraestructura de la Zona, donde ya han construido 21 km de vías férreas y reparado otros 57; más de 15 km de nuevos viales, y ahora se erigen 11 pasos superiores (puentes) para los trenes, que permitirán a estos aumentar su velocidad. Prosigue, asimismo, el dragado de la bahía. 

Constructores y trabajadores 

Alrededor de cuatro mil constructores dirigidos por unos 250 ingenieros, y agrupados en la Empresa de Construcción y Montaje Mariel, trabajan en esos y otros objetivos, como el primer centro de negocios, la preparación de parcelas para los inversionistas y la Zona de Actividades Logísticas. Todo en el Sector “A” y como parte del plan de inversiones hasta 2020. 

La constructora tiene regímenes de trabajo y salarios especiales, y los tiempos de los procesos inversionistas se aceleran de acuerdo con normas específicas para la ZEDM, que junto a otras medidas contribuyen a la puntualidad y la calidad, sin que ello suponga la perfección. 

Según el planeamiento, solo el Sector “A”, que es nueve por ciento de la ZEDM, llegará a tener entre 70 mil y 120 mil trabajadores. La Zona completa abarca 465 km2, equivalentes a 66 por ciento de la superficie de Singapur y a una extensión mayor que la de los territorios de 51 estados miembros de la ONU. 

Esa gran área tiene como justificación la mirada larga hacia el futuro, en condiciones diferentes, y la previsión de evitar que suceda lo que en otras zonas, que se han visto saturadas y obstruidas, y lejos de ganar, pierden clientes y beneficios. 

Zona de Actividades Logísticas 

A la Zona de Actividades Logísticas (ZAL), ubicada en el área 5 del Sector “A”, muy cerca del puerto, algunos le dicen los pulmones de la Terminal de Contenedores, porque la descongestiona. 

En una primera etapa fueron terminados y entraron en funcionamiento dentro sus límites, a finales de julio, una primera base de almacenes, con un frigorífico de mil 200 toneladas de capacidad, en cuatro cámaras, que “aireará” el patio de contenedores refrigerados de la TCM. 

Además, un depósito para cerca de tres mil 500 contenedores vacíos, con instalación de fregado y nave para reparaciones, así como dos naves de almacenamiento, con diez mil metros cuadrados, para el agrupe y desagrupe de mercancías, en lo fundamental. 

Una segunda etapa, en 2016, para la cual ya se trabaja, incluirá en 17 hectáreas, en un primer momento, cuatro naves solo para almacenaje, algunas de 100 o más metros por 60 o casi 50 metros, así como un almacén a cielo abierto de aproximadamente 15 mil metros cuadrados. 

En un segundo momento, se edificarán otras cuatro naves y un área más de almacenamiento a cielo abierto. 

¿En qué punto está el trabajo en la Terminal? 

La entrega de la primera etapa por el inversionista está casi terminada. Falta que nos entreguen dos grúas sobre raíles para la terminal ferroviaria, hoy cubierta con otro equipo menos eficiente, que nos limita expedir contenedores por tren. Esas grúas deben acompañarse con vagones y locomotoras adicionales para que realmente la capacidad que vamos a tener pueda ser usada. 

El muelle y el patio de contenedores están terminados, trabajando. El primero todavía tiene capacidad, pero en el segundo esta depende mucho de la habilidad de la economía interna para extraer contenedores, vaciarlos y devolverlos a la Terminal. 

Teóricamente la capacidad de operación tiene la Terminal es de 800 mil TEUs (contenedores de 20 pies) pero pudiera cerrarse el año con 300 mil. También teóricamente, con las instalaciones y medios existentes, está al 50 por ciento de la capacidad, aunque en la práctica se está usando mucho más y hay que mejorar la eficiencia de la logística interna para aprovechar bien toda la capacidad instalada. 

Imprescindible en los próximos seis meses resulta un estudio del desarrollo del mercado, pues los escenarios han cambiado. Concretamente  las relaciones Cuba-EE.UU. y el interés que ello genera entre inversores,  así como el impacto en el mundo naviero, a partir del año que viene, de la ampliación del Canal de Panamá, y su efecto en Mariel. 

La apertura de las nuevas esclusas del Canal de Panamá permitirá que buques tres veces más grandes crucen por allí. Pero esos no van a seguir las mismas rutas que hacen hoy otros más pequeños porque no tendrán tiempo en su rotación para escala en México y luego subir a Houston, o a Nueva Orleans, y bajar de nuevo, para subir después a Miami, Charleston, Norfolk o Nueva York. Van a buscar dónde depositar importaciones para estos mercados del golfo de México, entre Panamá y Miami, para luego seguir subiendo la costa este de Estados Unidos, hacia otros puertos. 

El sitio mejor ubicado es Mariel, pero las leyes norteamericanas hoy impiden que el buque que haga escala aquí continúe para EE.UU. A las navieras les interesa mucho Mariel. 

Mariel tiene un buen diseño de zona especial. Lo que frena el desarrollo y la instalación de empresas extranjeras sigue siendo el temor por las consecuencias del bloqueo. 

 (Extractado de la revista Bohemia/ Autor: Heriberto Rosabal)

 

 

 

 

 

 

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